UN CUENTO PARA MI NIETO
No muy lejos de aquí hay un lugar mágico donde habitan la ilusión, la imaginación los sueños y la fantasía.
Es un paraje que tiene bosques de avellanos, de robles y de encinas y está poblado por ardillas, cabras, jabalíes y otros animales. Los cuervos, las águilas y los halcones anidan en sus árboles y en sus cerros. Tiene rocas que brillan como el oro y ventanas en las montañas que se abren al mundo de la quimera, de la fantasía posible.
Aquí, en este sitio fabuloso nació hace muchos, muchos años un pequeño dinosaurio llamado Llampec.
Llampec era siempre muy alegre y divertido y un poco travieso y muy decidido. Se divertía mucho con sus amigos Blusmay, Murci y Lonek;
corrían y trotaban todo el día jugando al pica-pared, al escondite, al dinosaurio perdido… jugaban y jugaban hasta que cansados se sentaban y contaban historias y cuentos que ellos mismos inventaban.
Un día que estaban charlando, tumbados en la hierba; Llampec le preguntó a sus amigos si sabían qué había detrás de la ventana de roca; Blusmay no sabía nada, pero Murci que ya sabía volar, se había acercado un día a curiosear, vio que al otro lado había un mundo muy diferente al suyo y Lonec les dijo que su papá le había advertido que no debía acercarse a la ventana porque podía ser peligroso.
A partir de entonces, cada día hablaban y hablaban del mundo imaginado que había detrás de la ventana mágica. Fueron pasando los días y los años y los cuatro amigos crecieron mucho y se hicieron enormes dinosaurios pero siempre tuvieron viva la curiosidad por conocer el mundo fantástico del otro lado de la ventana.
Así que un buen día decidieron ir hasta esa abertura y pasar juntos al otro lado.
De repente su mundo cambió, el cielo era más azul y las montañas, aunque parecidas eran diferentes, los árboles eran más pequeños, no vieron más dinosaurios que a ellos mismos y quedaron muy impresionados al ver a seres pequeños que andaban erguidos y hablaban y cantaban y reían y además se metían en cajas de colores con ruedas, que se movían solas por caminos lisos y negros.
Fueron muchas cosas las que les sorprendieron sin darse cuenta que el paso por la ventana de la montaña había sido un viaje en el tiempo hacia el futuro.
Iban de un sitio a otro, mirando y admirándolo todo; con sus enormes pies daban fuertes zancadas que hacían temblar la tierra.
Las gentes y los animales de la zona huían, sin saber a dónde, espantados, más que por la visión de los dinosaurios, por el ruido tremendo que hacían sus pisadas.
Fue entonces cuando Edelweis, el hada de las montañas, que por aquí se llama Flordeneu y en otros lugares la conocen por Flordenieve, se puso delante de ellos y muy seria y aparentemente enfadada, les regañó por asustar a todo el mundo
y les dijo que podían pasar por la ventana mágica siempre que quisieran, pero cuando estuvieran a este lado deberían ser más pausados y moverse con mucha calma y lentitud y además deberían camuflarse o disfrazarse con el terreno para no asustar a nadie, puesto que el mundo de los dinosaurios está al otro lado de la ventana, no en éste.
Llampec y sus amigos agradecieron a Edelweis que les permitiera visitar nuestro mundo y como les encanta convivir con la inocencia, la imaginación y los sueños de las niñas y de los niños, pasan largas temporadas con nosotros disfrazados de roca de montaña y moviéndose tan lentamente que casi nadie se entera de que son realmente dinosaurios.
El niño que me contó este cuento, me dijo que mirando con mucha atención y mucha paciencia, descubrió a Llampec comiendo muy despacito unas hojas de avellano que crece muy cerca del sitio donde él está.
También me dijo que Blusmi, Murci y Lonec están cerca de Llampec, pero solo son visibles si se buscan con los ojos infantiles de la imaginación.
Fin.
Para mi nieto Rubén.
