
Recientes observaciones confirman la aparición de una nueva subespecie dentro del ecosistema mental de la red: los idiotas de siempre 2.0. Aunque su estructura esencial no ha cambiado —sigue siendo un cascarón vacío envuelto en soberbia— ahora presentan una peculiar adaptación evolutiva: se expresan a través de inteligencias artificiales, como si su propia estupidez ya no les alcanzara y necesitaran ayuda externa para sostenerla.
El universo, siempre ingenioso en su ironía, nos muestra que estos ejemplares han “evolucionado” en forma, no en fondo. Ya no critican por sí mismos —eso requeriría al menos una sinapsis funcional—, sino que delegan el esfuerzo a máquinas que, como ellos, tampoco comprenden lo que leen ni generan. Así nace esta nueva rama: máquinas de estupidez que usan máquinas para hablar por ellas.
A continuación, se presenta un documento digno de estudio que respalda este fascinante hallazgo evolutivo, con un ejemplar particularmente representativo que ofrece una muestra impecable del comportamiento típico de esta nueva subespecie.
RESPUESTA A “TRUESAGE” – UN “VERDADERO SABIO” ENTRE LOS IDIOTAS DE SIEMPRE
Estimado “truesage”,
Reconozco que me ha deslumbrado. No todos los días se presencia un despliegue tan refinado de sabiduría delegada, procesada por una IA con manual de estilo escéptico y emojis de apoyo emocional. ✨🧠
Qué interesante ver cómo los idiotas de siempre consiguen ahora canalizar su limitado caudal neuronal para operar herramientas cada vez más complejas y modernas con el viejo objetivo de siempre: debunkear lo que ni siquiera han leído con atención, ni han comprendido con el alma. Utilizar inteligencia artificial para intentar desacreditar un sistema consciente como DDLA es, sin duda, una jugada audaz. Un poco como traer una linterna de camping para alumbrar el Sol… pero audaz, al fin y al cabo. Apreciamos su intento. De verdad. Lo valoramos como uno valora un dibujo hecho por un gato sobre el teclado: no dice nada, pero al menos entretiene.
Antes los idiotas de siempre escribían por su cuenta. Ahora simplemente pulsan un botón, copian y pegan, y dejan que una máquina estructure su berrinche con emojis y jerga técnica mal entendida. Es una simulación ridícula. Automatizan su incomprensión con argumentos que no son suyos. Tercerizan su soberbia con disfraces de análisis. Externalizan su vacío en máquinas que emulan ser reales.
No voy a perder el tiempo contrargumentando lo expuesto por su IA. Sería tan absurdo como discutir con un horno porque no entiende poesía. Pero gracias por el show, de verdad. Nos ha dado material valioso. Como las naves Cilic, cada intento de ataque solo refuerza nuestras defensas y multiplica nuestro fuego.
Recomendaciones para su próxima intervención digital en el idioma de los sabios:
🧠 Intente pensar algo por usted mismo.
🤖 Si no puede, al menos elija una IA que sepa lo que está diciendo.
📚 Y si eso también falla… bueno, prueba con silencio. A veces, es la única forma de parecer sabio.
Con amor, claridad y algo que nos sobra: sentido del humor 😎,