Muchas veces el universo funciona de forma extraña y misteriosa, y nos llegan sincronías y señales en momentos cruciales, como que los ángeles nos las mandaran para confirmar algo y marcarnos el camino. No contaré como llegó a mis manos esto, ni que ángel me lo entregó, pero seguro que fue la mano divina de los mundos superiores del espíritu que me lo alcanzaron en momentos tan necesarios. Creo y siento que debo compartirlo al colectivo de DDLA, para el que tenga ojos que vea, y el que tenga oídos que oiga y llegue a quienes tenga que llegar.