Hoy comenzaremos una serie de artículos orientados a comprender aquello que existe del otro lado del espejo, del lado donde se mueve el mundo real de la realidad general, el mundo del universo cúbico del espíritu. Les advierto que no es un tema sencillo, pues hablar de la materia del universo cuadrático es una cosa, pero hablar, y además comprender, el universo de lo increado es otra muy distinta, tan distinta como que daremos un vuelco de 360º a las cosas, y digo bien, no de 180º sino de 360º pues cambiaremos tanto la perspectiva de las cosas que 180º no alcanza para expresar el giro completo que daremos, pues pasaremos del universo cuadrático de la materia, al universo cúbico del espíritu y por tanto, nada será igual a lo que era y todo lo dicho hasta ahora pierde sentido ya que no se puede hablar y cuantificar las cosas del espíritu desde el reflejo de la materia.
No voy a repetir todo lo ya desarrollado sobre el tema en artículos anteriores, menos ratificar lo ya dicho, pues todo lo expresado sobre lo increado fue desarrollado desde el cuadrático de la materia, por consiguiente, todo lo expresado desde ese lugar es erróneo desde el espíritu y solo sirve para comprender la materia desde la materia. De nada valen los análisis, formulas, ecuaciones, gráficos, deducciones, etc. hechas desde la consciencia del hombre, si este no considera también lo increado, aquello que existe fuera de la materia, pero no se ve, pues transciende lo material y alcanza lo divino, lo intangible, lo milagroso, lo mágico que forma parte del universo de las ideas donde nace el diseño y se fraguan las formas.
Lo primero que hay que aclarar es que la anomalía de los demonios es un producto inconcluso e imperfecto del cúbico, o sea, de lo increado del espíritu. Lo segundo es que este producto no fue un error, sino una forma del diseño, y lo tercero, que ese diseño fue efectuado por los primordiales originales para “aislar” parte del universo cúbico.
Es increíble como el universo siempre entrega lo que se necesita. Gracias por mostrarnos lo peor de lo peor, lo que se tuvo que aislar del cubico para que esa energía del cuadrático no influya en lo increado y quede aislada en lo creado, en el universo mental de la anomalía. Solo lamento que haya sido usted, por su propia ecuación de elección, el conejillo de indias que confirme la regla. Cada uno vive en el universo que quiere vivir, pero existe en el que puede soportar porque el universo se adapta a la esfera de consciencia y recibe lo que proyecta. Ahora prosigamos con el artículo, que la tormenta recién empieza y las olas limpiarán la cubierta y quizás, solo quizás, tambien su universo de mierda. Aprovechando la oleada de comentarios tomo parte del de «Alguien» que refleja bien la idea.
“El prefijo del latín -in- tiene dos significados etimológicos valederos, uno con valor de negación como en “incapaz” y otro, “hacia adentro, dentro, en el interior” como “instilar”… Así que tenemos una palabra, Increatus, que cubre los dos, no creado y dentro de lo creado, y así es la cosa, todo lo creado, incluidos nosotros, contiene en sí a lo in creado…”
Este párrafo resume todo el articulo y da pie para lo venidero, pues desde lo increado se puede explicar lo creado, aunque desde lo creado no se pueda explicar lo increado. Paso a explicar, ya desarrollamos el espacio matricial, el espacio dimensional e incursionamos un poco en el espacio vectorial, ahora, desde lo increado podemos explicar que todos los espacios anteriormente descriptos son solo fases (espacios) de un mismo estado (dimensión) que lo contiene todo. Este estado es lo increado, aquello que aún no está proyectado como materia, pues existe, pero no refleja en el cuadrático por carecer de proyección.
En ese estado de increación de la realidad general todo es y no es, pues cada fase contiene al todo y retiene al todo, siendo el todo lo increado y la fase lo creado, por consiguiente, las influencias de lo creado se limitan a lo creado y las de lo increado a lo increado, aislando de esta manera cada fase del estado increado y evitando que, por ejemplo, la anomalía desequilibre el cubico (increado) por medio del cuadrático (creado). Por más universo negativista de “mierda” o escenario uno que transitemos, solo afectará a aquellos que lo proyecten o se sumerjan en él consciente o inconscientemente y no al todo que lo contiene, pues desde lo increado no hay forma que las fases influyan en el estado ya que este, está aislado de toda energía generada en la materia sea propia o ajena.
Hasta aquí la introducción, queda aún desarrollar ese estado increado y para ello, primero tienen que comprender bien, muy bien, como funciona realmente la esfera de consciencia, cosa que intentaremos hacer de forma gráfica en los próximos artículos, para que, hasta los recién llegados y neófitos del tema, tengan visualmente una idea del proceso.