“Los aliados lucharon contra el enemigo equivocado…Berlín me da melancolía. Los alemanes son la única gente decente de Europa. Hemos destruido lo que era una buena raza y la hemos reemplazado por salvajes. Y toda Europa será comunista.”
“Después de haber sido degradado de Gobernador militar a comandante del decimoquinto ejército no estoy infeliz, prefiero eso a ser el verdugo de la mejor raza en Europa.”
“Estoy francamente en contra de este negocio de Núremberg, así como de enviar a prisioneros de guerra a trabajar al extranjero donde muchos morirán. Si lo que estamos haciendo con los alemanes es la libertad, entonces podéis matarme. No puedo ver como los estadounidenses pueden caer tan bajo, esto es de carácter semítico. Es divertido recordar que hemos luchado en la guerra civil por la defensa de los derechos del hombre y para abolir la esclavitud y ahora hemos vuelto a ambos principios.”
Declaraciones del General Patton unos meses después de finalizada la segunda guerra mundial. George Smith Patton, General 4 estrellas de EEUU, muere en extrañas circunstancias el 21 de diciembre de 1945.
No voy a hablar del holocausto, ya mucho he dicho sobre el mismo y saben mi opinión, tampoco de revisionismo histórico, el que guste puede comprometerse, esforzarse y hacerlo. Hoy voy a centrarme en lo que conozco y manejo muy bien, en las energías involucradas, en el “cómo y el por qué“ del holocuento judío que no es sólo el conocido, sino que abarca muchísimo más, pues es la base del sistema cabalista actual, hacerle creer a las masas lo que no es para crear la realidad que ellos quieren proyectar, la realidad talmúdica del infierno cabalista de los demonios sobre la tierra.
Finalizada la segunda guerra mundial hubo aparentemente ganadores y perdedores, pero no como la historia oficial nos ha contado. Los supuestos ganadores en realidad fueron los perdedores, pues jamás ganaron la contienda, sólo la guerra, porque Hitler nunca se rindió. Como ya saben pues se ha desarrollado ampliamente en este espacio con “La Otra Historia“, el verdadero motivo de la segunda guerra fue el dominio o la liberación del humano (espacio matricial), fue una guerra de energías donde los demonios de la coalición intentaban retener el poder sobre la humanidad, y los humanos del eje intentaban liberarla de ese dominio y opresión. El juego de energías fue entre humanos y demonios. Ya conocen el resultado final de la guerra, pero desconocen el resultado final de la contienda, pues la batalla final aún no se ha librado y sigue ejecutándose entre bambalinas desde 1945 hasta el día de hoy.
Los demonios ganaron la batalla al nacionalsocialismo en 1945, pero no lograron ganar la contienda a la humanidad, ellos sabían que tarde o temprano se descubriría al verdadero enemigo, la verdad saldría a la luz en algún momento, pues era innegable que Adolf Hitler había logrado lo que nadie antes había conseguido, liberar a un pueblo entero de la opresión de los demonios, dando el ejemplo del camino correcto a seguir a todas las demás naciones del mundo. Hitler y el nacionalsocialismo fue la punta de una lanza de liberación que alcanzaría no sólo a toda Europa, sino también al mundo entero si no era detenida o retenida en un eterno páramo de ignorancia, mentiras y odios inducidos.
Si algo es indiscutible, es que los demonios conocen el juego de energías y como cubrirse las espaldas de acontecimientos venideros. Necesitaban crear un egregor mental de tal poder, que protegiera el engaño judío e impidiera llegar a la verdad a todo aquel que se propusiera hacerlo, pues, aunque descubrieran los beneplácitos del nacionalsocialismo alemán, el rechazo por las atrocidades cometidas por este y Adolf Hitler, sería mayor que la verdad misma, manteniendo el centro de gravedad lejos del objeto real y cerca del objeto imaginario creado por ellos.
Patton sin saberlo había alertado a los judíos de lo fácil que era descubrir la verdad, y también les dio la clave de cómo crear ese egregor mental que les cubriera las espaldas. El juicio de Núremberg fue el acontecimiento donde se comenzó a construir el engaño más grande de todos los tiempos, el holocuento judío del holocausto y el egregor mental que lo sustentaría y protegería de ahí en adelante. Antes de Núremberg el holocausto no existía. Fue creado a partir de las mentiras sionistas. Armaron una historia y una causa judicial como lo hacen ahora con cualquiera que niegue el holocausto. Negacionismo es negar algo que sucedió, así que no puedo negar el holocausto porque nunca existió, fue creado como el diario de Ana Frank, con bolígrafos de tinta judía en un oscuro y siniestro estudio literario sionista.
