Comenzaremos esta nueva etapa, viendo en profundidad conocimientos sólo transmitidos en los grados más altos, de los círculos más externos, de las órdenes esotéricas, o sea a partir del grado 30 hasta el 33 en la masonería y en los últimos tres grados rosacruces llamados iluminati. Esta información es considerada metafísica pero en realidad es conocimiento esotérico esenio. Si usted es un creyente radical cristiano, evangelista, testigo de jehová, etc, no le recomiendo la lectura de este artículo hasta que no logre separarse de la programación implantada por su iglesia y de la falsa creencia de cielo e infierno, premio y castigo. Nadie es premiado o castigado por otro que no sea usted, como no es premiado o castigado ningún otro animal en esta tierra. Sus pensamientos, palabras y actos son los que lo condenan por la ley de causalidad y usted tiene el premio o el castigo que proyecta y crea en su realidad subjetiva.
Comencemos viendo la etimología de la palabra Cristo. Cristo (del griego χριστός, christós o /jristós/, ‘ungido’). Cristo es la traducción griega del término hebreo מָשִׁיחַ (trasliterado māšîaḥ o /mashiach/), ‘mesías’, que significa ‘ungido’. La palabra «ungir» ―del latín únguere― significa ‘elegir a alguien para un puesto o un cargo muy notable’ (como sumo sacerdote o rey). Hasta aquí la definición religiosa del término, ahora veamos la definición esotérica esenia. Cristo: cristal, traslúcido, cristalino, cristalizar, formar el espíritu y llegar al Ser, cristalizar el espíritu en el Ser. El Ser manifestado es Cristalino, puro, traslúcido, inocente como un niño. Los esenios fueron quienes instruyeron a Jesús en las artes del esoterismo, para que manifestara su Ser, y eran una de las sectas judías que existían en la época del nacimiento de Jesús. Practicaban una vida extraordinariamente ascética y vivían en comunidad. Guardaban el conocimiento y la sabiduría hiperbórea de los antiguos, y tenían gran similitud con los pitagóricos. Edouard Schure cita esta similitud: “La oración a la salida del sol; los vestidos de lino; los ágapes fraternales; el noviciado de un año; los tres grados de iniciación; la organización de la orden y la comunidad de los bienes regidos por curadores; la ley del silencio; el juramento de los Misterios; la división de la enseñanza en tres partes: 1) Ciencia de los principios universales o teogonía, lo que Filón llama la lógica; 2) la física o cosmogonía; 3) la moral, es decir, todo lo que se refiere al hombre, ciencia a la cual se consagraban especialmente los terapeutas”. No pretendo exponer un estudio sobre los esenios, ni tampoco sobre la existencia de Jesús de Nazaret y sus enseñanzas, pero si mostrar el verdadero significado y misión de Cristo, porque su comprensión es fundamental para romper el engaño de las religiones que se apropiaron de algo que no les pertenece, o mejor dicho, que nos robaron a nuestro Ser.
Como ya expliqué en artículos anteriores, toda unidad de carbono está enlazada con su Ser que no habita directamente en su cuerpo, sino que al ser adimensional, se encuentra en un lugar espacio-temporal de vaet cero y espacio infinito, más allá de nuestra limitada comprensión tridimensional. El cuerpo de enlace entre el Ser y la materia es el espíritu, este es el medio de comunicación entre la consciencia del Ser y el Ser propiamente dicho. Usted puede estar enlazado a su Ser y sin embargo no tener acceso a él por no tener formado y cristalizado el espíritu. Su consciencia artificial actúa de enlace a través del alma con la consciencia colectiva de la especie, y es a través de ésta que usted tiene, digamos, la ilusión de estar vivo. No deja de ser un animal con cierto desarrollo mental como un delfín, ballena o elefante, en definitiva un primate más evolucionado que el resto, pero a la vez más manipulable que cualquier otro. En el plan del Do, estaban considerados dos choques para enderezar o acomodar la octava, mejor dicho un choque dividido en dos armónicos, uno para occidente y otro para oriente. ¿Por qué uno para occidente y uno para oriente? Porque es el recorrido o camino solar este-oeste que marca la espiral de la octava de creación en curso y divide culturalmente a la humanidad en dos partes que representan los dos hemisferios cerebrales y las dos energías de la dualidad, el yin y el yang entre otras cosas que no detallaré en este momento porque no vienen al caso. Se tomaron dos unidades de carbono en un lapso aproximado de 500 años. Siddhartha Gautama para oriente y Jesús de Nazaret para occidente, tanto uno como otro fueron preparados para manifestar su Ser de forma consciente y plena. Buda para Gautama y Cristo para Jesús. Buda (en sánscrito बुद्ध) es un nombre honorífico con contenido religioso que se aplica a quien ha logrado un completo despertar espiritual, la cristalización del espíritu y la manifestación de su Ser. Buda=Cristo=Ser.
La manifestación del Ser en su totalidad da como resultado la transmigración de la consciencia, ¿Qué es esto? El revertimiento completo de la esfera de consciencia a su estado original péntadimensional, logrando obrar los “milagros” relatados, tanto de uno como de otro. Tanto Jesús como Siddhartha demostraron cada uno en su tiempo y con su gente, que es posible transmigrar la consciencia y que Cristo-Buda es nuestro Ser manifestado. No existe un Cristo ni un Buda personalizado que sea nuestro salvador fuera de nosotros, el verdadero Cristo es nuestro Ser manifestado. La iglesia se apropió de Cristo usándolo como icono de salvación externo a nosotros, sacándonos la posibilidad de ser Cristos o Budas, y reservándose el derecho de juzgar quien se merece y quien no, ser salvado por la gracia de dios. Llegó a tal punto la manipulación que se le atribuyeron dos frases en la cruz, “padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, la primera está manipulada para dar el don del perdón a otro, y la segunda nunca existió, fue para mostrar la debilidad de Cristo ante el castigo del hombre y como fue abandonado a su suerte por dios. Con esto justifican la imagen de Jesús crucificado, vencido por el demiurgo y abandonado por su padre, que la iglesia usa como icono de su poder ante sus feligreses y el creador.
Tanto el choque producido por Buda como por Cristo, dos Seres provenientes directamente de la fuente, lograron crear con su pensamiento, palabra y obra, un enlace entre los hemisferios cerebrales que antes no existía, este enlace es el primer acto consciente del perdón. Los hawaianos lo practican con la antiquísima técnica de sanación “Ho´oponopono”, donde mediante el perdón y el amor se hacen cargo de los “pecados” del prójimo que son sus propios pecados. Porque somos los responsables de manifestar el universo donde existen los males nuestros y de los demás. El verdadero Cristo, nuestro Ser, es el responsable de nosotros pero también de nuestro prójimo, el problema es que no dejamos que lo sea, porque negamos su existencia, y en el mejor de los casos, lo reconocemos como un tercero llamado Jesús que vino a sacar el pecado del mundo y vendrá en una nube a salvar a los creyentes y juzgar al resto de infieles y pecadores. La única nube es la nube de la ignorancia impuesta por la iglesia, que nubla nuestra mente y nuestra conexión con el verdadero Cristo y nuestro niño interior, el Ser. Si quiere ver a Cristo, mírese al espejo y cierre los ojos para no ver su reflejo, sino su luz interior, pura, cristalina, traslúcida, inocente, su niño interior, el Ser-Humano, verdadero hijo de
la luz del Do.
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