Cuando el tiempo y la vida pongan en ti más experiencia y te hayan convertido en adulto, que ni la vida ni el tiempo te hayan podido quitar tu sonrisa, tu risa abierta y contagiosa, ni la limpieza de tu mirada, ni tu ilusión, ni tu imaginación, ni siquiera la inocencia, para que puedas ser un adulto inteligente y bueno, con alma de niño.
Tu abuelo José
Martes, 26 de abril de 2016
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23 respuestas
Gracias José precioso escrito, cuántas historias nos cuentan las formas naturales, cuando miramos a través de los ojos de un niño… cuántos maestros aparecen, y la posibilidad de recordar si nos quedamos lo suficiente. Gracias nuevamente, un abrazo.
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Según la leyenda está piedra fue una serpiente que quedó petrificada
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¡Saludos!
Este cuento me a hecho recordar que la tierra está hueca y que ahí se habitan dinosaurios, en un momento pensé que sería algo referente a esto hasta que aclaró que era como un portal para viajar en el tiempo y ver esa piedra con forma de dinosaurio fue recordar lo que se dice mucho de árboles petrificados, rostros de gigantes y de animales pienso que este cuento ayuda para salir de la caja y observar otras cosas.
Gracias
Hola a todos.
Soy José F. Álvarez y mi presencia aquí se la debo a un grupo de “locos lúcidos” y agradables que conocí en Granada debido a la grabación de Coelum et Infernum a quienes conocí a través de Carmen Talavera. Personas originales, buena gente, honestos y sinceros. Gracias por haberos conocido y por vuestra buena acogida.
Gracias al administrador de DDLA por haber publicado este pequeño cuento. Gracias también a todos los que habéis tenido la paciencia de leerlo y muchas gracias a todos los que habéis expresado vuestro pensamiento y el sentimiento que este relato os haya causado, con los cuales sintonizo.
Gracias a todos y un abrazo cordial.
El Ser, lo más bonito de lo creado.
Y que puede haber más bello que el acto de amor de un Ser para otro Ser. En este caso el de un abuelo que escribe un cuento para su nieto.
Al margen del momento presente, de la edad de cada uno, de los roles que les toque interpretar, siendo uno abuelo y el otro nieto, sus Seres no tienen ninguna edad y comparten la única energía eterna y poderosa que da consistencia a nuestro universo, el amor.
Gracias José por compartir también este cuento con nosotros.
Un abrazo
Gracias por este relato, me emociona tanto en ver a los niños tal y como son, puros, viviendo el presente. Esta misma noche se lo cuento a mi hija, tengo mucha curiosidad de saber qué dirá. GRACIAS.
Gracias José por tu cuento, por recordarnos que la anarquía del Ser y la imaginación van de la mano. Me hizo recordar aquellos cuentos que les contaba a mis hijas cuando eran pequeñas, eran de los momentos mas bonitos, vividos de verdad, porque en esos momentos volvía a ser niño, como ellas.
Un abrazo.
La esfera de consciencia de un niño que permite ver lo invisible, lo esencial.
Un universo “más” infinito porque no se adapta a sus ojos, se adapta a su corazón donde la esfera es más amplia y profunda, donde los códigos no son colores y formas, sino sentires empáticos que no permite confundir como lo hace una vista acotada.
Gracias por recordar con este cuento ese universo, que está ahí nomás… con solo virar apenas nuestra “mirada” y al hacerlo, ver que Solo somos unos Niños.
Que Bonito cuento…muy bonito…
Gracias por este tregalo…y por el mensaje que trae consigo.
Nos resulta inevitable caer y ser arrastrados por el torbellino de las reglas, de las etiquetas y de lo que se espera de un adulto , que tiene la “obligación” de comportarse de cierta manera, porque se supone es un adulto.
