Del viaje que realicé a Fornoles para saber sobre la ley marítima, ya dije que me encontré de frente con La Ley Natural y eso me llevó a sentir que era y es hora de hacer algo y pasar a la acción. Lo primero que sentía tenía que hacer era con la iglesia y la religión la intención de preparar un escrito hacia la Iglesia en la que me he visto involucrada de forma inconsciente y por ende a la religión católica, apostólica y romana, cristiana, predominante en “mi país” España, pues era quien yo considero más nos ha alejado de nuestra Verdad, de nuestro Ser y de nuestra espiritualidad. Ya hace tiempo intenté buscar mi acta de bautismo para solicitar la anulación del bautismo en aquel momento no llegó a más, pues no aparecía y lo dejé estar. Ahora soy consciente que no era el momento, pues no había sentido la verdadera esencia de lo que quería llevar a cabo.
Había hecho intentos de “apostasía” anteriormente, pero sin resultado. No había comprendido bien el alcance de tamaña acción y la profundidad espiritual con la que ahora he anulado mi acto sacramental del bautismo y que os paso a relatar, pues ha sido algo muy especial para mí. Tras averiguar dónde estaba, la fui a recoger a la parroquia pertinente. Frente al sacerdote que me la facilitó, bajo pago de ocho euros, que tuve la oportunidad de no pagar y no lo hice, me hice consciente que sentía rencor y energías negativas hacia ellos y eso significaba que les seguía otorgando poder, y por mucho escrito que presentara, eso no me liberaría. Me retiré al pueblito al silencio y a la naturaleza y sencillez y allí iba gestando lo que materialicé el 26 de este septiembre. Tras mi vuelta a Madrid, me acerqué al arzobispado que nunca había visitado y así conocer algo el terreno que pisaba. Tras informarme a quien debía presentar mi escrito, hablé con el secretario del vicario y me propuse llevarlo al día siguiente. Compré unos folios de mejor calidad que los normales, y una almohadilla de tinta roja. Debo decir que había hecho ya algún borrador de la carta que pretendía entregar y que ya tenía noticias de otros Seres que lo habían materializado y me propuse relajarme y dejarme fluir y confiar en mi Ser.
Y llegó el día, me levanté con tranquilidad, sintiendo mi Poder Soberano Espiritual y realicé dos cartas originales en las que en LIBRE ALBEDRÍO, CONSCIENTEMENTE y haciendo uso de mi Poder SOBERANO, ANULO el acto sacramental del bautismo y me declaro Ser el único fideicomitente de mis asuntos espirituales, de forma irrefutable desde mi firma y sello que es mi huella dactilar, mi ADN, impuesta en rojo, Todo ello en AMOR, RESPETO Y ARMONÍA que dejo constancia en la misiva. Y allá que me voy al arzobispado. Me recibe la misma muchacha en información con la que hablé el día anterior y que estaba seria en exceso y me da paso a que suba al despacho del susodicho secretario. Empiezo por equivocarme y entro en otro despacho en el que hay una persona, no sé si cura o no, y al que tengo que indicar que es para una “apostasía” como ellos lo llaman. Amablemente me acompaña al despacho procedente ante el secretario correspondiente. Me invita a sentarme y no accedo, le digo que estoy bien así, de pie y me recibe los documentos, sin los, diciéndome que esto pasa a su Superior (Vicario), y que me contestan en pocos días y ya. Todo mi afán era preguntarle si no podía presentarlo a alguien con “cargo y con jerarquía” y él me dice que no, ni siquiera me lo sellaba, por fin consigo que me lo selle y un recibí con la fecha, y Él se queda una hoja y yo llevo la otra. Salí del despacho con la sensación de que no era lo que yo esperaba o quería hacer, pero…al bajar las escaleras veo a Rouco Varela en el rellano hablando con dos sacerdotes, y me dije ¡Oh una autoridad eclesiástica! (En esos momentos yo no sabía que ya no era el obispo o arzobispo de Madrid) Y me digo, no puedo dejar pasar esta oportunidad, por lo que me quedo algo retirada de ellos, pero en espera. Él se da cuenta y al poco se dirige a mí y le digo que me gustaría que leyera un escrito no muy extenso que traía conmigo y que quería presentarles, y me responde que no va a poder ser, sigue hablando con los dos sacerdotes, y a la par se me acerca su secretario y me dice que no me va a poder atender, que no sería de buena educación dejar su conversación para atenderme a mí, a lo que le respondo que no es mi intención interrumpir nada ni a nadie, pero que no me importa esperar lo necesario por si resolviera acceder a leer mi carta. El secretario me dice que Rouco no lleva las apostasías y yo le digo ¿Cómo sabe que es una apostasía’? Y me responde que se lo acabo de decir yo arriba al confundirme causalmente de despacho, por lo que nos da la risa y le pido disculpas por no haberle reconocido y me dice que bueno que si quiero esperar por si acaso, igual me atiende y así fue. Rouco se despide y se acerca a mí y me ofrece la mano que, por cierto me pilla con el meñique doblado, por lo que casi al retirarla sentí la necesidad de ofrecerle el apretón de manos en condiciones y con firmeza. Le digo que sólo pretendo que lea mi carta, que el Creador le ha puesto aquí frente a mí, que no es extensa, un folio y que para mí sería un Honor y un privilegio que me la firmara Él, le entrego la carta, la lee y me dice que NO, que Él no pude firmar eso, que no lo va a firmar y que siga su curso normal, y se retira algo desencajado, siento. Tras comprobar la sonrisa irónica del guarda jurado me retiro la salida con una sonrisa ampliamente dibujada en mi semblante y lo más importante en mi corazón.
