
“…Digamos que las octavas son lo que la ciencia conoce actualmente como fractales, algoritmos que se repiten a sí mismos formando figuras y formas compuestas. Un fractal se contiene a sí mismo, es decir que está compuesto por infinitos fractales que son réplicas de sí. Podemos decir entonces que una nota cualquiera de una octava contiene en sí toda la octava, en otras palabras la unidad contiene al todo y el todo contiene a la unidad…” NIVEL NEÓFITO C/Nº10
Se llaman suboctavas a las octavas que se generan entre las notas de una octava primaria. Una octava recorre un camino entre la intención inicial y el propósito final de la misma mediante siete notas o nodos (do-re-mi-fa-sol-la-si) El paso de un nodo a otro depende de una suboctava entre notas y sus microchoques. La mejor forma de comprender esto es visualmente, así que, veamos una octava primaria con sus suboctabas correspondientes.

Cada nodo independientemente de su nota, toma el rol de “DO” de su suboctava correspondiente, así tenemos 7 suboctavas y 16 microchoques en una octava primaria que son los siguientes:
1) Dotava (DO-re-mi-//-fa-sol-la-si-//-do)
2) Retava (RE-mi-//-fa-sol-la-si-//-do-re)
3) Mitava (MI–//-fa-sol-la-si-//-do-re-mi//)
4) Fatava (FA-sol-la-si-//-do-re-mi-//-fa)
5) Soltava (SOL-la-si-//-do-re-mi-//-fa-sol)
6) Latava (LA-si-//-do-re-mi-//-fa-sol-la)
7) Sitava (SI–//-do-re-mi-//-fa-sol-la-si//)
Ahora conociendo mínimamente que son las suboctavas la cosa se complica un poco, pues la interacción entre nodos es mas compleja ya que cada subnota está conectada a ambos nodos de la octava primaria que la contiene, pero eso es otra historia para más adelante.

Los microchoques de las suboctavas son lo que sentimos diariamente como “estados emocionales“, y de ellos nos ocuparemos más adelante cuando sigamos desarrollando el maravilloso universo de las octavas. Por ahora esto es suficiente.
24 respuestas
Hola a todos.
Muy interesante el artículo, y que entra dentro de la nueva sección ¿cómo funcion? donde se explicará de forma simple y clara cómo funcionan las cosas desde sus componentes más simples a sus componentes más complejos para que puedan ordenar el puzle y armar el cubo de Rubik con muy pocos movimientos, y así, comprender que la galera es solo la ilusión que utiliza el conejo para engañar al místico mistificado y confundir al verdadero mago.
Por lo que entiendo, el componente más simple de una octava es una nota, pero estas a su vez contienen la octava… como se suele decir por estos lares simple y complicado a la vez. La nota conteniendo a la octava, el ejemplo perfecto de lo finito conteniendo a lo infinito (el universo entero dentro de un átomo).
Gracias por poner otra pieza en el puzle, aún me quedan unas cuantas revisiones sobre el tema de las octavas.
Un fuerte abrazo!!!
Interesante, y eso que todavía no se ha entrado en los semitonos o choques que hay entre el resto de notas. Empieza a parecer un “laberinto” casi perfecto o de muy difícil solución. Las posibilidades de “perderse” son casi infinitas. Hay un recorrido, escala o modo fuente o es diferente para cada ser? Cuál es la verdadera asignación de Hz o vibración de cada nota? Existe una octava fuente que de un solo golpe o contacto pudiese “afinar” a todas las unidades de carbono?
