“Arconte (del griego, ἄρχων arkhon o archon, plural: Ἄρχοντες, Generico: archontos) es una palabra griega que significa “mando” o “dirigencia”, utilizado con frecuencia como el título de un determinado cargo público en un gobierno. En la antigua Grecia, los arcontes eran los magistrados que ocupaban los puestos más importantes del gobierno de la ciudad.” Wiki
“En la cosmología gnóstica, Arcontes son una especie de seres inorgánicos que emergieron en el Sistema Solar antes de la formación de la tierra. Ellos son cyborgs habitando el sistema planetario (exclusivo de la Tierra, Sol y Luna), el cual es descrito como el mundo virtual (stereoma), ellos construyen por imitación las formas geométricas emanadas del Pleroma, el reino de los Generadores, los Dioses Cósmicos.”
“En la psicología gnóstica, la ciencia noética de las Escuelas de Misterio, los Arcontes son una fuerza alienígena que invade subliminalmente a la mente humana y desvía nuestra inteligencia lejos de sus aplicaciones apropiadas y sanas. No son los que nos hacen actuar inhumanamente, ya que todos nosotros tenemos el potencial de ir en contra de nuestra humanidad innata, violando la verdad en nuestros corazones, pero nos hacen sacar comportamiento inhumano hacia extraños y violentos extremos.”
“En la visión gnóstica de la sociedad humana, los Arcontes son fuerzas alienígenas que actúan a través de sistemas autoritarios, incluyendo sistemas de creencia, de forma que causan que los seres humanos se vuelvan en contra de su potencial innato y violen la simbiosis de la naturaleza.” BP
Estas son muy resumidamente las visiones gnósticas más conocidas y utilizadas de los Arcontes, hay mucha (des) información en la red sobre este tema, así que no voy a explayarme sobre estos conceptos, sino que me centraré en su verdadero origen y propósito dejando los juegos de ilusión para la fascinación del buscador de mentiras que busca desesperadamente cubrir los deseos de su ego.
Para poder desarrollar y comprender este tema, debieran releer una serie de artículos anteriores, pero como sé que posiblemente no lo hagan, intentaré explicarlo de la manera más simple que pueda, aunque realmente es un tema más que complicado y cuya correcta interpretación lleva años de lectura y estudio. Hasta ahora sólo hemos incursionado en las capas más superficiales de la creación, aquellas más externas y finas que recubren la cebolla, y que resguardan todas las demás capas hasta llegar al centro o corazón de la misma. La vida como realidad general, está compuesta de mucho más que esta realidad general, pues existen innumerables capas de “realidades superlativas” que forman la existencia misma del DO. La octava descendente de creación es sólo una de incontables octavas de esa realidad superlativa del DO. Antes de toda creación debe haber un diseño previo de dicha creación, y para ese diseño debe haber “diseñadores” (arquitectos) que lo hagan. Nos centraremos ahora en esas octavas de diseño y de diseñadores, y para ello debemos desprendernos de todo pre-concepto que tengamos de la creación de la vida, sea de la forma que sea, hasta tienen que lograr desprenderse por un momento de lo aprendido en DDLA y dejarlo acotado sólo para la creación conocida de la realidad general.
Como vamos a trabajar no solamente con energías sino también con información consciente, lo primero es comprender que “consciente” significa tener la capacidad de observar no sólo el entorno, sino también a sí mismo, y reconocerse como individualidad dentro de una generalidad. Por consiguiente cuando hablamos de “información consciente” estamos hablando de “vida inteligente”, que tiene la capacidad de observarnos como de observarse. Esta observación, sea nuestra o de la información, modifica lo observado, pues el observador es el único parámetro de “realidad” dentro de la creación que puede justificar lo observado. ¿Qué quiero decir con esto? Que nada fuera de usted puede decir que el universo y la creación existen, usted es el único referente de la realidad, el observador y lo observado pasa por su consciencia. Mientras tratemos con octavas pertenecientes a la creación, podemos hablar de notas, de dodecavas, octavas y pentavas, pero cuando hablamos de una octava de diseño o de diseñadores, estas analogías no sirven ni son suficientes para comprender esas capas de realidades superlativas que intentaremos estudiar para comprender algo que se escapa a nuestra acotada esfera de consciencia.
Definamos primero a una octava como: “el arquetipo que usa el universo para la creación de la realidad”, ahora si vamos un paso anterior, podemos redefinir a las octavas como: “el algoritmo que usa el universo para el diseño del arquetipo que usa el universo para la creación”, y si nos trasladamos a un paso aun anterior y llegamos a los diseñadores, una octava sería: “los patrones del algoritmo que usa el universo para el diseño del arquetipo que utiliza para la creación de la realidad”. Llegado a este punto tenemos que empezar a ver las octavas como un patrón de “clúster” y no como una sucesión de notas, entonces la octava de diseño sería un conjunto cúbico de “clúster de información consciente“, y la octava de diseñadores un conjunto de patrones donde los clúster son sustituidos por la omnisciencia (capacidad de saberlo todo). Claro está que no desarrollaré ahora este complicado tema, pero partiendo de una octava de diseño, ya no podemos hablar de Espacios Matriciales como tales, pues el tiempo y espacio no tiene cabida en dichas capas de realidades superlativas, estos son remplazados por la omnipresencia, así que debemos definir un nuevo concepto, que llamaré “Omnipresencia Cúbica” (OmC). La omnipresencia remplaza al tiempo (pasado, presente y futuro), y lo sabe todo (omnisciencia) sin necesidad de recorrido (movimiento en el espacio), y lo cúbico reemplaza a los Espacios Matriciales de base cuadrada (X)*(X) pasando a una Om³, convirtiendo el espacio y el tiempo en omnipresencia.
