Los apócrifos son evangelios que quedaron fuera del nuevo y viejo testamento por ser demasiado reveladores. Aparte de estos textos también hay mucha información que tampoco se incluyó en la biblia, sin embargo, muchos de estos textos se conservan en varios lugares, como en la biblioteca vaticana, la hebrea, la fraternidad blanca, algunas logias y en el mismo Corán entre otros. Ahí se cuenta la historia de la humanidad desde el Manu en adelante y hacia atrás, y también el origen extraterrestre de JJC y de nosotros. También la historia de los 300.000 y los motivos por los cuales se dividieron, pues en sus inicios formaban parte de una civilización con la misma intención y propósito. En el Tíbet también se resguarda este conocimiento e información, pero no en monasterios, sino en las entrañas de las montañas tibetanas, en profundas cavernas que solo unos pocos monjes conocen. Hoy hablaremos del sector central, las civilizaciones que ocupan el más alto grado evolutivo de la galaxia, muy cerca del núcleo galáctico. Antes de proseguir, aclarar que todos los textos “sagrados” sean de la religión que sean, no son religiosos, son históricos, y solo hay que decodificar la información que exponen para conocer la historia de la creación del universo conocido y desconocido.
Ahora comencemos el viaje. El sector central es una zona circular donde se concentran las civilizaciones de mayor evolución de las galaxias. Esta evolución no tiene por qué ser simétrica en consciencia, o sea, puede haber civilizaciones de todo tipo, 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6 o 7 (los primordiales) cuya consciencia esté orientada hacia una intención y propósito diferente al que nosotros consideramos que es el correcto, como en el caso de los Alfa Draconis, Anunnakis, Arios de Sumi, Antiguos Nicromantes o los Arcontes…