7 sub-octavas 16 microchoques
7:7
Recordando la gestión de las energías que activan y hacen funcionar correctamente a los TFLs y viendo esta serie de sub-octavas. Me imagino una secuencia en donde puedo ver que la afluencia por ejemplo, de la primer Dotava vinculada al 1er TFL, cuya energía del Valor la hace funcionar en toda su Naturaleza. Esa Dotava concluye en el inicio de la siguiente, siendo el Re, (Retava siguiente) que corresponde al 2 TFL, y cuya energía Natural es el Perdón Consciente. Pues para llegar a dar este simple paso de conección ascendente entre energías de TFLs, las 7 energías a modo de llaves tienen que “acoplar” en tandem: 1.- Valor-Perdón-Perdón 2.- Valor-Voluntad-Perdón 3.- Valor-AMOR-Perdón 4.- Valor-Verdad-Perdón 5.- Valor-Consciencia-Perdón 6.- Valor-Desapego-Perdón 7.- Valor-Valor-Perdón.
Observando el ejemplo que tomé arbitrariamente para aplicar estas sub-octavas. Descubro y es notable que en cada caso, la primera de las subnotas en cada sub-octava es justamente la misma nota de la octava mayor, a modo de Vector hacia dónde se dirige. Así como también es notable que la última nota antes de concluir la sub-octava es la nota inicial a modo de “recuerdo” del origen del recorrido…
Un omega en el inicio, y un alfa al llegar. Simplemente hermoso
Por lo expuesto, las octavas formar parte de la realidad general y de nuestra realidad subjetiva en la que estamos inmersos.
Solo a través del pensamiento cuántico es que podemos experimentar su presencia, agudizando la capacidad de observación para sentir sus energías, los microchoques que producen las suboctavas como “estados emocionales”, presentes a cada instante de nuestra vida.
Cambiando paradigmas impuestos, pensar en octavas, sentir su mecanismo y los procesos energéticos que producen en lo individual y en lo colectivo.
Solo así podemos limpiar poco a poco el mental para detectar octavas que no nos pertenecen y crear nuestras propias octavas, con coherencia en lo que pensamos, decimos y hacemos. Procesando impresiones diarias y así expandir nuestra esfera de consciencia. Aquí también entran los centros energéticos y la calidad del proceso mental para sostener la expansión de consciencia. El campo está minado, esta energía entregada por Morféo nos ayuda a caminar en este espacio matricial con control, protagonizando nuestras propias octavas.
Hay infinidad de veredas que llevan a cada puerto y es con nuestro discernimiento y elección la forma en que andamos el camino. Pues no es lo mismo arrastrarse que andar erguidos. Y no es lo mismo andar a ciegas, sumidos en el olvido, que con la paciente observación de los estados anímicos y acontecimientos desde el puesto intransferible de vigía al que buenamente se haya alcanzado subir con dioptrías, esmero y voluntad propia.
Desde ese puesto y aún pareciendo que las suboctavas cobran el protagonismo suficiente como para parecer suplantar o desviar una y otra vez un propósito o filosofía de vida, es esa octava superior la que subyace y mantiene en segundo plano el rumbo fijo a pesar de los pesares. Pero para eso hay que agudizar la mirada y ver que las suboctavas también son precisamente el auténtico camino que une y adorna ese propósito.
El buen corredor de fondo es paciente y nada olvidadizo, pues no sólo observa y se deleita en el andar, sino que el aprendizaje en cada paso le permite pisar y elegir con mayor tino en cada encrucijada. Y le aconseja reducir o acelerar el paso según su personal criterio, pues al final y realmente, a pesar de la velocidad o gracias a los tropezones, no hay prisa ni meta, sino camino que andar.
“Los microchoques de las suboctavas son lo que sentimos diariamente como “estados emocionales”” Por tanto, cambiando el estado emocional, eligiendo cómo nos sentimos frente a las cosas que pasan, controlando el nitrógeno que producimos, cambiamos conscientemente la evolución de las suboctavas, y así de la octava misma.
Con toda la negatividad exterior, habrá que buscar en el interior de una misma la positividad para equilibrar el centro de gravedad (Y hay que reconocer que nos lo ponen difícil).