El diseño de esta parte de la creación, sistema dodecaédrico Solar, se encuentra contenido en lo que las religiones y filosofías llaman el cubo de Saturno que podrán encontrar en casi todas las religiones conocidas, por ejemplo la mezquita Masjid al-Haram de La Meca. Saturno es uno de los dos planetas primarios del sistema Solar y junto con Júpiter son los encargados de mantener el equilibrio orbital de los demás astros que lo componen y guardar el orden dentro del caos mediante la observación consciente de la creación. En Saturno se guarda el ADN (diseño) de este sistema solar, en un “cubo de diseño” formado por un OmC=18³ de 5832 clúster, que guardan la “información consciente” de todas las formas de vida del sistema solar y las de sus distintos grados jerárquicos. De ahí tomaron los jardineros el GÉNESIS64 que utilizaron para terraformar el planeta. Esta octava cúbica de 5832 clúster, fue diseñada en su momento por 72 patrones que se conocen como los “72 nombres de Dios”. Esos 72 nombres o bendiciones que la cábala maneja a su beneficio, y cuyo algoritmo se le entregó en el pacto, son los Arcontes (dirigentes) correspondientes a esta realidad. 72 patrones de diseño cuyos nombres son la llave que abre el algoritmo en este sistema o sector espacial de la creación.
Cada Arconte maneja legiones de otros arcontes menores que son los encargados del “destino” de la creación del sistema solar, pues son sus arquitectos, y velan por su diseño equilibrando continuamente la ecuación de probabilidad del mismo, y la de sus integrantes. Cada pensamiento, palabra o acto por nosotros ejecutado es proyectado a la creación, y tomado por alguno de estos Arcontes mayores o menores, procesado como energía/alimento nuestro, y devuelto multiplicado (valor agregado) como bendición a su origen proyector, ese es el motivo de la mal llamada, ley kármica que es la ley del “equilibrio de diseño”, o causalidad, donde se cosecha lo que se siembra. Esta ley kármica no es lo mismo que el karma védico premio/castigo. Tarde o temprano, en ésta u otra existencia, recibiremos lo mismo que proyectamos pero multiplicado por 7 (octava de creación). Estos Arcontes no son buenos ni malos, pues están fuera de la dualidad de los opuestos, y sólo entregan lo que reciben, así que nosotros somos los únicos responsables de nuestros pesares o de nuestras alegrías según nuestros pensamientos, palabras y obras se elevan a la creación.
Los Arcontes estuvieron antes del diseño y antes de la creación, pues su octava es una de las proyecciones del “pensamiento de la fuente”, una octava paralela o en tándem de la octava de creación del DO. Ponerles una etiqueta a estos Arcontes es limitar nuestra propia consciencia al universo de los opuestos y caer en el engaño de la ilusión y la fascinación de nuestro ego. Elegir un arquetipo de los expuestos al comienzo de este artículo, es hacer que los Arcontes actúen según nuestra ecuación de elección dentro de la ecuación de probabilidad del sistema, y se transformen en lo que creemos que son, devolviendo las mismas emociones, pensamientos, ideas o acciones que generamos. ¿Quiere creer que los arcontes lo someten? pues será sometido, ¿Quiere creer que los arcontes lo tienen prisionero en esta tierra?, pues será prisionero, ¿Quiere creer que los arcontes le borran la memoria cuando se conecta a esta realidad?, pues le borrarán la memoria, ¿Quiere creer que los arcontes se alimentan de usted?, pues será alimento, ¿Quiere creer que los arcontes son oscuras sombras y demonios?, pues lo serán hasta atormentarlo; pero también pueden ser todo lo contrario a lo expuesto, pueden resultar ángeles cumpliendo las necesidades del Ser, pero ojo, también los deseos del ego que lo llevarán indefectiblemente a la prisión de la mente en el laberinto que lo encierra. Uno vive en el universo que quiere vivir y existe en el que puede soportar, porque el universo se adapta a su consciencia y nunca al revés.
Sé que este artículo es muy limitado, y que dejará más preguntas que respuestas, pero esa es la idea, generar el suficiente vacío interior para que lo arrastre a la búsqueda de esas respuestas, y encuentren la certeza en ustedes mismos al descubrir su verdad. Nmc, ncndlqd, i, ycaum. 357
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