¿Empezamos el Cambio?
“Todos quieren cambiar el mundo. Pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”.
(Tolstoi)
Hay algo que nos está costando mucho el darnos cuenta. Se nos ha dicho, se nos ha enseñado, se nos ha mostrado… Pero seguimos enganchados a la recurrencia de la ya, tan conocida para nosotros línea 33.
Si hablamos de recurrencia, significa que, en estos años de continua enseñanza ininterrumpida del manejo de energías, algo estamos haciendo mal para no cambiar el resultado actual, ni conseguir plasmar nuestra intención y propósito.
“Hay ciertas cosas que, para saberlas bien, no basta con haberlas aprendido”
(Séneca)
Estoy convencido que, si queremos conseguir verdaderamente un cambio real y tangible, debemos empezar por nosotros mismos. Este mensaje no es nada nuevo, ni en el blog ni para los que siguen alguna Escuela Iniciática, ya que la base de todo cambio, radica en uno mismo.
Lo sabemos, en teoría, porque cuando nuestra esfera de consciencia fue revertida hacia afuera y tomamos todo estímulo externo como patrón de vida, allí también señalamos e identificamos a los “enemigos de la Humanidad “, quienes nos tienen presos y a merced de una “supuesta agenda” que en realidad no existe como tal.
Vivimos en una existencia terrorífica, de autodestrucción, caos, de pérdida de valores, en ese espacio matricial al cual llamamos Escenario Uno, que pertenece a la línea 33.
Lo que nos presentan como “agenda”, no es más que acontecimientos sucedidos y tomados como recuerdos del futuro, pero única y exclusivamente de su línea 33…No de la 42, esa ya nos corresponde a nosotros.
Cuando digo que algo estamos haciendo mal, es simplemente porque seguimos enganchados en la línea 33; seguimos pendientes de los demonios, del control que tienen, de cómo nos dominan… Y no vemos algo tan básico y lógico, que es justamente lo que es la línea 33.
Esta línea de existencia es la que es y nunca podremos cambiarla, por existe tal y como debe de existir.
Entonces, ¿Cómo conseguimos el cambio a la tan ansiada línea 42?
Centrando nuestra atención y nuestra Consciencia en la línea 42.
En esta línea sabemos que no hay demonios, sabemos que existe una Humanidad justa y sin necesidad de normas ni leyes, porque habiendo A.M.O.R., no hace falta nada más para convivir en armonía.
Ya lo decía Platón: “Donde reina el Amor sobran las leyes“.
Menciono mucho el trabajarse a uno mismo, porque si bien nos consideramos guerreros del Dragón empuñando la espada para enfrentar a los demonios, estoy convencido que el verdadero y peor de los enemigos, somos nosotros mismos… Nuestra dejadez, nuestra desidia y conformismo. Nos resulta más sencillo señalar un culpable ajeno a nosotros, poner de excusa cualquier causa externa como culpable de nuestra miserable situación. Pero la situación, sea cual sea, no cambiará, pero si la manera y la actitud con la que le haremos frente. Tenemos que cambiar totalmente de enfoque, tenemos que empezar a proyectar realmente la Voluntad de Cambio a la Humanidad que queremos y merecemos.
Resulta como paradójico, que el “despierto”, si bien está en un nivel más arriba que “el dormido” que no se entera de nada, a pesar de eso, no es capaz de cambiar de realidad; es más, diría que su existencia se basa totalmente en la necesidad que exista esa línea 33, porque de alguna manera, tiene que justificar lo que dice y el enemigo se ha transformado en parte necesaria como contrapartida de esa dualidad, del otro lado del péndulo.
Por consiguiente, ya queda en cada uno tomar la decisión de en qué y cómo centrar su energía y atención… En uno mismo para accionar y dar su mejor versión, creando y afianzando la conexión a la línea 42, o seguir entregando su energía a los demonios, para seguir dándoles alimento y sustento a su línea existencial de la 33.
En todos y cada uno de nosotros está esa responsabilidad… Ya es el lugar y momento para proyectar Nuestros recuerdos del Futuro de la línea 42, donde definitivamente, abandonamos a los demonios y su línea de existencia de la 33.
He dicho, Helimer.·.