Estas suboctavas me hacen imaginar, como se empezaría a gestar un desequilibrio dentro de una octava, viéndolo como las bolas de nieve que empiezan con un tamaño muy insignificante y conforme va rodando (bajando) la montaña crece desmesuradamente hasta destruir todo a su paso, pero en el caso que ahora toca, esta insignificante bola de nieve que nace no se en que nivel de profundidad de una octava, osea en que suboctava de una suboctava, conforme va escalando va tomando más poder y capacidad de anular la octava primaria, siendo en este caso el medio propicio de desarrollo nuestros mentales desordenados y sucios como bien se nos enseñó.
En definitiva esto sería el proceso de la vida o de vivir la vida la diferencia radicaría entre ser conscientes o inconscientes de estas señales que se nos presentan en cada decisión importante que tomamos y que cambian la forma en que llegamos a Nuestro propósito o nos debían de él
Interesante lo que menciona el artículo, a los choques lo percibimos como “estados emocionales” sin embargo me surgen muchas dudas por que las impresiones son un alimento de la mis octava es el elemento N de la triada CON. Entonces esos estados emocionales al ser los choques supongo que dependiendo que emoción generen ocasionan que una octava llegue o no a su fin, pues son el catalizador, ahora bien creo que la intención de saber todo esto es saber gestionar correctamente esos “choques” es decir nuestras propias emociones. Estamos rodeados de cosas que nos generan emociones negativas, por lo que mantener el centro de gravedad no siempre nos resulta tan sencillo.
Siguiendo el comentario de Montarazz y como bien anotas, los Nitrogenos son capaces de levantar los mejores carbonos
que nos puedan alimentar y el oxígeno más puro, que podamos respirar. Con las emociones abrazando hidrógenos altos, se logra contaminar haciendo que una suboctava entre en recurrencis y por ende y bajo mi sentir, la octava superior no avanza, se estanca en recurrencias internas.pudriwndo la energia
Así es Mayo, sólo corregir un poco mi comentario, las impresiones en si no son las emociones si no que las generan y si no las controlamos como se mencionó hace ya algún tiempo surgen las exo y endo energías cuya manifestación son esos estados emocionales negativos principalmente en este caso por el proceso descrito. La “digestión” de las impresiones me parece que tiene mucho que ver con los pensamientos, un mental contaminado procesa mal las impresiones y genera alimento chatarra en forma de endo y exo energías.
Las suboctavas me recuerdan a las señales en el camino que o bien las interpretamos erróneamente o bien no las vemos y si las vemos, ni caso hacemos, y pueden ser definitivas para llevar a cabo lo que pretendemos. Cuando uno tiene una intención y un propósito definido hay una octava que se inicia para llegar a su fin, pero en medio se inician suboctavas que van concretando, definiendo, regulando el flujo de esa energía de tal forma que prestar atención a esos intervalos pueden llevarnos o bien a realizar el propósito con éxito, o a modificar el curso, o a renunciar a la intencíón de continuar, o a incorporar elementos que no habíamos previsto y que quizá el esfuerzo que ahora supone no se corresponde al propósito final o al resultado que pretendíamos, como el ejemplo que ha puesto Yuio.. Como siempre, los matices, estos intervalos o suboctavas entre nodo y nodo, son la base, la que nos aporta información o las “pistas” del proceso.
Leyendo a Mayo me detuve en lo referente a lo complejo que puede resultar llevar adelante con éxito una octava habiendo tantas sub octavas en curso y el consiguiente peligro de la recurrencia.
En el caso de las matemáticas se apela como medio de solución a un problema (problema en el caso de las matemáticas) a la “recursividad”, en otras palabras mediante la técnica del “divide y vencerás”, que consiste en descomponer un problema en sub problemas del mismo tipo que el original y a su vez cada sub problema se divide en otros sub problemas repitiendo sucesivamente el proceso hasta resolverlo. De tal manera, las soluciones de los sub problemas permiten dar solución al problema original. Los programadores acuden a este tipo de recurso de repetir esta acción para la solución de un problema pero sobre todo para obtener un algoritmo al que un procesador recurrirá más adelante en un caso similar.
