Cuando se habla de energías, es necesario comprender en energías, cuando se habla del espíritu, es necesario comprender desde el espíritu. DDLA siempre habló de energías y con el espíritu, esto conlleva a que se tenga que comprender desde las energías del espíritu. Aunque los artículos parezcan materia, no son materia sino consciencia hecha palabra para que su energía sea lo importante y no su contenido. Uno intenta intelectualizar la existencia y sólo logra caos, pero cuando se comienza a sentir la existencia, todo se convierte en orden. Hoy intentaremos mirar desde la frontera de nuestra consciencia para intentar visualizar en el horizonte de nuestro entendimiento, un poco de orden dentro de nuestro caos.
Cuando la razón intenta comprender la sinrazón de la intuición, el asunto se complica, pues nada es lógico cuando se mira al espíritu desde la lógica de la materia. Entramos en una nueva etapa donde la información dará un salto. Pasamos de la información lineal a la información en paralelo, y ahora pasaremos a la información en cascada trabajando como un PBMD donde cada Quat (clúster) de información será una probabilidad infinita de consciencia. Esto dará como resultado poder trabajar en varios niveles o capas y comprender desde la intuición, lo que antes no comprendíamos desde la razón.
Hablar del espíritu es hablar de la esencia del hombre que lo hace humano. Es el punto donde el perro reconoce que es perro y deja de ser perro. Es lo que nos distingue como particularidad dentro de la generalidad y nos da la oportunidad de “crecer” como creación material en un mundo espiritual. Todo en la creación alguna vez fue creado, sino la creación no se llamaría creación, así que hablar de lo increado es hablar desde la incomprensión de una conciencia limitada a la materia intentando dar lógica a lo ilógico. Hasta el mismísimo Do fue creado por la Fuente y de ahí para abajo todo fue creado en algún momento y lugar, sea SER, Ser, Espíritu, Alma o nuestro propio Avatar físico. De la fuente para atrás, no tengo respuestas y creo que nadie las tiene, y ahí sí podemos hablar de increado, pues es la única manera de darle lógica a nuestra incomprensión. Como su mismo nombre lo indica, increado (Del latín increātus) es un adjetivo que significa “no creado” que también puede interpretarse como “antes de la creación” y por consiguiente estamos en presencia de la Fuente misma. Ahora bien, el Espíritu como ya se explicó en su momento es un cuerpo de enlace y tiene que crearse pues no es otorgado como el Alma por derecho de vida, sino por derecho divino. En el artículo autopsia de un oscuro dije:
“En esta realidad y espacio matricial el vehículo de desplazamiento e interacción es nuestro cuerpo físico, y el conductor o navegante, nuestra consciencia artificial mediante la personalidad virtual. Mientras no poseamos un cuerpo de enlace espiritual, el encargado de mantener la conexión automática e inconsciente con el Ser es el alma, un cuerpo de enlace perteneciente al espacio matricial etérico y otorgado por derecho de vida o mejor dicho, de existencia inconsciente. Todo vehículo tridimensional tiene alma, sea un objeto animado o inanimado, sin embargo el espíritu, como ya expliqué, es un cuerpo de enlace que se forma y se obtiene por derecho divino cuando un objeto se transforma mediante la alquimia del trabajo en un sujeto. Resumiendo, el espíritu se forma y se otorga por derecho divino y el alma se obtiene por derecho de vida. Esto sucede porque el espíritu es un cuerpo perteneciente a los mundos superiores y su materia está formada por consciencia. Ahora sabiendo esta composición, que no es la total pero si la que nos interesa en este momento, podemos entender que cada cuerpo energético es un vehículo material para su espacio matricial, e incorpóreo e inmaterial para un espacio matricial diferente. Para el espíritu nuestro cuerpo físico y álmico es inmaterial, como para nuestro cuerpo álmico el físico y espiritual es inmaterial. Todo depende en dónde se ubique nuestra consciencia artificial para que algo sea material o no, sea real o irreal, verdadero o falso, pues éste es el universo de la dualidad y así se mueve nuestra percepción hasta que la consciencia no se expanda y abarque la trialidad.”
