Hace nueve meses nació un proyecto que superaba las capacidades logísticas del momento, nació una idea desde el Ser de un lector y hermano que en ese entonces sintió la necesidad de manifestarse, entregando al prójimo lo que su espíritu pedía. Tímidamente me comentó su intención inicial de construir un video sobre los temas de DDLA, que poco a poco fue creciendo en propósito final convirtiéndose luego en un proyecto que parecía imposible, la creación de una película documental donde se transmitiera el espíritu colectivo de DDLA y de todos sus integrantes. Su dedicación al proyecto fue total, y desde entonces estuvo trabajando en silencio en sus ratos libres para llevar a buen puerto este propósito, invirtiendo horas y horas de trabajo consciente para que esto viera la luz como debía verla, desde el espíritu y la satisfacción de un trabajo bien hecho, y con la sonrisa distendida del que sabe que manifestó a su Ser y traspasó las columnas de su propia iniciación. Hoy tengo el agrado de presentar al público la obra terminada de una inspiración del SER, hecha desde el espíritu de un guerrero, con la responsabilidad y coherencia entre pensamiento, palabra y obra de aquellos que tomaron el compromiso de su existencia.