Pero . . . ¿Cuál es el secreto en todo esto? Que la “recursividad” necesita una condición inicial para llevar a cabo el proceso y el mismo llega a su fin cuando se obtiene como resultado la misma condición que la inició. Digamos que el algoritmo cumplió su cometido.
Distinto sería si el proceso necesitara de una estructura de programación repetitiva o ciclos (otro de los recursos usados por los programadores) que no se sub divide pero lo repite indefinidamente hasta que un “centinela X” lo va detectando en cada paso hasta corregirlo o arruinarlo según sea la intención. Este bien podría ser el peligro de la recurrencia.
Dicen que las ideas mas simples, necesitam las soluciones más complejas.
Leyendo tu comentario , recuerdo que una de las contactadas de Contacto ET,( creo que era Prospera Muñoz) , contó que en su salida en la nave, pudo respasar su plantilla existencial viendo que como octava particular, era muy sencilla pero los anfitriones le replicaron que cuidado, ejecutarla una vez se ingresa en este EM4X4 , no es tan facil.
Hola a todos. Indudablemente este artículo nos ha dejado mudos, como bien apuntaba Mayo, ratifica que el suelo que parecía firme bajo nuestros pies es sólo una hoja flotando sobre el agua. Hasta un niño tiene claro que quiere, sin embargo una segunda lectura de ello puede hacernos concluir que eso no siempre significa ser lo correcto o lo que nos gustaría realmente (si llega a concretarse). Entiendo que las suboctavas actúan como freno o descontinuador ante primeras lecturas fallidas, prontos, calentones, ataques egoicos cuya repercusión se tamiza gracias al ABS que incorpora la propia octava para estos casos.
El paso de la intención inicial al propósito final, que en principio parece razonablemente fácil plasmar en dos simples pasos termina por resultar ante la información presentada un laberíntico cubo de Rubik plagado de matices que en el día a día requieren un orden preciso de cada pensamiento, decisión, duda, error, corrección del error, etc, hasta el punto de lograr un algoritmo preciso y funcional que encaje y nos mantenga a flote respecto a la intención que teníamos y aquello que siendo fácil ya se halla mas allá del horizonte.
Me he puesto un ejemplo bobo para intentar comprender esto mejor. Pongamos que uno decide ponerse e forma. Basta con tres cosas, adquirir una rutina de entrenamiento, adoptar una buena alimentación y ser constantes para que los resultados empiecen a dar su fruto. Eso ya es dificil dependiendo para quien pues entran otros subfactores que no contaban a priori como el tiempo que tengo para ello, la calidad de los alimentos que tengo al alcance, a que nivel está mi cuerpo respecto al entrenamiento, la motivación que me impulsa a entrenar, etc. Todos estos aspectos entiendo que forman parte de esta suboctava y saldrán a relucir tarde o temprano en el conjunto general de su desarrollo. Digamos entonces que aparece una lesión y un experto nos dice que ese tipo de entrenamiento no es el adecuado para nuestro cuerpo sino para otra tipología con la que no podremos coincidir nunca por no ser nuestro propio diseño corporal (un hombre de dos metros jugando al ping pong o un hombre de metro y medio jugando al baloncesto por ejemplo). ¿Que hacer entonces? ¿Hacemos caso al experto?, ¿continuamos entrenando tras recuperarnos de la primera lesión?¿Y si llega la segunda?¿podriamos igualmente estar en forma con otro entrenamiento?¿entonces variamos la intención o el propósito?…
Los dos pasos que unen la intención con el propósito me recuerdan al pequeño esquema que uno lleva en la nota de la compra antes de entrar en el supermercado, para luego descubrir que no había nada de eso pero salir con una cesta llena de cosas que no llevabas apuntadas en la lista. Una cosa es la octava de diseño y otra la octava de creación, que es esa donde está la chicha y que es la que se improvisa con pálpitos y decisiones en el día a día a través de esa subtrama que cubre el espacio intermedio entre los dos nodos principales marcados en el diseño.