En este párrafo se encuentra de forma explícita e implícita las respuestas a muchas dudas y preguntas surgidas en el artículo anterior, así que comenzaremos a analizar de la forma como lo haría un PBMD, por capas matriciales, y veremos lo sencillo que resulta entonces comprender lo incomprensible. Lo primero es saber y comprender la verdadera función del espíritu en este plano matricial 4×4, y para ello tomaremos este párrafo, “En esta realidad y espacio matricial el vehículo de desplazamiento e interacción es nuestro cuerpo físico, y el conductor o navegante, nuestra consciencia artificial mediante la personalidad virtual. Mientras no poseamos un cuerpo de enlace espiritual, el encargado de mantener la conexión automática e inconsciente con el Ser es el alma, un cuerpo de enlace perteneciente al espacio matricial etérico y otorgado por derecho de vida o mejor dicho, de existencia inconsciente.”, y la frase que resume la función del espíritu en este espacio matricial es: “Mientras no poseamos un cuerpo de enlace espiritual, el encargado de mantener la conexión automática e inconsciente con el Ser es el alma,” o sea que si el alma mantiene una conexión automática inconsciente, el espíritu es el encargado de mantener una conexión manual consciente con el Ser. Aquí tememos la principal función en la materia del espíritu. Pasemos ahora a su naturaleza y su composición (formación) resumida implícitamente en la frase “Esto sucede porque el espíritu es un cuerpo perteneciente a los mundos superiores y su materia está formada por consciencia.” Esto quiere decir que el espíritu no pertenece a la materia, y no existe en la materia, pues su naturaleza tiene origen en otro estrato diferente y perteneciente a los mundos superiores. Su materia es “conciencia”, pues está formado por la energía de la información consciente.
¿Cómo formamos el espíritu? Por nuestra voluntad de superar nuestra inconsciencia expandiendo la esfera y tomando la energía de cada expansión (alma de las cosas) para llevar a cabo dicha formación. Cuando nuestra esfera se expande, se expande porque un vaet más se orientó (miró) hacia el punto (E) de la esfera, he hizo que la consciencia sumara gravedad. Junto con esa pequeña expansión se sumaron unas cuantas conexiones neuronales más y se incorporó cierta cantidad de “energía álmica” necesaria para el proceso. Cuando un punto de la esfera vuelve a orientarse, también ampliamos la conexión con el Ser y con las almas de las cosas (objetos) que “absorbimos”, convirtiéndolas en parte de nosotros (sujetos) para que el proceso de formación suceda. Como verán todo está relacionado y nada puede suceder sin la sincronía del conjunto. Estos procesos para nuestra acotada percepción desde la materia, pueden durar eones y múltiples existencia, pero para la percepción desde la pluralidad del SER, es un proceso simultáneo e instantáneo, pues no tiene tiempo sino espacio. ¿Qué quiero decir con esto? Que la formación del espíritu no es lineal, tampoco es en paralelo, sino en cascada, toda junta y a la vez. Por eso no hay contradicción en nada referente a su creación y el espíritu se tiene o no se tiene, pues hay entidades que todavía son objetos y no tienen el espíritu formado o en formación, y otras que están en proceso o ya lo tienen desde antes, pues lo traen desde su conexión.
Miles de existencias y avatares están simultáneamente formando el espíritu, y en cada mirada correcta hacia el centro de gravedad de la esfera de consciencia, una runa se modifica en los patrones básicos, que llevará esa orientación del vaet de la mirada correcta del “yo” del punto, a la próxima existencia, sumando masa para el espíritu construido hasta que desde muestra percepción veamos nacer un niño Humano 4.0 (hombre nº4) con su espíritu completo y cristalizado, ahora por derecho de vida y en proceso de formar un “nuevo espíritu” hacia el hombre nº5. El alma de ese niño ahora será su “Espíritu”, convirtiéndose en un Ser espiritual que no estará regido por las leyes actuales del Demiurgo, pues ya no le pertenecerá ni en cuerpo ni en alma. Hablar de tiempo necesario para esa creación del espíritu o separar los procesos de creación en compartimentos estancos de la comprensión material, es acotar nuestra consciencia a un espacio matricial 4×4, intentando buscar una lógica inexistente desde la inconsciencia de la razón. Ahora es tiempo de pensar diferente, pensar con el espíritu para comprender la existencia desde la frontera de la consciencia del SER, y observar que todo depende del cristal de la expansión de la consciencia de donde se mire el suceso, para que éste sea lógico y comprensible para la intuición o ilógico e incomprensible para la razón.