Primero, para comprender esto, es necesario un poco de historia. Como ya dije en su momento, existen tres líneas de conocimiento, la Hiperbórea, la de la Cábala y la del Dragón. En la actualidad sólo dos de ellas se encuentran activas, la occidental de la Cábala y la oriental del Dragón. La Hiperbórea existe, pero no está activa de forma visible, pues fue desterrada con el exterminio de las culturas indígenas y la invasión del Tíbet por el ejército popular de Liberación Chino en 1950. El único panteón que existe hoy día de este conocimiento, está oculto bajo tierra. Todas ellas tienen una raíz común que se remonta a la creación de Gea, y su “ambientación y cultivo” por los jardineros o Forma-tierras. Recomiendo la lectura de los artículos “el algoritmo fe” y Raza Adámica y pre-adámica de “corrigiendo conceptos IV” pues es indispensable comprender correctamente los acontecimientos que ellos describen para proseguir esta historia.
Las primeras cepas o “Génesis” implantadas en el planeta eran formas de vida de una línea evolutiva común, sistemas genéticos que guardaban la información de todas las especies de las líneas evolutivas que luego poblarían el planeta. Células madre obtenidas del cigoto del Quantar correspondiente a este universo, y seleccionadas exclusivamente para este planeta y su jerarquía. En ese momento Gea tenía alma pero carecía de espíritu, era un Ser g13 enlazado a un Avatar g2 que necesitaba urgentemente desarrollar el cuerpo de enlace para mantener la coherencia, y crear formas de vida que elevaran los grados a un nivel aceptable para que el Avatar soportara la conexión. Por tal motivo las primeras formas que los Jardineros crearon, fueron las plantas con su grado jerárquico g5, luego los animales y finalmente el manu a partir de los saurios, animales que cumplían las expectativas requeridas para una evolución natural y consciente sobre el planeta, que le garantizara luego, la creación del cuerpo de enlace espíritu. La creación entonces de líneas evolutivas fue g2→g5→g3→g4, y la sumatoria de los grados jerárquicos generales sobre Gea, fue entonces de g14, con un grado de diferencia entre Avatar y Ser, pudiendo soportar perfectamente la conexión pero poniendo en riesgo el campo morfológico de su estructura por estar un grado por encima del de su correspondencia. Para subsanar tal inconveniente, se crea una forma de vida evolutiva artificial o RBP (robots biológicos programados), los insectos, del latín insectum, tomado del griego éntomon ἔντομα, “internamente seccionado” que Aristóteles usaba como sinónimo de animal sin sangre. Esta línea evolutiva, no tienen un grado jerárquico natural, y lo toman de los demás, sea de las plantas, animales o humanos, consiguiendo un “grado virtual” g(x) que le da la consistencia para mantener su campo morfológico sin necesidad de alma como cuerpo de enlace, pues no tiene con quién o qué enlazar. Aquí hay que hacer una salvedad, no existe g1 en esta realidad, pues esto implicaría que el avatar sea g1 o g0, y g1 es el avatar de los minerales y g0 no tiene correspondencia con la vida actual del planeta. Por este motivo el grado evolutivo no es sinónimo de grado jerárquico, pudiendo ser un jerárquico alto en uno evolutivo bajo o viceversa.
Resumiendo tenemos primero la línea Hiperbórea del Manu, segundo la línea de la Cábala de Lhulú, y tercero la línea del Dragón del Lhumanu, que se convirtió en la oriental al quedar exenta de la manipulación del pacto. Al faltar la hiperbórea, la del Dragón queda como la más natural de las dos, pues es la línea de la consciencia (portadora de luz) por naturaleza, que rescata como elemento fundamental la intuición del Ser, de la línea hiperbórea. De esta manera la línea del Dragón queda diferenciada con la de la Cábala cuya base es la inconsciencia de la razón y su elemento fundamental la cavilación del ego. La línea hiperbórea amalgama la intuición y la razón, pues es contenedora de la consciencia de la primera cepa del Génesis primordial, y por tal motivo la correspondiente a la línea de creación directa del Do, antes que se cometiera el error cuando el Lhulu fue creado, y se enlazaron Seres a ellos, los Lhulus, sin su consentimiento. Pese a las notables diferencias, producidas fundamentalmente por la intención inicial y el propósito final, todas ellas tienen el mismo origen, la fuente, y por consiguiente su diferencia es sólo subjetiva, producto de la mezcla de sujeto y objeto de los depositarios de la información, pues la esencia primordial, nos gusten o no, de las tres líneas de este universo y realidad dual que compartimos, es la misma, donde los unos y los otros, Chistos enlazados y Lux-feros portadores, buscan, cada uno a su manera, el camino que los regrese a casa.