El corazón
Según define Wikipedia, es el órgano muscular principal del aparato circulatorio, en todos los animales poseedores de este sistema, (incluyendo a los vertebrados). En el ser humano es un músculo hueco y piramidal situado en la cavidad torácica. Funciona como una bomba aspirante e impelente, que impulsa la sangre a todo el cuerpo.
A partir de esa escueta definición, podemos encontrar en la wikipedia aspectos referentes a su anatomía, fisiología, capacidad para excitarse a sí mismo y un elenco de enfermedades que pueden afectarle. El artículo termina con “otros datos de interés”, que se centran en los ventrículos, la regulación de la presión arterial o del ritmo cardíaco, así como su ubicación dentro del cuerpo. Finalmente se nos sugiere, a través del apartado “Véase también”, una serie de artículos directamente relacionados con el corazón. Sin embargo, ninguno de ellos hace mención al objeto de este reportaje.
Actuando como una bomba impulsora de la sangre, el corazón es un órgano muscular autocontrolado, es decir, es controlado por el centro instintivo del ser humano. Así pues usted no es consciente de él, si no que funciona dentro suyo sin que usted tenga necesidad de intervenir.
Ahora veremos otras funciones no tan conocidas, algunas de las cuales requieren de nuestra consciencia.
Estamos acostumbrados a pensar que el único y más importante órgano del cuerpo humano, que tiene la capacidad innata de procesar información proveniente del sistema nervioso central y los sentidos, es el cerebro. Pues bien, desde tiempos inmemoriales es conocido que no sólo el cerebro tiene esta capacidad, sino que además, el corazón también procesa información y al igual que el cerebro, también está conectado con el sistema nervioso central. Recientes estudios científicos comienzan a reconocerlo:
La Neurocardiología, que es la ciencia que estudia al corazón como un órgano neurológico, endocrino e inmunológico, ha encontrado algunos hallazgos interesantes, como que los neurotransmisores que se encuentran en el cerebro, han sido identificados también en el corazón, estableciéndose una relación neuroquímica y electromagnética directa entre el corazón y el cerebro, mas allá de las simples conexiones neurológicas que se sabe existen entre ambas. El corazón ejerce a través de las hormonas, los neurotransmisores y el campo energético relacional (o campo R) tanto control o más sobre el cerebro, como éste ejerce sobre el corazón.
Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente con más de 40.000 neuronas y una compleja red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. El corazón puede tomar decisiones independientemente del cerebro. Puede aprender, recordar y percibir. El corazón tiene cuatro tipos de conexiones que van hacia el cerebro.
- Conexión neurológica, mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.
- Conexión bioquímica, mediante hormonas y neurotransmisores. El corazón produce la hormona ANF (factor natriurético atrial). Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, conocida como la hormona del amor.
- Conexión biofísica, mediante ondas de presión. A través del ritmo cardíaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
- Conexión energética, mediante el campo electromagnético del corazón, que es 5.000 veces más intenso que el del cerebro, genera lecturas de campo magnético entre dos y cuatro metros alrededor del cuerpo, que cambian en función del estado emocional del sujeto. Esto último lo convierte en el mejor radio-receptor-transmisor de ondas electromagnéticas que disponemos, mejor aún que el cerebro.
Pensar con el corazón, sentir con el corazón, amar con el corazón, aprender con el corazón, hacer con el corazón, decir con el corazón. Si tuviéramos que buscarle un lugar físico al centro emocional y espiritual, sería el corazón. Todas las energías primordiales tendrían que ser procesadas por el segundo cerebro, el corazón, pero como éste no se encuentra activado ni entrenado para tal propósito, son procesadas con el primer cerebro, el de la cabeza, y desvirtuadas completamente. Actualmente el corazón trabaja con el centro motor e instintivo, produciendo un desequilibrio emocional y espiritual al procesar la energía primordial de forma incorrecta, que ya pasó primero por el centro intelectual, terminando en una falsa humanidad y pasiones contenidas, incluidas las que consideramos humanitarias como la caridad, la lástima o la compasión. El verdadero propósito del corazón, es el de ser el cerebro encargado de procesar las energías de la Humanidad, “la capacidad del hombre de alumbrar y guiar, como un verdadero faro de luz, a otros hermanos, respetando el camino elegido en esta existencia, sea el que fuere, mediante la consideración externa hacia el prójimo”. En otras palabras, el corazón es el cerebro del Humano consciente, mientras que el cerebro es el corazón del humano inconsciente. Comencemos a usar nuestro segundo cerebro para pensar, decir y actuar; quizás nos llevemos una sorpresa y descubramos desde el corazón, que la nueva Matrix ya está aquí.