Volviendo a Casa
Dicen que “La Familia es Primero”. Desconozco quien acuñó esa frase, por qué razón lo hizo y cuál fue el contexto en el que la utilizó. Pero hoy quiero hacerla mía, o mejor dicho, nuestra, por mis razones y dentro de mi contexto. Porque hoy, para mí, “La Familia es Primero”.
Y, ¿cómo no serlo? Si es ahí donde encontramos el consuelo que nos reconforta después de las derrotas, el cariño en los días difíciles, la alegría en los momentos de tristeza, el AMOR que nos libera de todo miedo y nos da la Luz que guía nuestro camino.
Ahí, siempre habrá una mano comprensiva dispuesta a apoyarnos, pues es en la familia donde encontramos y vivimos la Tercera Alternativa en su máxima expresión, donde el dolor de uno es el dolor de todos, y la alegría de todos es la alegría de uno. Es el templo donde aprendemos y enseñamos, donde escuchamos y opinamos, donde las palabras son sustituidas por energías, pues las primeras sobran y no son suficientes para expresar lo que el espíritu tiene que decir. Este templo es inviolable e improfanable, porque los únicos que tienen acceso a él son a la vez sus protectores, sus guardianes.
En una Familia no tiene cabida el ego, pues su lugar es ocupado por el EGO y por la CEHP. Nadie compite con nadie, pues no hay nada que demostrar. Todos somos individualidades conscientes de la generalidad de la que formamos parte, respetuosos de las jerarquías y de nuestras propias capacidades. Pero no es un respeto generado por miedo o por desidia, sino por AMOR, nuestro AMOR hacia los demás miembros de nuestra Familia. Es por ello que podemos aconsejar al Hermano, pero jamás obligarlo a actuar a nuestro modo.
¿Les suena a utopía? ¿A delirios de un loco soñador? Yo creo que más bien es todo lo contrario, y que lo anterior se está volviendo Realidad. Que la familia se está convirtiendo en Familia, que los hermanos hoy son Hermanos, ya no unidos por la sangre, sino por la Luz de su espíritu. Que quien más sabe no se aprovecha de su conocimiento, sino que lo comparte para que otros puedan aprender y después compartir, creando un circulo de retroalimentación infinito, liberador y enriquecedor.
¿Ejemplos? Permitanme darles uno: DDLA. Este espacio que ya no puede ser definido ni como un blog ni como una logia, pues hoy se ha convertido en una Familia, donde todos somos Seres, Hermanos creados por el mismo Vril de un mismo Padre. Hermanos cuidándonos las espaldas, alentándonos, inspirándonos.
Hoy, mi querida Familia, casi llega la hora para sentarnos a la mesa y compartir las historias de este largo viaje de regreso a casa, donde aprendimos a aprender y enseñamos a enseñar. Por ello, sólo me queda pedirles que no flaqueen las fuerzas en este último tramo, pues casi puedo escuchar las palabras de nuestro Padre:
Un abrazo de Luz.
Javier Esquivel