20) Si el pueblo paga impuestos, todos pagan impuestos sin excepción de ninguna índole, por lo tanto, el impuesto debe ser una forma de cubrir e impulsar la producción y no una forma de llenar las arcas de particulares, políticos y gobiernos.
“La historia de los impuestos es casi tan antigua como la historia del hombre pensante. Desde las primeras sociedades humanas, los impuestos eran aplicados por los soberanos o jefes en forma de tributos, muchos de los cuales eran destinados para asuntos ceremoniales y para las clases dominantes. La defraudación de impuestos teniendo el carácter y destino que se les daba eran poco comunes, debido al control directo que de la recaudación hacían sacerdotes y soberanos…”
“En Egipto, los faraones crearon un sistema de recaudación que se apoyaba en una burocracia especializada y eficiente. Los recaudadores de impuestos eran conocidos como escribas. En la antigua Grecia existía un impuesto llamado “eisphorá” que se imponía a los muy ricos. Los impuestos indirectos eran significativos. Los primeros impuestos en Roma fueron derechos de aduana de importación y exportación llamados “portoria”. César Augusto fue considerado por muchos como el más brillante estratega fiscal del Imperio Romano. Cuando Tomas Jefferson repartió su Biblia al asumir el poder, comienza aludiendo a Jesús de Nazaret y a un decreto de César Augusto, que dice que todo el mundo tiene que ser gravado.”
“Un impuesto es un tributo que se paga al estado para soportar los gastos públicos. Estos pagos obligatorios son exigidos tantos a personas físicas, como a personas jurídicas. La colecta de impuestos es la forma que tiene el estado (como lo conocemos hoy en día), para financiarse y obtener recursos para realizar sus funciones”. Fuentes varias
El último párrafo resume el por qué y para que de los actuales impuestos. Estos son para enfrentar los gastos públicos del estado. Pues el mayor gasto público del estado es el mismo estado, sus particularidades que lo forman y sus descomunales sueldos (Punto 3 y Punto 10 de Mi Idea) No creo que haga falta más impuestos, sino más calidad humana y consciencia para https://detrasdeloaparente.com/wp-content/uploads/2011/02/La2BmanipulaciC3B3n-1-1.jpgistrar una nación. Esta se puede https://detrasdeloaparente.com/wp-content/uploads/2011/02/La2BmanipulaciC3B3n-1-1.jpgistrar y solventar tranquilamente con sus propios activos si estos fueran correctamente https://detrasdeloaparente.com/wp-content/uploads/2011/02/La2BmanipulaciC3B3n-1-1.jpgistrados, y con un mínimo aporte de parte del resto de la sociedad que lo conforma para ayudar a los más necesitados. Los impuestos más necesarios si serían aquellos para regular el mercado interno, por tal motivo toda importación y exportación y algunas actividades mas, sean comerciales, industriales, productivas o económicas y financieras, si pagarían impuestos, pues tanto unas como otras influyen de alguna manera en la economía interna de la Nación.
Es necesario no una reforma tributaria, sino un nuevo sistema donde el principal motivo de los impuestos sea la necesidad del humano y no los gastos del estado. Cambiar el arquetipo donde todos colaboren según sus posibilidades, aportando para el bienestar del prójimo y no para solventar los gastos de un estado que siempre tendrá cuentas en rojo, tan en rojo que no les alcanza con todos los descomunales impuestos que cobran, sino que además tienen que tomar deuda externa para cubrir su total inoperancia en la https://detrasdeloaparente.com/wp-content/uploads/2011/02/La2BmanipulaciC3B3n-1-1.jpgistración y su total falta de humanidad en su ejecución.
Con un sistema Humano eficiente, el impuesto dejaría de existir como tal, pues no se le impondría a nadie como ahora, ya que sería una “colaboración acordada”, por y para el bienestar de todos, siendo los impuestos antes citados una excepción por necesidad y no una obligación dispuesta por un estado cabalista y usurero cuyo valor principal es el dinero y no el bienestar de la sociedad toda.