18) Se respetarán todas las creencias y religiones, siempre y cuando estas respeten a la sociedad Humana, no intentando manipular o injerir en asuntos fuera de su área. Caso contrario, sus representantes y organizaciones serán expulsados del territorio, no así sus creyentes y devotos que pueden seguir asistiendo a sus templos que seguirán abiertos y en manos de sus seguidores.
Uno de los problemas más graves de cualquier sociedad, es la intromisión de las instituciones religiosas en los asuntos de estado. Hay dos instituciones que siempre a lo largo de la historia estuvieron inmiscuidas y presionando al estado para su conveniencia, estas son la institución judía y la católica. Pues es hora que cada cual atienda su juego y zapatero a sus zapatos, dándole al cesar lo que es del cesar y a dios lo que es de dios.
Cualquier religión que intente “manipular” o “injerir de la forma que sea, en asuntos fuera de su área específica, sus representantes serán expulsados del territorio nacional y retirada toda personería jurídica a la congregación religiosa. Con esto se evitará que el estado sea “cómplice” de intereses sectoriales, siendo un verdadero estado laico libre y justo sin preferencia religiosa alguna.
Siendo más claro, los judíos, católicos, musulmanes, ortodoxos, evangelistas, etc, etc., DAIA, AMIA, UCA o cualquier otra organización o asociación religiosa, comunitaria, mutual, sectorial o educativa de una raza o creencia, serán apartados completamente de las decisiones del pueblo (estado), siendo estas decisiones convenientes solo a la patria (pueblo) y no a un grupo religioso específico como viene sucediendo hasta ahora.
Se terminó la era Netanyahu. Si bien las creencias del pueblo y los humanos que lo conforman deben respetarse, estas también deben respetar al pueblo y a los humanos que lo conforman. No habrá más privilegios de unas sobre otras, siendo todas ellas iguales en derechos y obligaciones hacia las demás creencias y sus creyentes.