El Sol parte uno
El Sol es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar, representando, por sí solo, alrededor del 99% de su masa.
La energía del Sol, en forma de luz solar, sustenta a casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, y determina el clima y la meteorología. Es también nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y calor.
Esta breve descripción resume algo que todos sabemos sobre el Sol. Pero como ya saben los que siguen el programa, en Detrás de lo Aparente nos gusta mirar más allá de lo que nos dice la Ciencia Oficial, la cual tiene mucho de dogmática. Ya pasó el tiempo del miedo a la hoguera del que piensa diferente. Cada vez más investigadores y científicos hablan y exponen sus hallazgos, sin temor a ser desprestigiados, si lo que descubren contradice la postura oficialista.
Decía Mark Twain que “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados”. Puede que antes fuera así, pero la humanidad actual es cada día más consciente, es tiempo de que la verdad salga a la luz. Si nos acompañan, tal vez descubran que el Sol es mucho más que una gigantesca estufa radiactiva.
Decía Mark Twain que “Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados”. Puede que antes fuera así, pero la humanidad actual es cada día más consciente, es tiempo de que la verdad salga a la luz. Si nos acompañan, tal vez descubran que el Sol es mucho más que una gigantesca estufa radiactiva.
Se formó hace 4600 millones de años, esencialmente de polvo estelar y gas. A partir cuyo caldo primigenio se inician los procesos de dan lugar a la formación de los asteroides, cometas, lunas y planetas de nuestro sistema solar. Así que podríamos considerar al Sol como el “óvulo” de nuestro Sistema Solar. Gracias a él surge la vida, y la sustenta día a día, a través de la energía que irradia, la cual aprovechamos todos los seres vivos, de una u otra manera.
Recurrimos a la enciclopedia online por antonomasia, wikipedia, para comprobar que “en la actualidad, la astrofísica dispone de un modelo de estructura solar que explica satisfactoriamente la mayor parte de los fenómenos observados”. Como vemos, el conocimiento del Sol parte de premisas hipotéticas sacadas de un modelo que no puede explicar todos los fenómenos observados, ya que no se basa en datos ciertos y contrastados. Muchos estudiosos del Sol asumen como cierto el conocimiento adquirido, pero mientras no se compruebe empírica y fehacientemente, afirmar que lo que saben “está demostrado científicamente” no se ajusta a la realidad.
Según el paradigma científico, el Sol tiene en su superficie, llamada fotosfera, una temperatura de entre 5000 y 6000 grados centígrados. La temperatura en el espacio exterior es de -270ºC aproximadamente. Sin embargo, saliendo de nuestra atmósfera, se nos dice que a partir de mediciones, realizadas en el transbordador espacial durante sus orbitas por la Tierra, se comprobó que la temperatura oscila entre los -180ºC en la sombra de nuestro planeta y los 122ºC en la cara iluminada por el Sol, debido a su cercanía.
La Ciencia nos vende que la Tierra está a la distancia justa del Sol para que pueda albergar vida. Si estuviera más alejada, haría demasiado frío, y si estuviera más cerca, demasiado calor. Visto desde esa premisa, parece que somos unos privilegiados…¿o tal vez no? Hay que tener presente que comprobar estas cosas no está al alcance de la mayoría.
A lo largo de la historia, se nos ha dicho que somos los únicos seres vivos del Universo, que la Tierra es plana, que todos los astros giran alrededor de nuestro planeta…Pero la verdad siempre acaba saliendo a la luz…
Podemos sacar algunas conclusiones a partir de datos, aprovechando las inconsistencias de los informes y teorías propagados por la Nasa y demás acólitos del, digamos, Sistema (porque en su mayoría es lo que son, teorías, por más que las etiqueten de “hechos comprobados científicamente”). Por ejemplo, si es cierto que fuera de nuestra atmósfera, situados frente al Sol, la temperatura es de 122ºC, ¿Cómo es posible que haya hielo en los casquetes polares de Mercurio? Como vemos en sendas noticias publicadas recientemente por mass media españoles. Debido a su cercanía al Astro Rey, se le atribuyen temperaturas por encima de los 400ºC.
Podemos sacar algunas conclusiones a partir de datos, aprovechando las inconsistencias de los informes y teorías propagados por la Nasa y demás acólitos del, digamos, Sistema (porque en su mayoría es lo que son, teorías, por más que las etiqueten de “hechos comprobados científicamente”). Por ejemplo, si es cierto que fuera de nuestra atmósfera, situados frente al Sol, la temperatura es de 122ºC, ¿Cómo es posible que haya hielo en los casquetes polares de Mercurio? Como vemos en sendas noticias publicadas recientemente por mass media españoles. Debido a su cercanía al Astro Rey, se le atribuyen temperaturas por encima de los 400ºC.
Esto puede ser entendido obviando el modelo aportado por la Ciencia oficialista. Científicos que se salen de los cánones establecidos han llegado a la conclusión de que el Sol es una central electromagnética de energía fría de punto cero que no genera calor y lo que sentimos es la consecuencia de sus rayos al cruzar la atmósfera, o lo que es lo mismo, la temperatura la da la atmósfera al ser atravesada por sus radiaciones.
