Como todas las invocaciones anteriores, esta debe realizarse por la noche y en las condiciones ya mencionadas. El día para invocar a Guland es el sábado. Con la espada de Adonay trazarás dos circunferencias concéntricas, y en el espacio comprendido entre ellas escribirás las palabras siguientes: ATRÁS GULAND – ATRÁS GULAND – ATRÁS GULAND. En el centro del círculo trazarás con carbón consagrado los signos cabalísticos correspondientes. El fogón lo colocarás en la parte exterior del círculo pero cerca de él. Los perfumes que debes quemar son los de Saturno. Harás el sacrificio del gallo, pronunciando las palabras siguientes: “Soberex kailos englabis. Recibe. ¡Oh Guland! La sangre de esta víctima de sacrificio en tu honor”….
Este es el comienzo del ritual de invocación a Guland, el demiurgo (daimon) de la envidia. Tiene la facultad de hechizar, arruinar a las personas y de enfermar y hacer morir a los animales domésticos y aves de corral. Insinúa los medios de echar en una casa la mala suerte y trastornos de toda clase. Enseña la manera de someter a las bestias feroces, etc. Éste es uno de los daimon más requeridos en “los trabajos” de magia negra, pues por envidia se hacen las peores cosas, camuflando a ésta de mil maneras para justificar su proceder y seguir envidiando a diestra y siniestra.
Con la presentación de este demiurgo cierro una octava abierta el 12 de enero de 2014 con SÚRGAT, octava que me costó bastante poder cerrar y por la cual pagué un costo que aún estoy sufriendo y que espero que ésta sea la última cuota. Estos siete demiurgos descritos en estos artículos, son los que rigen actualmente el ego de la consciencia artificial de las UdC y por los cuales nos manipulan los oscuros por el EM mental. Sus rituales, invocaciones y decretos están detallados en sus libros negros o grimorios, que recomiendo no leer, pues aunque no efectúen los rituales, si no tienen el debido conocimiento de manejo de energías, pueden abrir un portal en su propio EMM y sufrir las consecuencias del ingreso de estos daimon a su particular existencia.
A finales de los 80 desafié a uno de estos demiurgos, enfrentándolo cara a cara, creía que tenía el poder como para reprenderlo, y la experiencia sufrida fue tremendamente perjudicial. Comencé a temblar y no podía mantenerme en pie, la habitación donde me encontraba bajó bruscamente la temperatura, se veía mi aliento intentando respirar, una energía invisible golpeaba las paredes con furia, como si fuera un gigantesco puño, mis dientes castañeteaban tanto que no podía pronunciar palabra alguna, un sudor frío como de tumba recorría mi cuerpo penetrando hasta los huesos, dejándome inutilizado en posición fetal sobre la cama. Solicitando asistencia a mis protectores y con las pocas fuerzas que me quedaban, grité pidiendo ayuda a mi familia y amigos. Recién con la intervención de alguien con mayor jerarquía que yo en esa época, se logró detener el ataque y comenzar el largo y delicado trabajo para recuperar mi maltrecha UdC por los EM de los cuerpos emocional y mental que había dañado el daimon. Vuelvo a insistir, esto no es ficción, no lean los Grimorios sin la debida protección y preparación, pues el daño colateral puede ser sumamente grave.
Con esto cierro mi octava particular para nunca más tocar este tema, pues no quiero volver a pagar el costo por develar sus secretos. Esto es suficiente para comprender con qué fuerzas nos enfrentamos para intentar que no se cumpla el escenario uno de, la peor de las pesadillas.