Siempre me gustó la analogía de la computadora con el hombre, tiene un disco rígido, que es la memoria, un procesador CPU, que es el cerebro, un software (programa) de reconocimiento de hardware (componentes) llamado BIOS, que es la parte motora, un programa base inicial para que arranque DOS, que es la parte instintiva, y el sistema operativo, digamos Windows, que se va cargando a medida que la persona va creciendo e interactuando socialmente. Valga las diferencias en que el hombre es un ser biológico con base de carbono (C) y la computadora es una máquina de base de silicio (Si), la forma de procesar la información es muy similar, sobre todo cuando todavía no se reconoce a sí mismo como ser, y actúa como ego (Fulano, Mengano, Doctor, Ingeniero, cargo y rango, etc.) creyéndose el papel que le toco en la obra de turno.
Pues bien, siguiendo con la analogía, lo que Usted ve en la pantalla de la computadora es solo una serie de datos binarios ceros y unos que el procesador gráfico transforma en imágenes, igual pasa con el hombre, la vista transmite información química y el cerebro lo transforma en imágenes, lo mismo con el sistema auditivo (sonido, micrófono), tacto (teclado o pantalla táctil) y dejemos por ahora afuera el gusto y olfato, que si bien tienen sus respectivas analogías no son tan frecuentes encontrarlas en las computadoras personales, sólo son usados en determinados casos de invalidez y sistemas de seguridad y científicos. Tomando como base esta exposición el cerebro arma una imagen de la realidad basándose en el procesamiento de datos, sumado a la subjetividad del individuo.