Este artículo es oro puro, porque expone literalmente el algoritmo tan complejo que conforma la plantilla de sucesos en el día a día, y cómo cada decisión cuenta en esa trama, que además es sagrada y multicapa. Absolutamente acojonante.
Un saludo
Con la publicacion del libro de Morféo: “El secreto de las octavas”, parecía que gran parte de este universo de conocimiento estaba contado. Este artículo desde mi percepción, expande mucho más el horizonte conocido abriendo esta ventanita, de que sucede entre nodo y nodo; la continuidad o la recurrencia, microchoques emocionales etc..
Asi uno no deja preguntarse acerca del nivel de “precisión” al que puede llega una octava y cuantas sub-sub-..octavas ( “…un fractal se contiene a sí mismo, es decir que está compuesto por infinitos fractales que son réplicas de sí…”), puede contener una octava principal en ejecutción y lo complejo que puede resultar llevarla a éxito (a mas elementos, mas riesgo de entrar en recurrecia y alargar esa octava principal) y asi, no pasa desapercibido que exista por suboctava, una Retava y una Sitava con tres microchoques cuando el resto, de “tavas”, tiene dos.
Un interesante trabajo de estudio y análisis.
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Muchas Gracias Morféo por seguir transmitiendo tanto conocimiento.
Si no fuera por usted, sería muy difícil acceder a él. Pienso que para mí, la mejor manera de honrar y agradecer su labor y dedicación es mi trabajo y esfuerzo diarios en poner en práctica todo aquello que nos hace llegar.
Estoy muy agradecida.
Son 16 microchoques lo que significa que entre nota y nota hay dos choque para mantener la energía inicial y tres entre Mitava y Sitava donde el golpe energético en esos dos intervalos debe ser mayor para que la suboctava no entre en recurrencia. A la vez se nos avisa que los estados emocionales son los responsables de los micro choques lo que quiere decir que bajar la guardia en observar nuestros estados anímicos supone quitar la atención al tránsito fluido o detenido de la suboctava en curso que repercutirá en la octava, pues la parte contiene al todo, y si una parte falla repercute en el total.
No son 16 suboctavas, son 7 y 16 microchoques
Si si, me confundí y lo corregí. Gracias
Estaba escribiendo un comentario para el articulo NIVEL NEÓFITO C/Nº10 y ahora justo acabo de ver este nuevo articulo donde lo publico aquí ya que va relacionado.
Me esta sucediendo algo bastante extraño y es que he dividido 1:7, y el resultado hecho por la calculadora de móvil, la calculadora del Windows y una calculadora de una pagina web, los resultados en cada una son diferentes!!!
Sera una falla de la Matrix¿? La matemática no es la misma en cada dispositivo¿? ¿Se esta mostrando mi recurrencia y como puedo salir de esta?
Sin duda es algo muy extraño que ahora no le encuentro explicación, pero que ante esa duda me quedo con “(1:7)=1,42857142857142857142857… Como puede notarse hay una serie numérica (142857) que se repite indefinidamente” de Morfeo por haber sido Coherente e Impecable en todo momento de esta instrucción y que le da sentido a las octavas con sus procesos energéticos.
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Las calculadoras redondean el último decimal según la cantidad de dígitos que se puede visualizar en su panel. Como la secuencia 0,142857… es recurrente y las calculadoras no abarcan la totalidad por ser una secuencia infinita, entonces redondean el resultado total según el último dígito visualizado. En tus imágenes la primera redondea el 15º decimal en 3, la segunda redondea el 16º decimal en 9, y la tercera el 11º decimal en 6
A veces las cosas son más simples de lo que la mente quiera enredar y complicarse. Gracias por aclarar.