El Ingeniero Isaías Araujo Serpas, publicó en 1937 su “Teoría electromagnética del sol frió; análisis sobre una nueva estructura del universo” en San Jośe, Costa Rica. Dos años antes, participó, en calidad de Delegado de El Salvador, en La Conferencia Oceanográfica Ibero-Americana, celebrada en España en el mes de abril de 1935.
En ella se mostró rotundo, al exponer, en base a su investigación, que “ES PROBABLE QUE EL SOL TENGA HABITANTES, PUESTO QUE ES, SIMPLEMENTE UN PLANETA FRÍO, GOBERNANTE DE SU SISTEMA.” Según esta teoría, el Sol no emite luz por ser un astro frío. La luz del día es eléctrica de manera esencial, y sólo en esta razón científica se encuentra la causa de su blancura, de su pureza, de su claridad, de su fuerza de penetración, del orden de su descomposición observado en el espectro, la cual se propaga por medio de las oscilaciones del espacio ondulatorio electromagnético.
El poder de penetración de los rayos de luz, incluyendo los rayos infrarrojos y los rayos ultravioleta, es, por otra parte, una propiedad que no puede atribuirse a un Sol en ignición. En definitiva, Isaías Araujo dedujo que la luz solar no es propia de la combustión, sino de naturaleza electromagnética.
Siguiendo el hilo de estas argumentaciones, la cercanía de nuestro planeta no tendría la relevancia supuesta para generar las condiciones apropiadas para la vida. Es lógico pensar que el Sol atienda por igual las necesidades energéticas de todos los planetas que le acompañan en su viaje por la Galaxia. Por si no lo sabían, viajamos, junto al resto de planetas, describiendo una órbita helicoidal a rebufo del Sol en su viaje por la Galaxia.
Alan Stern, un científico planetario e investigador principal de la misión de la NASA New Horizons, destinada a explorar Plutón, al comentar las últimas imágenes recogidas por la sonda de New Horizons, dijo que “Este mundo está vivo”, en referencia a Plutón. “Tiene clima, tiene brumas en la atmósfera, geología activa”, explicó el científico.
Como podrán comprobar, lejos de ser la roca muerta y helada, de los confines del sistema solar, que se suponía que era, hallan sorprendentes similitudes entre Plutón y la Tierra. En las fotos recientemente publicadas de Plutón al atardecer, se aprecia una compleja neblina en distintas capas. Tras analizar las imágenes en detalle, científicos de New Horizons sostienen haber encontrado sorprendentes semejanzas entre el planeta enano y el nuestro, y un posible ciclo de clima diurno.
Estando como está a una distancia del Sol de 5900 millones de kilómetros, si éste fuera una enorme bola de fuego, tal y como se sostiene, estaría demasiado lejos para ejercer una influencia climática adecuada. Pero visto desde esta otra óptica, sí, ya que la temperatura la daría la atmósfera al ser atravesada por sus radiaciones.
En los últimos meses se suceden noticias que evidencian que la vida no es una exclusiva de este planeta:
El Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia ha hecho públicas 30 años después de ser realizadas por las sondas soviéticas Venera una serie de imágenes únicas de supuestos seres vivos en el planeta Venus.
El Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia ha hecho públicas 30 años después de ser realizadas por las sondas soviéticas Venera una serie de imágenes únicas de supuestos seres vivos en el planeta Venus.
Por otro lado, El científico argentino Gerónimo Villanueva, uno de los responsables del estudio dado a conocer recientemente que determinó la existencia de agua en Marte, está entusiasmado con la posibilidad de encontrar vida en ese planeta que cada día que pasa se parece más a la Tierra.
Numerosos científicos, ingenieros, astrónomos, técnicos y aficionados amateurs, a lo largo y ancho de la Tierra, vienen diciendo desde hace décadas que las fotos que en su día empezaron a enviar las sondas Viking 1 y 2 y el programa Mars Pathfinder, están sujetas a manipulaciones, de modo que las mismas no reflejan los verdaderos colores del planeta Marte. La propia Nasa, origen de los retoques fotográficos, comienza a mostrar sus verdaderos colores, y el parecido con nuestro planeta es asombroso.
Como ven, el problema que plantea que no pueda haber vida en otros planetas es la lejanía o cercanía del Sol. Pero si consideramos que éste no emite luz por ser un astro frío, y tanto la luz como la temperatura es generada por la atmósfera al ser atravesada por la energía procedente de él, podría haber vida en cualquier planeta. Incluso sería más lógico. ¿Nunca han pensado que es raro que entre tanto planeta descubierto estemos solos?
Quedan en el tintero investigaciones, descubrimientos, y testimonios que no hemos reflejado y que evidencian que el Sol es mucho más que una bola de fuego. De hecho, las imágenes que hayan podido ver de él desde fuera de la atmósfera son animaciones hechas por ordenador, y siempre lo escenifican como una esfera ígnea, tal vez para reafirmar su modelo solar en nuestros subconscientes. Que lo veamos amarillo o naranja depende de nuestra atmósfera. Ni siquiera es su color real. En realidad su aspecto es como el de cualquier otra estrella.
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