Pese a ser testigos de una danza de luces, saludos y mágicos movimientos, volvimos del encuentro callados, abatidos, desilusionados por la ansiedad y expectativa previa y los acontecimientos sucedidos después de la cena, que dieron paso a las luces y las sombras de nuestras almas. Llegamos a la casa de Pepe, el Amesterdamo se sentó en un sillón frente al fuego del hogar, y los demás en grupitos cerrados murmuraban sobre sus propias y egoístas miserias.
Estaban los que se quejaban por la oportunidad perdida, los que culpaban a fulano o mengano, los que su desilusión llegaba hasta la propia figura del Amesterdamo, los que culparon al cordero porque eran vegetarianos, los que culparon a los vegetarianos porque no comieron cordero, los que culpaban a los que se quedaron callados, los que culpaban a los que hablaron, cada uno metido en su acotado, inconsciente y miserable universo de su propia ecuación de elección, sin ver lo principal, lo realmente importante de todo lo sucedido, sin ver que sus miserias habían tocado superficie gracias a la disonancia ocasionada de forma premeditada y consciente por el Amesterdamo, que sentado frente al hogar, mirando chisporrotear el fuego, esbozaba una imperceptible sonrisa de satisfacción por el trabajo bien hecho y el resultado obtenido. Lo importante no había sido el encuentro, sino la prueba que ellos nos impusieron sin saberlo.
“En el artículo anterior incursioné haciendo un experimento de equilibrio psíquico, que implicó al centro emocional inferior y el centro emocional superior, para ver qué tan preparados están, para la nueva etapa que pronto comenzará, y por los comentarios del mismo, no creo que pueda avanzar mucho más por ahora, ya que los extremos del péndulo siguen dominando al emocional inferior de la mayoría….” CONCLUSIONES LACERTA
La nueva etapa comenzó justo luego del artículo en mención, y nadie se percató de ello por estar inmersos en sus particulares universos, defendiendo las falsas posturas y opiniones de la consciencia artificial de su irreal personalidad virtual. Tienen que comprender y sentir que NO HAY COPA, no hay opuestos, sólo hay INFORMACIÓN CONSCIENTE DE SI MISMA. No hay diferencia entre comerse una vaca o un pollo engordado natural o artificialmente con anabólicos, o unas patatas o tomates de una quinta orgánica, porque en definitiva los dos son alimentos y los dos tienen sus respectivos grados jerárquicos como objetos o sujetos. La diferencia está en su particular elección de consumirlos o no, y más allá del octanaje que obtendrá, que le servirá a unos más y a otros menos, lo principal es siempre la intención inicial y el propósito final de cualquier octava que comienza y termina, y no la forma de recorrerla, pues cada uno necesita su propia experiencia en esta existencia para que su unidad de carbono evolucione hacia el encuentro con su prójimo rompiendo la ilusión de los opuestos.
Toda la existencia son pruebas continuas, seguidas y ajenas a su consciencia, donde el resultado de su elección, es absorbido para que otros utilicen su “plantilla” en otra existencia. Nadie, absolutamente nadie, tiene la verdad en sus manos, porque la verdad no existe, la verdad es un arquetipo, un programa de su ego, pues su Ser, como parte de la fuente, no posee verdad sino información consciente, paquetes de datos, bits de información que recorren la creación como partículas divinas de luz del Do. ¿Por qué insisten en tener la razón? ¿Por qué no sólo tienen el amor de compartir sus opiniones y experiencias, sin imposiciones, sin quejas, sin dañinos juicios de valor hacia los demás que separan los opuestos? ¿Por qué les cuesta tanto seguir las reglas de su Ser, y les resulta tan fácil acatar las imposiciones absurdas de sus egos?
Tengan presente que comenzamos a caminar por el borde de la cinta, por el filo de la navaja, y es muy fácil confundir el camino, así que hay que estar muy atentos a lo que diga nuestro Ser, acallando nuestro ego que intentará por todos los medios que no avancemos por el borde de la cinta. En esta etapa que decidí comenzar a pesar de todo, seré implacable, duro, impertérrito, completamente antagónico de las cosas que hasta aquí dije, tocaré los opuestos del péndulo de tal manera, que se detendrá por su propia arritmia y disonancia, y como sucedió aquel día del encuentro, sus miserias saldrán a la luz, sus ángeles y demonios se revolcarán y gritarán, maltrechos y heridos, intentando recuperarse de las mortales estocadas, y en ese momento, cuando el grito ahogado de su indignación se asome, estará en ustedes el expulsar sus luces y sombras y seguir, o cobijar sus ángeles y demonios, y retirarse al campo seguro de sus egos, pues éste no es lugar para débiles y llorosos yoes, sino para heroicos y fuertes Seres, entrenando, expandiendo sus consciencias, creando y cristalizando sus espíritus, siendo impredecibles para sus egos que buscan su fracaso boicoteando todo avance. Actúen con la paciencia del sabio y el buen humor del que realmente quiere aprender, entrenen infatigablemente sus almas para convertirse en Humanos y transmutarse luego en magos y Viryas de su propia existencia.
“Un guerrero es impredecible, pues es la única forma de sobrevivir en una batalla, el día que puedan predecir mis pensamientos, palabras y actos, será momento de retirarme”
Deja que el río siga su curso – Maestro Sergio Berchenko
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