Mercadería

Hoy en día de todo se compra y se vende, hasta lo espiritual. Se vende una idea y habrá quien la compre, se vende un plan y habrá quien lo compre, se vende una salvación y habrá quien la compre. En esta triste realidad todo es oferta y demanda en un mundo de carencias y de vacuidad.

Todo el mundo corre sin saber a dónde, busca sin saber qué, persigue aunque sea a una sombra y se vende al mejor postor que colme sus ilusiones. Todo el mundo anda perdido, corriendo de un lado para otro sin rumbo fijo ni propósito definido, y es caldo de cultivo aprovechado por los espabilados que recogen las energías dispersas y desorientadas.

Ah, qué tiempos de inconsciencia y sinrazón, qué fácil lo han tenido los depredadores para alimentarse de las incautas ovejas y qué fácil resulta llevarlas al precipicio de su propia ignorancia. Cuántos se dejan arrastrar por lucecitas estratégicamente colocadas que atrapan a los insectos atraídos por la falsa luz de una lámpara.

Y es que mientras no encendamos la verdadera luz, la que habita en nuestro interior debajo de las cortinas de la inconsciencia, no habrá guía que ilumine el camino. Fácil entonces será perderse recorriendo veredas a oscuras, buscando predicadores, guías y salvadores que no tienen piedad ni les interesa tu bienestar ni tu liberación, sino la adulación y adoración que de ti reciben.

Mercaderías que se exponen en bonitos escaparates, baratijas pintadas con colores brillantes y fascinadores envueltas en papel de celofán: experiencias astrales de sabor a fresa, almas gemelas envueltos en amoríos, contactos de seres espirituales de color azul y conocimientos reservados para la sangre verde con un toque de menta. Pasen y vean que la fiesta está montada.

Consuman los sabores de otras dimensiones que sólo Yo les puedo mostrar… Dicen que Christo cuando vio el mercadeo que se realizaba en la casa del Templo sacó el látigo y los expulsó con el poder de la Voluntad… Pocas cosas pueden ser tan graves como la prostitución de la Verdad.

Pero, por encima de tanta fiesta y fanfarria, de tantas luces electroscópicas y de neón, se alzará la luz de la Consciencia como faro anunciador de que el puerto está cercano y la travesía incierta llega a su fin.

Ángel .º.

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