No sé si depende de actitud y aptitud personal para enfrentarse al día a día de la mejor manera que entendemos debemos haerlo…Pero una cosa sé seguro…y es que todo aquél que aún tenga la capacidad de soñar despierto, de creer en la verdadera magia y tenga fe y ánimo de ver otra realidad detrás de lo aparente, de la misma manera que lo hace un niño….puede considerarse un bendecido por el DO, ya que le ha regalado la llave que atraviesa toda “realidad”… y nos permite ver y encontrar a esos mágicos seres….sean como LLampec, o de otros tipos….
Gracias José..
Helimer.·.
Creer es ver con la emoción de un niño
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Hoy me encontré a Llampec, en la taza del café; y sí, me lo bebí despacito pensando que me llevara aquel lugar olvidado y en mi niñez bien guardado.
El óculo mágico, la ventana dorada de las montañas, que sólo la inocencia de un corazón de niño, puede ver tengas 7 que 70 , gracias José por llevarnos a la infancia y a la magia .
Recuerde cuando era niño, Recuerde cuando era feliz*
Recuerde… https://uploads.disquscdn.com/images/8d9ad502c04fa293b04c8b0b84156295a4bab1c4c48addf8ad78a92062cdb156.jpg
Recuerdo un viaje con unos amigos a un lugar remoto, donde las formaciones rocosas “parecen” grandes colosos custodiando una gigantesca puerta. Este relato me recordó ese viaje, gracias.
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LLampec significa en Catalán Relámpago creo, curioso pues se necesita de esa energía para revertir la esfera, (un choque consciente). “Como ese martillo de Thor.”
Todo está relacionado y como bien hacen los 4 amigos desde el EMM 4×4, al entrar en nuestro mundo ruidoso..pero que de igual forma les gusta estar.
Haciéndose ver de igual manera para aquellos que vean y sientan desde la imaginación.
Un mundo intra -terreno el de los 4 amigos.
Disfruto mucho leyendo esta sección,muchas gracias por compartir este cuento que es para su nieto.
A sus ligeros 15 añitos, mi pequeño amado imaginando a LLAMPEC y sus amigos, entusiasmados ambos por el bello relato.
Gracias 🙏
Gracias por la carta. «….que ni la vida ni el tiempo te hayan podido quitar….».
En el último RF nos habla de los elementales y en este «…y algo más» nos muestra fotos de formas evocadoras de Montserrat..
Al mirar las fotos, las palabras siento como si algún engranaje se acoplase.
Al mirar la fecha y hora de publicación, me surge esta pregunta que formulo a continuación:
Compruebo que la hora de publicación es 11:31. ¿Esta hora a qué momento corresponde?
Gracias por compartir esta carta escrita un martes como hoy.
A primera vista 11+31 suman 42
¿ Qué le dice ese número.?
🙂 Gracias
Hay tres uno(s). Y al verlos en ese orden, lo siento así. El once o la pareja de uno(s) lo veo como la pareja de opuestos de esta dualidad. Los dos puntitos de la hora sería como una puerta o portal. Y al otro lado la tríada donde el espíritu es cristalizado y se vive desde la unidad (el tercer uno) del Ser. La secuencia de fotos también me transmiten lo mismo.
Muchas veces me quedo mirando la montaña de Segaria, le llaman el gigante dormido, su cara está perfectamente perfilada desde donde la observo, siempre me pareció que tenía vida https://uploads.disquscdn.com/images/b7d37f8fcdf97d7f2f9d7f9466d12888536a363a516f09ab5cd008253385e00b.jpg https://uploads.disquscdn.com/images/986e4d67f589b206fffb94354e05ddb0af134dd4d14ed4fe2b6f3476dee76fe9.jpg
Aquel que no fuera como un niño no podrá entrar en el reino de los cielos ya que la pureza te conecta con el SER esa chispa habitando el avatar alcanza esa conexión como cua do fue Niño con esa simpleza, sencillez donde la imaginación los sueños y la fantasía es el mundo donde todo sucede detrás de lo aparente.
Gracias Jose por tu escrito.