Negativismo y positivismo
“El éxito está conectado a la Acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento hacen errores pero nunca se dan por vencidos”.. Conrad Hilton, empresario hotelero.
Bienvenidos al programa ocho de la quinta temporada en DDLATV. Hoy LOH tratará una dualidad más como es el Negativismo vs Positivismo.
Ambas van más allá del estado de estado de ánimo que sentimos en momentos determinados de cada día por el que transcurre nuestra existencia. Negativismo y Positivismo son energías si quieren que los resuma en pocas palabras y como energía, están en continuo movimiento y por consiguiente, en transformación, del mismo modo que en fotografía, pasamos una imagen del negativo al positivo, si vale el ejemplo.
Desde el momento que activamos el uso de razón, es cuestión de cada particularidad decidir como quiere existir. Positivista eliminando las barreras que frenan la imaginación creyendo posible mas allá de los límites de lo racional o por contra Negativista, siendo escrupulosamente calculador antes de dar un paso midiendo los riesgos, los pros y contras que obligan a que un pié le pida permiso al otro para andar con continuos frenos que no favorecen su crecimiento y lo mantiene cómodo en la zona de confort.
Conozco negativistas con los que convivo en mi día a día, gente tóxica aunque en casos porque reclaman la atención de que se esté pendientes de sus males y desgracias permitiendo un desahogo que te deja luego preocupado pero hay otros jejeje…, que son peligrosos pues se reconocen conscientemente negativos, son verdaderos maestros de poner en apuros al positivista a los pies de los caballos, son personas racionales y cabales que viven a la defensiva y cuando les dices ” tú eres muy negativo” , se ofenden cuando se les denuncia pues saben de la provocación de la actitud contaminante. De uno, aprendí a vacunarme contra el Negativismo, cuando te pillaba por banda era demoledor, todo lo veía negro, sus razonamientos eran demoledores y contradecirle era saltar al ring para transformar mi energía en pasto de quienes le susurran y se alimentan de las baja frecuencias del desánimo.
El antídoto fue y es desde la consciencia, sumar más negatividad a la suya exaltando más si cabe su razonamiento, este desconcierto inesperado curiosamente, al negativista lo polariza en el lado positivista siendo el mismo, quien rebajaba la tensión delatando por consiguiente, su intención de transformar en su beneficio la energía de alguien positivo. En alguna ocasión en DDLATV les hemos comentado que la tendencia de la nueva Humanidad es hacia la neutralidad, permanecer en ese equilibrio que no aísla a polarizarnos hacia los extremos pues si recuerdan, un sádico pude ser un positivista derrochando energía a raudales en un acto macabro y deplorable o un negativista, siendo un cenizo que intoxica a quien se pone a su lado.
Ambos créanme, operan desde el ego pues sentirse ante los demás como un triunfador de éxito que nada tiene que aprender y está por encima de lo demás, es ego. Sentirse dolido, afligido, deprimido y no acciona cuando se le ofrece ayuda pues cree no necesitarla, es producto también del ego. Por esta razón recuerden, en la octava a largo plazo, debemos proyectarnos hacia la neutralizad, no ser ángel ni demonio pero a corto y medio plazo no tenemos más elección desde la consciencia que optar por ser Positivista o Negativista.
Nadie dijo que antes de encarnar en este EM 4×4, el trabajo a lidiar fuera sencillo.
Y ahora vamos con los 12 trabajos de Heracles.
12 escalones
8.- Capturar las yeguas de Diómedes
Diómedes, Rey de Tracia, tenía unas yeguas que comían carne humana. Este las tenía atadas a cadenas y las alimentaba con las carnes de sus huéspedes. El octavo trabajo de Heracles, consistió en robar estas 4 yeguas y llevárselas a Euristeo. Para esto, Heracles partió con un grupo de voluntarios, con los cuales consiguió arrebatarle las yeguas a Diómedes. Este, furioso, trató de luchar contra Heracles, quien le dio su carne a las yeguas, que lo devoraron por completo. Entonces el ejército de Diómedes huyó. Después de comerse al rey, las yeguas se volvieron tan mansas, que fueron llevadas a Micenas donde se las regalaron a Hera. Se cree que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y alimañas.
Este octavo trabajo de Heracles es una alegoría hacia el alimento del que es pasto nuestra especie humana. Me explicó: Encontramos en primer lugar la dualidad Diomedes y Heracles. Diomedes es un sujeto representativo de una raza, Baphomet. Las yeguas representan los 4 paradigmas imperantes que someten al inconsciente colectivo sumiéndolo dentro del sueño de la falsa realidad ilusoria, manejándolo para proyectar una realidad interesada que co-creamos y en la que existimos.
Heracles representa la parte opuesta o Satanás, si lo quieren dicho en hebreo y visto desde el lado de la energía de Diomedes pues Heracles es su enemigo y rival dual al que se enfrenta el poder en la sombra. Según este trabajo, el sistema representado por las yeguas será alimento de el mismo y al vencerlo, los 4 paradigmas serán rehechos en beneficio y los caballos depredadores quedarán como fuerza de trabajo para manejar el carro. Finalmente, quedará a merced del Olimpo (los MS) y decidirán que harán, de acuerdo con el plan director sobre el que se expande la propia Creación.
Hoy quiero confesarles, que el miedo del fuego del infierno, el pecado y la desobediencia a Dios, me mantuvo durante años en el Negativismo, creía que ver todos los problemas y riesgos antes de lanzarme con algo o con alguien era el camino correcto hasta que descubrí que quien no arriesga no gana y que profundizar en problemas, fue una fuente de crecimiento pues basta con sustituir la palabra “Problema” por “Reto”. El “Problema” es una palabra que disuade de la acción pero transformado como un “Reto”, es una oportunidad para expandir y salir de esa zona de confort que nos mantiene cómodos. Pese a todo, conservo todavía algún residuo de la prudencia de antaño y me mantengo en la trinchera si con quienes actúo no tienen amplitud de miras para ir mas allá del control conocido. Es mi dilema pues, mantener una postura de incomodar con el riesgo de que me tomen por terco o ser escuchado dando pie a que aflore el ego.
Un tema el de hoy para pensar y sobre el que trabajar, pues esta dualidad está imbricada en nuestro día a día y es nuestra decisión decidir como queremos enfocarla.
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Jose de Aetamira/MAYODEL68