19) Toda especulación de la cadena productiva será castigada. El precio entre productor y consumidor no puede exceder un margen aceptable y justo, siendo el productor el que más ganancia obtenga y no los intermediarios o cadenas de ventas que no hacen absolutamente nada más que exponerlos al público en sus góndolas. El pueblo sin excepción debe poder comprar el producto y no sólo unos pocos, de lo contrario mejor volver al almacén de barrio.
La especulación entre productor y consumidor es la principal causa de inflación del mercado de consumo. Todos los demás factores que habitualmente nos dicen que influyen en dicha inflación, dólar, costos productivos, sueldos, gastos, etc., son una estrategia de manipulación mediática para que esto pueda llevarse a cabo y el producto salga una fortuna. No hay causa real para subir un producto del productor al consumidor de la forma que muchos lo hacen. El costo de producción de cualquier empresa sea la que fuese, puede ser compensado y cubierto por una mayor venta a menor precio de sus productos. Lo demás es especulación financiera del intermediario, a costas del productor de la materia prima y del consumidor final del producto.
Toda empresa multinacional o nacional deberá cumplir con las normas de una ley de necesidad básica, no pudiendo superar el precio de venta más que x% del precio del productor de la materia prima, de esta manera para que la cadena sea justa con todas las partes, primero se deberá revaluar al productor, luego el intermediario sobre esa revalorización fijará el precio sin superar un x% preestablecido, para que todo consumidor final pueda tener acceso al producto sin excepción alguna.
Todo productor deberá primero cubrir la cuota interna del país, y recién cubierta esa necesidad básica, este podrá exportar el sobrante del mismo. En definitiva, se invertirán los valores actuales de exportar primero, y cubrir después con el sobrante las necesidades internas de los humanos, que finalmente nunca son cubiertas por el excesivo precio o por la escasa oferta de los mismos.
Se terminará con el actual arquetipo cabalista de oferta y demanda, donde prima el negocio insensible y usurero, antes que las necesidades básicas Humanas.