VIRTUD, INTENCIÓN Y PROPÓSITO.
EXPECTATIVA VS. REALIDAD
Si los escritos y los discursos fuesen capaces por sí solos de hacernos hombres de bien, merecerían justamente, como decía Teognis, que se les buscase por todo el mundo y se pagase por ellos un alto precio. No sería necesario nada más que adquirirlos. (Aristóteles)
Mi intención con estos escritos que presento, no es más que el de invitar a la reflexión a todo aquel que así lo sienta y entienda. Como se ha dicho muchas veces, a través de los comentarios de todos es como logramos avanzar como grupo, como Logia. Al igual que la gran mayoría, tengo más dudas que respuestas, tengo virtudes y defectos, fortaleza y debilidades.
No tengo una receta mágica de la felicidad. No tengo autoridad moral siquiera para decirles a los demás que hacer o no hacer, porque como he dicho en otras ocasiones…, bastante labor tengo en lo particular, así que al menos, intento predicar con el ejemplo…y eso supone, reconocer mis debilidades y esforzarme para superarlas y de esta manera, tener el propósito de que día a día, antes de cerrar los ojos para dormir, hago balance y puedo estar en paz, porque he conseguido ser virtuoso ese día al menos.
Como vemos, una y otra vez, no es que lo diga yo o cualquier otro simple mortal…Grandes Maestros, filósofos, Iniciados nos lo vienen diciendo a través de la historia de la Humanidad, pero resulta que allí lo apartamos, porque nos resulta más interesante las conspiranoias y la última novedad al respecto, que las enseñanzas de los Grandes que nos están diciendo continuamente de que debemos centrar nuestra atención en nosotros mismos, en nuestro Ser, en nuestro Interior. No podemos olvidar que continuamente están creando un escenario gracias a nosotros mismos, ya que, en cuestión de segundos, les hacemos de repetidores y donde esa información no sea la correcta, pues estamos justamente preparando el terreno y construyendo ladrillo a ladrillo nuestra propia cárcel, primero mental y después física gracias a las limitaciones que van sumando poco a poco.
Es aquí donde tenemos que preguntarnos entonces… ¿Cuál es mi intención y propósito?
¿Es real y sincera o solo cubre las expectativas de mi ego?
¿Tengo realmente una intención y propósito?
¿Si digo que sí, sigue siendo la misma intención y propósito que la primera vez que me lo propuse o ha cambiado?
Y si ha cambiado ¿Qué motivo dicho cambio?
¿Es malo cambiar una intención inicial y un propósito final a medida que pasa el tiempo?
El ejemplo claro de Intención Inicial y propósito final lo tenemos en esta casa, y como no podía ser de otra forma, a través del ejemplo. Morféo se ha mantenido firme desde el inicio de esta Logia hasta ahora, un rumbo seguido por un destino claramente marcado. Otros han intentado acompañarlo, pero hemos sido testigos de que, a través de este largo viaje de continuo aprendizaje, muchos que eran sus primeros oficiales prefirieron o entendieron que sus intenciones y propósitos habían cambiado de rumbo, ya que prefirieron anteponer el reconocimiento e interés particular ante el bien general.
¿Está mal, está bien?… No lo sé o al menos no seré yo quien lo juzgue. Me interesa el hecho en sí, y al título de esta Plancha…. Expectativa Vs. Realidad… Muchos quieren ser los abanderados de una noble ola expansiva de Consciencia que libere a la Humanidad, pero realmente ¿Para quién están trabajando… para el Ser y desde el Ser, o para el ego y desde el ego?
El trabajo individual es el más importante y el más duro como ya lo hemos visto y hablado, porque de ese resultado saldrá una piedra justa y perfecta que sostenga, junto a muchas otras tantas, las bases de la Nueva Humanidad.
Ya lo decía Confucio, otro gran Maestro…. “Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.”
Las expectativas no son buenas porque generan desilusión…. Pero al menos, intentemos que nuestra realidad se acerque, aunque sea un poco a nuestra propia expectativa, pero a la real, a la del Ser…No a la del ego.
De esta manera, por lo menos, al momento de hacer balance antes de irnos a dormir, tendremos la tranquilidad y la felicidad de haber sido virtuosos, al menos ese día…
He dicho,
Helimer.·.