El punto más débil del humano es su centro emocional y por ahí fueron, grabando runas durante 70 años, generación tras generación, manteniendo el gran engaño hasta que no pudieron seguir haciéndolo, pues la última generación comenzó a ser inmune a ese egregor mental y se reía de la mentira del holocausto judío. Fue entonces cuando acudieron a la fuerza bruta de sus demoníacas leyes, prohibiendo y castigando tanto el revisionismo como la negación del holocuento, pues el día que el engaño se sepa, todo el sistema cabalista se desmoronará como una estatua de barro bajo la fresca lluvia de la consciencia.
El General Patton no llegó a conocer la mentira del holocuento, pues lo eliminaron antes de su creación, pero supo percibir la verdad y ver quién era el verdadero enemigo de la Humanidad. Ahora nos toca a nosotros crear un nuevo egregor, el de la consciencia y la verdad. Cuanta más consciencia se cree más grande y fuerte será el egregor, logrando mover el centro de gravedad hacia el lado de la verdad y destruyendo completamente al egregor de Núremberg y al sistema entero cabalista que es el holocuento judío más grande de la historia de la humanidad.
Finalizada la segunda guerra mundial hubo aparentemente ganadores y perdedores, pero no como la historia oficial nos ha contado. Los supuestos ganadores en realidad fueron los perdedores, pues jamás ganaron la contienda, sólo la guerra, porque Hitler nunca se rindió. Como ya saben pues se ha desarrollado ampliamente en este espacio con “La Otra Historia“, el verdadero motivo de la segunda guerra fue el dominio o la liberación del humano (espacio matricial), fue una guerra de energías donde los demonios de la coalición intentaban retener el poder sobre la humanidad, y los humanos del eje intentaban liberarla de ese dominio y opresión. El juego de energías fue entre humanos y demonios. Ya conocen el resultado final de la guerra, pero desconocen el resultado final de la contienda, pues la batalla final aún no se ha librado y sigue ejecutándose entre bambalinas desde 1945 hasta el día de hoy.
Los demonios ganaron la batalla al nacionalsocialismo en 1945, pero no lograron ganar la contienda a la humanidad, ellos sabían que tarde o temprano se descubriría al verdadero enemigo, la verdad saldría a la luz en algún momento, pues era innegable que Adolf Hitler había logrado lo que nadie antes había conseguido, liberar a un pueblo entero de la opresión de los demonios, dando el ejemplo del camino correcto a seguir a todas las demás naciones del mundo. Hitler y el nacionalsocialismo fue la punta de una lanza de liberación que alcanzaría no sólo a toda Europa, sino también al mundo entero si no era detenida o retenida en un eterno páramo de ignorancia, mentiras y odios inducidos.
Si algo es indiscutible, es que los demonios conocen el juego de energías y como cubrirse las espaldas de acontecimientos venideros. Necesitaban crear un egregor mental de tal poder, que protegiera el engaño judío e impidiera llegar a la verdad a todo aquel que se propusiera hacerlo, pues, aunque descubrieran los beneplácitos del nacionalsocialismo alemán, el rechazo por las atrocidades cometidas por este y Adolf Hitler, sería mayor que la verdad misma, manteniendo el centro de gravedad lejos del objeto real y cerca del objeto imaginario creado por ellos.
Patton sin saberlo había alertado a los judíos de lo fácil que era descubrir la verdad, y también les dio la clave de cómo crear ese egregor mental que les cubriera las espaldas. El juicio de Núremberg fue el acontecimiento donde se comenzó a construir el engaño más grande de todos los tiempos, el holocuento judío del holocausto y el egregor mental que lo sustentaría y protegería de ahí en adelante. Antes de Núremberg el holocausto no existía. Fue creado a partir de las mentiras sionistas. Armaron una historia y una causa judicial como lo hacen ahora con cualquiera que niegue el holocausto. Negacionismo es negar algo que sucedió, así que no puedo negar el holocausto porque nunca existió, fue creado como el diario de Ana Frank, con bolígrafos de tinta judía en un oscuro y siniestro estudio literario sionista.
El punto más débil del humano es su centro emocional y por ahí fueron, grabando runas durante 70 años, generación tras generación, manteniendo el gran engaño hasta que no pudieron seguir haciéndolo, pues la última generación comenzó a ser inmune a ese egregor mental y se reía de la mentira del holocausto judío. Fue entonces cuando acudieron a la fuerza bruta de sus demoníacas leyes, prohibiendo y castigando tanto el revisionismo como la negación del holocuento, pues el día que el engaño se sepa, todo el sistema cabalista se desmoronará como una estatua de barro bajo la fresca lluvia de la consciencia.
El General Patton no llegó a conocer la mentira del holocuento, pues lo eliminaron antes de su creación, pero supo percibir la verdad y ver quién era el verdadero enemigo de la Humanidad. Ahora nos toca a nosotros crear un nuevo egregor, el de la consciencia y la verdad. Cuanta más consciencia se cree más grande y fuerte será el egregor, logrando mover el centro de gravedad hacia el lado de la verdad y destruyendo completamente al egregor de Núremberg y al sistema entero cabalista que es el holocuento judío más grande de la historia de la humanidad.
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