Cuando hablamos de H, C, O y N al describir energías, estos no se corresponden fielmente a los elementos de la Tabla periódica, sino que son representativos y se toman para comprender como funciona la alquimia de la creación.
Por ejemplo, un H1 puede pasar al H3 (faltando el H2) porque los H se pueden tomar como elemento (H1) o como molécula diatómica H2 (H1 + H1).
Entonces: H3= H1 + H1 + H1
y también: H3= H1 + H2
En H1 tenemos la primera energía, la que inicia el proceso subsiguiente, que podemos inicialmente considerarla como A.M.O.R., pero al elevar el nivel de entendimiento vamos a poder comprender que la primera energía en realidad es la del Caos y la ley que la rige es la Entropía. Esto implica que el Caos tiende al caos.
Cuando se une la primera molécula diatómica (H2 que no figura en la línea de creación) lo que el universo hace es poner orden al Caos con la dualidad (entrando en los opuestos) y, el resultado subsiguiente, va a ser la Trialidad que produce el equilibrio necesario (H3).
Caos H1 – Orden H2 – Equilibrio H3
En el artículo anterior vimos que del H1 (Ideas) se pasa al H3 (Diseño) luego a un H6 (Formas) donde ya la dualidad opera de manera equilibrada.
H6: H1+H1+H1+H1+H1+H1 (6 elementos)
H6= H2+H2+H2 (3 moléculas)
En la octava demiúrgica de las formas ya se encuentra activa la Trialidad, pero no solo por la descendencia de la tercera octava de creación. También el mismo formato de unión de las moléculas de H1 que define la dualidad del doble universo cubico más cuadrático activa la Trialidad.
Repasemos ciertas reglas matemáticas básicas que pueden ayudarnos a entender los procesos alquímicos:
+x+=(+) | -x-=(+) | +x-=(-) |
-x+=(-) | (H)x(H)x(H)=(?) |
El Hidrógeno (H) es el elemento más abundante del universo. El segundo en abundancia es el Helio (He). Tenemos entonces dos elementos que son sumamente significativos para los procesos energéticos de la creación.
El Helio existe químicamente en la naturaleza a partir de dos formas de producción natural y no natural conocidas por la ciencia (física y química): por fusión nuclear y por procesos químicos naturales procedentes del gas que no relataremos ahora.
En nuestro planeta el Helio es abundante, se utiliza mucho y, generalmente, es obtenido por procesos químicos. Según lo que la ciencia actual conoce, la abundancia del Helio en el universo se debe a procesos físicos de las estrellas, considerando que naturalmente se obtiene debido a la fusión de dos átomos de H convirtiéndose así en uno de Helio.
La suma de dos átomos de Hidrógenos (iguales sean considerados positivos o negativos) por regla matemática debería dar positivo.
H+H: debería dar positivo porque +X+=(+) así como -X-= (+)
El hecho de que los mencionemos como positivos o negativos no implica que efectivamente lo sean, es una etiqueta que se pone para entender el proceso energético. Dos Hidrógenos sumados deberían dar siempre positivo al ser dos Hidrógenos iguales. Así se forma una molécula diatómica de Hidrógeno pero que, en realidad, son dos Hidrógenos separados que trabajan juntos. No se forma un átomo de Helio sino una molécula de Hidrógeno.
¿Porque la molécula de Hidrógeno se considera un opuesto que va a precisar el equilibrio de la Trialidad?
Si H1= caos, ¿por qué en la molécula hay orden?
Para que esto ocurra es que interviene el Helio como energía generadora de procesos.
A diferencia del Hidrógeno, el Helio naturalmente no está presente en la naturaleza, sino que precisa un choque (físico o químico) para producirse. Cuando el choque activa la molécula, se activa la dualidad, pero esto que se activa no es realmente una molécula de Helio sino un producto energético que hace que las reglas matemáticas se cumplan de manera determinada.
Como ya mencionamos, dos H1 iguales (+x+ o –x-) deberían generar un resultado positivo.
Pero como podemos observar, en esta instancia del proceso se debería estar sumando, no multiplicando.
¿A qué se debe esta multiplicación?
A que el choque necesario para desestabilizar el estado molecular del Hidrógeno a fin de obtener dos cargas opuestas se da por multiplicación de energías. El Helio producido por este choque de la molécula en la segunda octava (Diseño) es el que va a dar orden al caos.
El primer H1 (caos) y el segundo H2 que, por el choque, produce el orden (del caos).
En la línea descendente de creación, cada octava tiene dos choques, uno natural por voluntad de la misma línea de octava y otro forzado donde se crea la vida consciente posterior.
Debe comprenderse que la vida consciente generada por el segundo choque de la primera octava está por encima de los Logos.
El primer choque de la segunda octava es cubierto por la voluntad del segundo choque de la primera octava (vida consciente) y en esa instancia se crean los Logos.
El segundo choque de la primera octava no solo crea la vida consciente, también sirve para que la molécula de H cambie de carga y deje de ser (+ +) o (- -) y pase a ser (+-) o (-+). El Helio es el encargado de generar este proceso energético y provocar un desequilibrio (caos) que luego van a equilibrar los Logos (la Trialidad). Podríamos decir que el Helio es el producto de una reacción, dos átomos de H se fusionan en uno de He, convirtiéndose en una molécula con cargas inversas.
Este es un proceso de fisión/fusión donde se rompe para luego poder unir. En esta unión se forma una molécula con reglas comprensibles. Es la molécula con cargas opuestas que inicia la dualidad.
Los elementos de la Tabla periódica marcan, según la química, la cantidad de electrones que poseen en sus orbitas, pero también son usados para movimientos energéticos.
Es la variación de electrones la que determina la clase de elemento qué es cada uno. Por eso, en el choque que genera el elemento que tomamos como Helio (pero en realidad es un Hidrógeno con dos cargas opuestas), lo que sucede es que se le suma un electrón al Hidrógeno. Este proceso de suma de electrones continúa en la Tabla periódica hasta el último elemento según nos enseña la química conocida. Pero en la alquimia no sólo se toca lo físico, sino el conjunto de energías, y allí es donde podemos entender que toda la creación surge del Hidrógeno a partir de la suma de electrones de uno en uno. Es por esto que decimos que todo el universo está contenido en un átomo de hidrógeno (más precisamente en un protón de Hidrógeno).
Los Hidrógenos marcan también una línea jerárquica. H1 (Do) es la primera jerarquía y, a medida que se suman electrones, se baja en la línea jerárquica. H2 es la segunda jerarquía y H3, la tercera jerarquía es ocupada por los Logos. Ahora la pregunta correcta seria ¿cuál sería la segunda jerarquía que no figura en la octava descendente de creación? Ya llegaremos a ese punto, por ahora solo queda esperar los artículos venideros.