“…el calendario maya contiene la enseñanza del tiempo tetradimensional, o sea que toma el movimiento en una dimensión directamente superior como espacio, pasando a “espaciar el tiempo”, cosa que no toma la ciencia moderna, inmersa como está en el control incuestionable del tiempo tridimensional gregoriano y tomando al tiempo como algo fuera del espacio……La realidad general está formada por un entramado de múltiples realidades subjetivas, universos y dimensiones. Cada una de estas ocupa el mismo espacio en distinto “tiempo”, tomando a este por lo que verdaderamente es: “la percepción mental del movimiento en el espacio en una dimensión, universo o realidad subjetiva directamente superior”. El Ser es adimensional, está fuera de las dimensiones. La unidad de carbono es multidimensional, habita en varias dimensiones. La esfera de consciencia es péntadimensional, percibe hasta cinco dimensiones…” EvsT
Creo que nunca entendieron ni comprendieron la importancia de cambiar su percepción del tiempo, pues siguen inmersos en el calendario gregoriano que fue diseñado para mantenerlos dominados mental, económica y socialmente para que sigan siendo ovejas de un rebaño cuyo pastor solo quiere arriarlos y usufructuar su lana, leche y carne hasta su muerte. Esto lo veo diariamente en DDLA, veo como los fines de semana las visitas bajan estrepitosamente y la mayoría de lectores, miembros y colaboradores desaparecen hasta el lunes siguiente. Es como si la lectura, participación y colaboración fuese un “trabajo” por obligación y no un disfrute por el placer de hacer, lo que les gusta hacer.
Siguiendo los ritmos del calendario gregoriano al pie de la letra, nunca van a salir del corral de su mente, ni podrán ver que la existencia es más que una semana económica laboral “obligatoria” de lunes a viernes y un periodo de descanso social “obligatorio” de sábados, domingos y feriados. Rompiendo este esquema de pensamiento se rompen también las runas correspondientes y, por tanto, tendrían la oportunidad de grabar nuevos patrones que sean acordes con una estructura mental diferente, donde el tiempo se transforme en espacio y este en acciones realmente provechosas, disfrutando lo que se hace porque se hace por placer y no por obligación.
En el pasado ejercicio de relevamiento, aunque la participación fue escasa, la proyección a valores mayores de participación da unos porcentajes proporcionales al resultado obtenido. Pude observar que aproximadamente el 50%, o sea la mitad de participantes, están en DDLA desde los primeros tres años (2011/2012/2013) y por tanto, podrían considerarse veteranos, sin embargo, pocos actúan como tales, pocos ponen en práctica lo enseñado y aprendido en todos estos años y siguen inmersos en el sistema como si este fuera su creencia, su religión, su pasión o su adicción. Es indispensable cambiar sus hábitos rúnicos y comenzar de una buena vez, a “formatear” sus patrones mentales de la percepción del tiempo.
El tiempo es la constante universal, y, por tanto, su correcto uso permite que todo lo demás cambie si esa percepción del tiempo cambia. No por nada en DDLA todo gira alrededor de este. Si se vive al ritmo del tiempo natural y no al ritmo del tiempo artificial, la realidad subjetiva se adapta a la realidad general, logrando finalmente acoplarse al tiempo nuclear, y, por consiguiente, a los ritmos cósmicos del movimiento del espacio, siendo el espacio el que rija nuestro tiempo y no el tiempo el que rija nuestro espacio. Dicho de forma coloquial, usted dejará de ser esclavo del reloj convirtiéndose en dueño y amo del reloj.
Esto no quiere decir que usted dejara de cumplir con sus obligaciones y actividades diarias normales, sino que estas dejaran de influir en sus estados emocionales. Dejará de estar eufórico los viernes porque viene el fin de semana, o deprimido los domingos porque viene la semana laboral y cambiará sus runas, pues todos los días serán iguales al desestimar el calendario temporal gregoriano y estimar el espacio espacial del calendario de acontecimientos del movimiento del espacio. Finalmente hará lo que deba hacer y el trabajo se convertirá en una actividad espacial y no temporal, siendo esta actividad “sonante” al equilibrar los estados emocionales en sus suboctavas. Usted disfrutará lo que hace indistintamente si le gusta o no, pues su atención no estará puesta en el tiempo que falta para concluir la actividad o hacer lo que le agrada hacer, sino en la actividad en sí, en el instante espacial del acto mismo. Es igual que cuando uno elige el propósito general sobre el particular, al final termina haciendo lo correcto y el propósito particular se adapta al general y el espacio se adapta al tiempo, siendo finalmente tanto uno como otro, espacio y no tiempo, entonces usted hace lo que le gusta hacer al adaptarse al tiempo real, al tiempo sin calendario, al espacio en movimiento. Recorra el espacio y deje de mirar el reloj, los días, las semanas, los meses, los años y reemplace todo eso por un hacer por el placer de hacer cuando se tiene que hacer.
Tengo otras observaciones, pero serán para otro momento espacial fuera del tiempo, cuando aprendan a poner en práctica todo lo aprendido y dejen la programación rúnica temporal de lado. Hoy es domingo…no participen en el blog y hagan lo que hacen todos los domingos, la misma octava recurrente del día de la marmota de siempre, igual que los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado…hasta la eternidad.