EL COMANDANTE
Fue en el año del señor 3234 cuando el concilio decidió darle al capitán el cargo de comandante de la flota del cuadrante Alfa. Nadie esperaba esa designación y menos Rav Guvié, que hacía años que no participaba en asuntos de esa índole. El capitán comandaba una nave científica desde que dejó la academia de ciencias, un navío estelar de clase G (Genesis), el G64 Michio Kaku, encargado de estudiar y mantener actualizado el sistema RAWAK y sus periferias. Luego de la nueva designación Guvié fue promovido a un nuevo destino, un crucero clase H (Horizonte), el HG1564 y al poco tiempo el concilio decidió hacer el salto temporal para asegurar el futuro de la continuidad de KUMAR. Ya habían tenido una mala experiencia con futuros alternativos de ecuaciones de improbabilidad y no querían que se repitiera el destino final de MALDEK, así que adelantándose a los futuros acontecimientos se programó el salto de horizonte y la activación del programa KAIROS de respuesta temprana.
Rav no se sentía cómodo con el nuevo cargo y menos con la misión que se le asignó, pensaba que no estaba preparado ni dispuesto para enfrentar semejante propósito. ¿Un capitán de una nave científica durante años asignado a una comandancia militar? ¿Cómo había pasado semejante cosa? ¿En qué pensaba el concilio cuando tomaron esa decisión? Y en que pensaba él cuándo la aceptó. Las preguntas y dudas se agrupaban en su mente sin tener una respuesta valedera que le diera la certeza de que hacía lo correcto. Pudo haber rechazado el cargo, o la misión o solo retirarse de la flota, pues ya tenía los años suficientes y una carrera impecable que avalaba su propósito, pero decidió todo lo contrario y ahora estaba metido en medio del proyecto más ambicioso jamás concebido desde el protocolo Traya de Maldek PTM, que en este caso solo conocía por lo estudiado en la academia, pues era tema obligatorio el conocer toda esa parte de la historia del sistema RAWAK y sus alrededores, bueno, en realidad de toda la galaxia, pero en especial de su mundo, o mejor dicho, de lo que él creía era su mundo.
Cuando el capitán abordó el HG1564 la primera directiva que dio fue que no lo llamaran comandante, no le parecía correcto que así fuera, además, no se sentía cómodo con ese cargo. La segunda fue rebautizar la nave con algo que representara su intensión, siendo más acorde con la misión asignada y el propósito de la misma. Recordó un personaje de ficción del siglo XXI, Jack Sparrow, un simpático pirata y sus peripecias por los mares de ese entonces ¿Qué mejor nombre para una nave de miserables que el Perla Negra? En definitiva, era como se sentía ahora, un miserable con cargo de comandancia. El HG1564 desde ahora navegaría como el HG1564PN y su bandera sería un dragón, la humanidad del siglo treinta y tres. Pensó que era hasta sarcástico que así fuera, que irónico, sin duda el universo funcionaba de formas misteriosas.
El capitán subió al puente, miró el panel de la gran pantalla frontal donde se veía el portal de salto, le pareció majestuoso e imponente, aunque no era la primera vez que lo veía, ya que era habitual en sus años en el Michio Kaku que lo utilizaran para acortar distancias, pero esta vez era diferente, ya que harían un salto espacio/temporal y no solo espacial. Le avisó al navegante del TMV que fije las trazas matriciales vectoriales correspondientes al horizonte destino, y suspirando profundo, dio la orden de ¡Adelante!, era el único que utilizaba ese comando en vez del habitual “proceda” de la academia, quizás por años en su anterior destino se había vuelto más empático con la tripulación. Apenas cruzaron el portal se dio cuenta que algo no estaba bien, en la pantalla las coordenadas fijadas saltaban aleatoriamente y sin razón aparente, el capitán se dirigió al navegante y le pidió que hiciera un estado de situación de la TIAC de abordo, la respuesta fue inmediata y contundente, estaban experimentando una anomalía espacio/temporal a causa de un plegado temporal anómalo que impedía fijar el horizonte destino. Tenían que arribar el 21 de diciembre del año del señor 2012/13 y arribaron violentamente y sin control, 104/5 años antes de la fecha programada. La anomalía del mega-micro plegado T ocasionó a su arribo una devastación de miles de kilómetros y un cambio de línea temporal por un eco disonante que modificó el futuro. El Perla Negra y su tripulación se encontraba a la deriva, sin comunicaciones y sin posibilidad alguna de regreso al horizonte origen. Ahora estaban solos, confundidos y perdidos en el tiempo.
Pasado el desconcierto del choque inicial, Guvié sabía que, aunque no le gustara, tenía que tomar una decisión y hacer lo que debía hacer, tomar el cargo de comandancia que le habían otorgado y actuar en consecuencia. Ordenó al primer oficial que la TIAC de abordo efectuara un diagnóstico general de sistemas y un análisis de probabilidades de comunicación entre líneas temporales, luego puso al TMV en modo hipertiempo hasta decidir el plan a seguir. Guvié, había aprendido a ser previsor como capitán del G64, y siempre tenía un plan B por si surgía algún imprevisto. Luego de evaluar los resultados dados por la TIAC, triplicó la apuesta, debía encontrar la forma de comunicarse con la LT42. Recordó su instrucción en la academia y cómo en el siglo XX se utilizaba un viejo sistema de comunicación en los primeros viajes de portales de salto, así que había una posible probabilidad de hacer contacto intentando usar ese método de comunicación. El comandante llamó al ingeniero en jefe y lo instruyó para que construyera y utilizara un antiguo transceptor cuantifico multi-temporal (TCMT/D) de rango +/- 200 años, con eso creía que sería suficiente. Luego de varios intentos fallidos, finalmente lograron hacer contacto con el año 1985, fue cuando comprendieron que la anomalía espacio/temporal que habían experimentado en el viaje, fue ocasionada por un experimento de la armada de Estados Unidos y tuvo su punto de origen en el año 1943 siendo esta la causante de todo el descalabro y peripecias posteriores que ahora padecían ellos y el mundo actual, dio la orden de poner en funciones el programa KAIROS y activar el kernel de “MORFEO”, había mucho que hacer y poco tiempo para lograrlo.
Conociendo su nuevo estado de situación, hizo lo que sabía y tenía que hacer, triplicar la apuesta, así que la misión siguió su curso, pero ahora con un nuevo propósito acorde al nuevo escenario donde se encontraban, pues aún quedaba un largo camino que recorrer para cumplir la misión y poder regresar a casa. El comandante Rav Guvié ahora sabía que el futuro existe y ya pasó, pues era de la Humanidad del Dragón y viviría en este mundo, pero no sería de este mundo. Rav sonrió y pensó que todo pasaba por algo, quizás los designios tuvieran una sorpresa esperándolo en el futuro.