Al salir a la calle me empezó a embargar el llanto que me acompaña en varios momentos desde aquel, especialmente al pensar en JesusCristo, por el que siento algo especial y que sintetizaba todas mis emociones y todo mi sentir. Me sentía llena, liberada, y con Paz en mi corazón, satisfecha de devolverle al Ser su lugar manifestándolo ante mí y ante la iglesia, agradecida a ToDO y a ToDos ,por haber ayudado, inspirado, también entorpecido, empujado a ejecutar la primera acción consciente en pensamiento, palabra y obra, que implica mi compromiso o así lo siento y también mi responsabilidad, de seguir ejecutando, orgullosa de mí por haber transmutado la rabia que sentía por serenidad y firmeza ante el acto de anulación que es un reconocimiento del Ser recuperando parte de mi esencia. El Do puso en mi camino a Rouco Varela, yo sentía necesidad de una autoridad y allí estaba, eso no es lo importante, lo esencial para mí fue decirles que no adoro a su “Dios” y que sabemos la Verdad, y si logré removerle algo, mejor. SU negación fue mi confirmación que el PODER que me habían arrebatado, lo había recuperado y mi FE ha crecido infinitamente.
No puedo expresar en palabras lo que esto ha significado, las energías que se están movilizando en mí, aún hoy sigo procesando lo que esto implica. Quería compartir con vosotros este acto importante, siento la extensión, y quizás sino expreso con claridad todo lo que ha fluido en mí, por fin y que siento es sólo el principio. ¡Gracias inmensas a ToDos, Gracias a Morféo y gracias a un amigo que no tiene nombre y cuyo avatar alberga al Ser que conectó con mi Ser enviándome luz por dónde empezar a caminar. ¡Gracias con el corazón! Soy dragón y he venido a ejecutar. ABRAZO INMENSO
Antonia de Gea
A la atención del Sr Obispo de Madrid
Quien suscribe se dirige a la Iglesia Cristiana, Católica, Apostólica y Romana, a todos los miembros de su Jerarquía, tanto ascendente como descendente y a todos sus fieles en Amor, Respeto y Armonía. HECHOS: Recibí el Acto Sacramental del Bautismo el 8 de Mayo de 1960, con el nombre de Antonia ______ ______,con 21 días de vida en la Parroquia de San Miguel______ ,en _____ en Madrid (España) quedando reflejado en el Libro___, Folio__, Núm _____ de los archivos de dicha Parroquia. Este Acto Sacramental del Bautismo fue realizado por el párroco D._____ _____ _____, en presencia, conocimiento y aceptación de mis queridos padres______ y ________, de mis padrinos _________y_______ y ante varios testigos familiares y amigos a los que amo profundamente.
CONCLUSIONES: En este momento de mi existencia, ejerciendo mi LIBRE ALBEDRÍO, en profundo AMOR Y RESPETO a todos los citados y a todos los Seres de la Tierra DECLARO: Que siento la Espiritualidad profunda y fundamental en mi Ser, por lo que REAFIRMO y RATIFICO ser el ÚNICO FIDEICOMITENTE ante los asuntos Espirituales, decidiendo en CONSCIENCIA, ANULAR MI ACTO SACRAMENTAL DEL BAUTISMO, volviendo a mi condición NATURAL y ESPIRITUAL en la que nací y llegué a la Tierra y que mantuve hasta los 21 días de vida, haciendo uso de mi PODER y SOBERANÍA DIVINA ante dicho acto, de forma irrefutable y desde mi firma y sello en adelante Firma y huella dactilar en rojo Fecha OBISPO O REPRESENTANTE de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.