“Hace apenas más de 200 años en el Reino Unido, Edward Jenner observó que algunas mujeres que ordeñaban vacas parecían estar protegidas de la viruela si ya habían sido infectadas por el virus mucho menos peligroso que ocasionaba la viruela bovina. En 1796, Jenner realizó un experimento, raspando el brazo de un niño de 8 años llamado James Phipps con material de una llaga de la viruela bovina en una de estas mujeres que ordeñaban vacas. Luego repitió el mismo experimento, pero esta vez agregó una pequeña cantidad de viruela al mismo niño. Él esperaba que el procedimiento inmunizara al niño contra la mortal infección de la viruela. De hecho, lo hizo. El experimento de Jenner inició la era de las vacunas.
El siguiente avance importante ocurrió casi 100 años después cuando el Dr. Louis Pasteur, demostró que la enfermedad se podía evitar al infectar a los humanos con gérmenes debilitados. En 1885, el Dr. Pasteur utilizó una vacuna para prevenir con éxito la rabia en un niño llamado Joseph Meister que había sido mordido por un perro con rabia. Para la mitad del siglo 20, se había obtenido un progreso regular en las vacunas. El Dr. Jonas Salk y el Dr. Albert Sabin, lograron lo que se conoce como los avances más importantes, ellos desarrollaron la vacuna de poliomielitis inactiva y la vacuna de poliomielitis activa, respectivamente. Sus descubrimientos han salvado a un número incontable de niños en todo el mundo de la poliomielitis, una enfermedad que con frecuencia deja a los niños amarrados a una silla de ruedas o muletas de por vida.
En la actualidad, las vacunas son una de las historias de éxito de la medicina moderna. La viruela declaró erradicada del mundo en 1977. La poliomielitis se eliminó oficialmente de los Estados Unidos y del resto del hemisferio occidental en 1991. Mientras que se reportaban de 13,000 a 20,000 casos de poliomielitis cada año en los Estados Unidos antes de la disponibilidad de la vacuna, no se reportó ningún caso en el año 2000 a pesar de que hubo 12,230 muertes a causa de la difteria en los Estados Unidos en 1921 (mucho antes de la disponibilidad de la vacuna), solo hubo 1 caso de difteria reportado en 1998.
La lista de enfermedades graves que se han erradicado o cuyas cifras se han reducido dramáticamente por las vacunas, continúa aumentando, desde las paperas hasta el sarampión, desde la rubéola hasta el tétano.”
Fuente: Immunizations & Infectious Diseases: An Informed Parent’s Guide (Copyright © 2006 American Academy of Pediatrics)
Extrañamente en la historia de las vacunas poco se sabe de la vacuna del sarampión. El virus del sarampión fue aislado pon Juan F. Enders y Thomas C. Peebles en 1954 y misteriosamente tampoco se encuentran datos sobre su estudio. Fue a partir de Ralph Hilleman, que trabajaba para el ejército de los Estados Unidos, con el desarrollo de la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) que hay más datos históricos al respecto. La vacuna del sarampión fue inoculada por primera vez en EE.UU en 1963, año del asesinato de JFK, Juan XXIII y otros acontecimientos significativos ya relatados en este espacio. Ahora sabiendo esto la pregunta correcta sería ¿Qué misterio hay detrás de la vacuna del sarampión? Pues comencemos la historia desde el principio.
Cuando Enders y Peebles aíslan el virus en 1954, observan que el sarampión tiene una sola cadena nucleica de polaridad negativa que forma una nucleocápside helicoidal compuesta de ácido ribonucleico (ARN) como genoma y proteínas. Este ARN de cadena simple no segmentada y de polaridad negativa, incluía 6 proteínas principales, las proteínas hemaglutinina (H), la de fusión (F), la proteína de la matriz (M), la fosfoproteína (P), la proteína larga polimerasa (L) y la proteína de la nucleocápside (N). El virus parecía ser antigénicamente estable, pero era sensible a la luz ultravioleta. Este descubrimiento no pasó desapercibido por el complejo industrial militar y seis años después, Hilleman por encargo del mismo complejo, descubre como codificar las proteínas del virus del sarampión con luz ultravioleta, convirtiendo a este virus en un mensajero de instrucciones y demás información codificada para fines militares y de defensa nacional.
En 1963 se efectuó un experimento masivo con el virus codificado, vacunando a toda la población de EUA contra el sarampión. ¿Qué instrucciones llevaba codificadas el virus? Lo desconozco, pero puedo especular que seguramente fue algo con relación a los acontecimientos sucedidos ese año, sobre todo, con el asesinato de JFK y su discurso sumamente comprometedor para la seguridad nacional, o mejor dicho, para el complejo industrial-militar de Estados Unidos de América. Ocho años después, en 1971 se incluyó la vacuna del sarampión en la triple viral (sarampión, paperas y rubéola) y la campaña de vacunación fue mundial. Creo que si nos inocularon algo fue con esas vacunas obligatorias para el calendario escolar hasta el día de hoy, así que, estar ahora preocupándose por la vacuna del covid-19, es realmente ridículo, ilógico y banal. Como decía mi abuela, “hoy hay lentejas, si quieres las comes y sino las dejas”
Todo ya está dicho, nos lo muestran en la cara todos los días, pero nadie quiere creer. Ahora que lo pienso, quizás la codificación en esa vacuna del sarampión, fue la incredulidad de lo real y la credulidad de lo ilusorio, la manipulación de la ilusión, el Truman Show más grande del mundo.