RECORRIENDO REALIDADES DE UNIVERSOS PARALELOS
Todo comenzó hace un par de semanas atrás, un día viernes para ser más exacta, cuando de la escuela recibí una nota de la profesora de mi hijo en la cual se informaba que el viernes próximo el horario de salida seria cambiado para las 5 pm, lo normal es a las 7 pm, lo cual a estas alturas del año ya es un alivio para un niño de 6 años, por lo que le conté a mi hijo quien quedo feliz a la espera. Llego esta nueva semana y durante ella comente con varias personas el tema del horario, a lo cual todos ratificaban la información, la inspectora de patio, la profesora, apoderados varios y la que vendría a ser la más importante en esta historia, la tía de la puerta (portera del colegio). Con ella, la tía Clarita hable el día miércoles cuando llegue a la escuela a quien vi medio malita, me contó que tenía problemas familiares y estaba muy estresada ya que sus padres son mayores y ella también, le aconsejé algunos ejercicios para dormir y me fui a mi casa, al día siguiente por la noche (jueves) hable con la profesora vía WhatsApp preguntándole por una venta de paltas que le había hecho y hablamos un rato y aproveche de preguntarle sobre la salida del día siguiente, a lo que ella me dijo que seguía siendo para las 5pm, nos despedimos y me fui a dormir sin antes comentarle a mi marido quien pregunto también por el horario ya que teníamos planes para ese día viernes.
Llego por fin el viernes, tome mi bici y nos encaminamos con mi hijo a la escuela, todo normal, volví a mi casa y puse la alarma a las 4:50 para no olvidar y me fui al jardín a leer, la tarde paso rápido y la alarma me saco de mi lectura, tome mi bici y me fui en busca de mi hijo, llegue a la escuela pero al entrar y ponerme en el lugar de siempre algo llamo mi atención, era la única en la entrada, ya eren las 5 justas, entonces me dirigí a la inspectora de patio quien al no tener información llamo a la profesora de Mateo, ella asombrada me miro extrañada, yo le dije que venía por Mateo y porque no había nadie si salían temprano, ella incluso se molestó increpándome porque jamás había enviado ningún comunicado diciendo tal cosa, ante su negativa incluso le comente que era imposible ya que la noche anterior habíamos hablado en el chat pero ella nuevamente me increpo diciendo que jamás habíamos hablado por la noche del jueves, mi desconcierto a esas alturas era mayúsculo, cómo era posible que nadie lo recordara si yo tenía todo el recuerdo aún caliente, tome mi bici y me dirigí a la puerta de salida de la escuela donde medio abatida me encontré con la tía Clarita, quien noto mi cara, me pare a su lado y le pregunté que cómo iba su problema y si le habían servido los ejercicios, ella me mira y me dice ¿que problema?, lo de su familia, le contesto, ella se vuelve y me dice que cómo es que yo sabía y le digo que el miércoles ella misma me contó todo, ella me abre sus ojos y me dice que no puede ser, que sí tiene un problema pero está con licencia médica desde el lunes por un cuadro depresivo y recién hoy se integra, lo que era imposible ya que yo había hablado con ella el jueves, a esas alturas ya sabía yo que algo había pasado conmigo todos estos días, llegué a casa haciéndome preguntas y por un momento cuestionando mis propios recuerdo, buscando un chat inexistente, no había registro alguno, pero pronto dejé de hacerlo, hable con las compañeras del grupo quienes prestaron oído a mi historia y pueden dar fe de mi relato.
Esto lo viví, lo sentí y lo vi, es algo real pasando ahora, aquí. Ahora que han pasado los días me plantee contar esta increíble historia de líneas paralelas, tal vez haya más compañeros a los que les esté pasando algo similar, dentro de todas las personas que estuvieron involucradas en esta historia el único que tiene noción de todo es Mateo, mi hijo pequeño, es como si juntos hubiésemos vivido por una semana en la misma línea aunque los demás no lo recuerden.