ALLÍ AFUERA, AQUÍ ADENTRO (Un relato fantástico, pero real)
Hace unos días tenía en mente el trazar una plancha sobre la virtud, ya que es un tema que vengo nombrando seguido.
Hoy por distintas circunstancias, me encontraba solo por un rato, así que mientras me preparaba para arreglar mis ideas me puse mi música y me relajé un momento y sucedió algo mágico y extraño a la vez. Perfectamente lo que a continuación describiré, podría formar parte de un Relatos Fantásticos…
Intentaré expresarlo de manera fiel, para que puedan llegar a sentir lo que yo he sentido, porque esto es para vivirlo.
De repente, mis pensamientos e ideas se detuvieron. Estaba en una habitación oscura, porque ya era de noche y prácticamente no había luz.
Un gran sentimiento empezó a recorrer mi cuerpo, parecía que la adrenalina se había disparado, pero no por temor alguno, sino que empecé a sentir un torrente de sentimientos hermosos recorriendo cada átomo de mi cuerpo. Sin darme cuenta me sentía pleno, feliz, tranquilo, alegre, en paz… Las lágrimas brotaban solas de mis ojos sin entender el porqué de esta reacción.
Manteniendo los ojos cerrados, y a pesar de sentir las lágrimas, imágenes me venían como si estuviese viendo fuera de este mundo…
Me sentía infinito, era parte del todo y podía ver nuestro Hogar. Lo curioso fue descubrir y sentir el No Tiempo; pero lo más sorprendente, fue en un determinado momento Sentirlos a “ellos” que están ahí afuera…cercanos, pero manteniendo un límite. Observando, vigilando, aguardando, pero con Esperanza y tranquilidad el momento tan esperado por ellos, para reunirse con nosotros. Ellos nos conocen bien, a pesar de que muchos seres humanos desconocemos de su existencia, y algunos otros solo lo imaginamos.
Ya no había oscuridad, porque la semilla de la Esperanza ya ha florecido dentro de nosotros, de todos, de cada uno de nosotros y su luz es la señal, la aurora que daba la bienvenida a la Nueva Humanidad. Un nuevo día ha empezado para nosotros.
Está en nosotros, la llevamos dentro, por ese motivo nos ha costado tiempo darnos cuenta del cambio. Ese cambio que buscamos, siempre ha estado en nosotros y es independiente a lo que suceda en el exterior.
Sólo es necesario regalarnos un momento diario de introspección, de buscar hasta poder sentir de verdad, dejar que los sentimientos broten y se desprenda por nuestros poros. Dejar que la alegría y las ganas de vivir nos abrume…dejar que nos entre la necesidad de expresar ese A.M.O.R. infinito e incondicional porque esa línea 42 tan ansiada, siempre ha estado presente en nosotros. Nuestro problema fue que no habíamos conseguido “sintonizar” con ella, ya que estábamos pendientes a la falsa realidad que nos querían hacer creer que vivíamos.
El Universo es nuestro, la realidad es nuestra… No permitamos que nos engañen y nos la quieran robar… Somos verdaderos Magos, capaces de manifestar las cosas más Hermosas jamás imaginadas. En nuestro interior está el Portal, ese que debemos cruzar para ser Libres y plenos.
No caminamos solos, lo sabemos, lo sentimos, pero lo olvidamos rápido con cualquier distracción o problema.
Posiblemente, pensamos más de lo que sentimos, y sería bueno, intentar querernos y amarnos más a nosotros mismos, para poder hacer lo mismo con los demás.
Cada día que pasa, tiene un nuevo amanecer, es otra nueva oportunidad para poder descubrirnos, para descubrir el infinito en lo finito, una nueva oportunidad para conocer el Universo, a los dioses a nuestros Hermanos… Regálate esa oportunidad…
He dicho,
Helimer.·.