Alguien dijo una vez que todo el mundo debería tocar algún instrumento de música o al menos tener buen oído para apreciarla.

No quiero ir tan lejos, pero sí cambiaría donde pone “música” y pondría “Belleza”. Es decir: todos deberíamos ser instrumento de la Belleza o al menos saber apreciarla.

Qué duda cabe que el arte de la música (principalmente la clásica) es uno de los principales instrumentos que utiliza la Belleza para transportarnos a través del centro emocional superior a los reinos sutiles. Aunque en los últimos tiempos no se aprecie como antes, quizás debido a la desconexión con dicho centro. Pero el Arte, como expresión del Ser, se viste de muchas formas más, entre ellas está la pintura, la prosa y la poesía, la escultura, la arquitectura, la fotografía, etc.

También la Belleza de la Creación se expresa de tantas formas distintas como nuestra esfera de consciencia es capaz de abarcar y apreciar: en un copo de nieve, en una hoja cuajada de rocío, en una flor silvestre, en un animal salvaje, en el manto verde de una pradera, en el fluir del agua de un riachuelo por entre las rocas, en la profundidad de un bosque frondoso, en la majestad de una montaña o en un cielo pintado de nubes de algodón de caprichosas formas cambiantes.

La Naturaleza puede ser tremendamente bella cuando la mano del hombre no la corrompe con sus miserias y su-ciedad de la so-ciedad… Y es que, si nos preguntamos qué es lo que hace que nos gusten los niños, o ser amantes de los animales, o qué nos impulsa al contacto con la naturaleza, veremos que es nuestra propia esencia de vida, aquello que llamamos Ser.

Un árbol antes de dar su fruto primero hace nacer una flor, como enseñándonos que persiguiendo la belleza encontraremos los frutos…

Belleza también se encuentra en el trato amable y cordial, en una sonrisa franca, en una mirada serena, en un respetuoso silencio y en el Amor que se expresa sin esperar nada a cambio.

Si no somos capaces de apreciar y deleitarnos de la Belleza, que nos invade y nos eleva tomados por hilos invisibles de Magia, cómo seremos capaces de reconocer los senderos espirituales y los reinos superiores… En todas sus variadas expresiones, la Belleza es la propia manifestación del DO a través de sus criaturas que, en una gran sinfonía de sonidos, de colores y de Magia, dan testimonio de su divinidad.

Busquemos la Belleza de la vida y hagamos de la vida una Belleza… Entonces el SER se habrá hecho manifiesto.

Ángel .º.

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