Cuando trabajé en el Liceo Militar GSM en la década del 70, el director era un Coronel de infantería, comando entrenado en supervivencia y guerras de guerrillas en las selvas de Panamá. Un día charlando con él, me hablaba sobre la responsabilidad y decía que ser responsable era no hacer más de lo que uno estaba entrenado y capacitado para hacer, le dije que me parecía una definición estupenda de responsabilidad, y que conociendo su experiencia me hubiera gustado que enseñara sus conocimientos a los cadetes (futuros oficiales) del Liceo, su respuesta fue impecable, dijo:
“Me entrenaron para sobrevivir en las peores condiciones tan sólo con un cuchillo y los cordones de mis botas, no para enseñar a sobrevivir, si yo tomara esa responsabilidad sin estar preparado, entonces sería verdaderamente un irresponsable”
En estos tiempos donde nos descubrimos y aprendemos día a día, es muy fácil caer en el error de creer que estamos capacitados para entrenar en determinadas áreas a otras personas, creyendo que damos la talla porque llevamos un tiempo descubriendo nueva información y conocimiento, sin percatarnos que es nuestro ego quien “desea” entregar para empoderarse, y no nuestro Ser el que nos pide hacer sin saber hacer. Me costó más de 30 años de estudio y preparación aprender a transmitir la información de la forma correcta, intentando que no se malinterprete, desvíe o contamine con arquetipos ya existentes, o que resulte contraproducente perdiéndose en trivialidades que no hacen la diferencia entre saber o no saber, y que nos alejan del verdadero propósito y del camino hacia la consciencia, pues el manejo de energías lleva años de entrenamiento pero la forma de aprender a entrenar al prójimo en este manejo, lleva mucho más. Muchas veces me han pedido formas o ejercicios para esto o aquello, y siempre me negué pues no fui entrenado para ello y el enseñar sin el debido entrenamiento sería una irresponsabilidad y un error irreparable de mi parte.
No me gustaría que luego de tanto tiempo intentando que expandan su esfera de consciencia, terminen tomando esto como un cursillo más de energías, donde a los pocos meses de leer sin entender, reciben un diploma de maestros y su ego se siente Albus Dumbledore, Mago y maestro de Hogwarts capacitado para enseñar, cuando aún no saben aprender a distinguir entre los deseos de su ego y las necesidades de su Ser. No se engañen creyendo que pueden cuando aún no aprendieron a poder, porque un error les puede costar un universo. No sería responsable si no les avisara a tiempo, sé que algunos pueden sentirse defraudados o cortar sus “impulsos” de ayudar al prójimo, pero hay formas y formas de hacerlo, cada uno con sus conocimientos y capacidades puede ayudar y mucho, pero también puede perjudicar mucho más si toma una responsabilidad para la que no fue entrenado.
La responsabilidad empieza por uno, siendo coherente entre pensamiento, palabra y obra, y luego cuando ustedes sean impecables en coherencia, recién pueden tomar la responsabilidad hacia los demás, pues tendrán la experiencia y sabiduría necesaria para no equivocar o confundir el camino de otros con falsos sentimientos de ayuda y solidaridad. Hay veces que tengo que afilar la espada, cortar cabezas y observar si las levantan y siguen aprendiendo, o la dejan tirada y siguen engañándose creyendo que aún la tienen, no me gusta cortarlas, pero peor sería dejarlas crecer hasta que exploten llenas de falso orgullo y vanidad.
DDLA ejecutó un cronograma que hasta ahora lleva cuatro etapas cumplidas, una por cada año de existencia como Logia Salvaje, desprogramación, instrucción, entrenamiento e iniciación, recién ahora estamos recorriendo la quinta etapa, la etapa de acción con responsabilidad, y es indispensable saber cuál es su lugar y conocimiento en este momento de su “despertar” para que esa acción sea la correcta y no una ilusión más dentro del sistema de arquetipos del ego. Un cirujano opera, un instrumentista o enfermero asiste, no quieran ser cirujanos siendo instrumentistas o enfermeros, pues se les puede morir el paciente.