La fe. Se puede considerar de dos formas, como algoritmo o como frecuencia energética. La primera es aquella fe primordial que el antiguo Manu manifestaba como instinto y que luego fue modificada en los Lhulus por el dogma, para reemplazar al instinto por la razón. La fe como frecuencia energética, es la energía primordial no proveniente de esta realidad, que el ser interpreta como certeza, confianza o creencia en algo o alguien más allá de la realidad subjetiva, el Ser y la fuente proveedora de sabiduría. La fe manipulada trabaja como expliqué en el artículo el algoritmo fe. “En este caso el encargado de procesar la información no es el centro instintivo sino el intelectual, su producto, la duda, es tomado por el centro emocional y transmutado en temor a ser condenado, este temor es tomado nuevamente por el centro intelectual y transformado en dogma, adoración y creencia, el centro espiritual toma estos productos y confundido busca un referente para darle validez, las imágenes católicas le dan el soporte, y la fe (modificada) tiene asidero”.
Extiendo esto a las demás religiones y sus iconos. La fe como frecuencia energética debería trabajar directamente con el centro espiritual, que tendría que tomar su programación inicial de la conciencia genética, pero como no tenemos acceso, la toma del centro emocional, logrando con esto que el centro espiritual trabaje defectuosamente y que la fe tenga como base las emociones o estados de exaltación. La cadena correcta de la fe como frecuencia energética sería la siguiente: (fe → centro espiritual → búsqueda → consciencia genética → recuerdo → centro intelectual → certeza → consciencia del Ser → discernimiento y sabiduría → centro instintivo → consideración externa hacia el prójimo → centro motor → acción empática → centro emocional → Amor → centro espiritual → fe). Como observarán es un ciclo cerrado de retroalimentación que trabaja con la tercera energía (equilibrante), los cinco centros y se manifiesta a través de la tercera alternativa. Cuando la fe es manifestada por un Virya, trabaja con los centros superiores de control y se obran milagros. Manipulando la fe, a través del dogma y la religión, se asegura que esto no suceda y se interrumpa el ciclo, depositando la fe en el exterior en vez del interior.
Raza Adámica y pre-adámica. En la cultura judeo-católica pos cristiana, se considera raza adámica a la descendiente de Adán. Es la que surge de la cruza del Lhulu con el Manu, Lhumanus → humanos. Esta raza es la más contemporánea de todas, la última manipulación genética hasta la fecha. Las razas pre-adámicas son aquellas que existieron antes de dicha manipulación, como las hiperbóreas de Mu, Lemuria y posiblemente Atlántida, aunque esta por su cercanía puede considerarse también Adámica. Las razas orientales descienden de estas civilizaciones, posiblemente lemurianas, y eran consideradas por Adolf Hitler, que conocía la historia hiperbórea, las razas genéticamente puras, descendientes directas de los hiperbóreos, como los tibetanos. La raza negra de donde proviene la Eva mitocondrial, tiene ascendencia Mu-hiperbórica, y es, directamente evolutiva de los mamíferos homínidos, teoría Darwiniana. La última evolución genética natural conocida data de hace aproximadamente 190.000 años. Tanto la amarilla como la negra y la blanca fueron implantadas por los jardineros (Logos), hace millones de años. Cualquiera de ellas puede ser considerada Manu después de la primera mutación o modificación genética. Las subrazas restantes son consecuencia de la cruza o manipulación de las tres primeras. Todas las razas actuales pueden considerarse Pasús, modificaciones genéticas naturales o artificiales de las originales después de la primera mutación. El Manu original fue creado por manipulación genética de los Reptilianos de Alfa Draconis a partir de la cepa original implantada por los jardineros. El Lhulu fue creado por manipulación genética del Manu, supuestamente por los Anunnakis de Nibiru, aunque en realidad fueron los Grises de Zeta Reticulum y de Orión los ingenieros encargados de llevarlo a cabo, y que aún hoy, siguen manipulando genéticamente a los humanos con fines desconocidos, a través de las abducciones. Las cepas originales fueron implantadas en la tierra por los más antiguos seres del universo, creadores de la materia, los Logos o Génesis (Sistemas Genéticos). Por eso el nombre del primer libro del pentateuco hebreo, Génesis, “el origen” de la vida, (oriente genético). Entonces podríamos llamar por relación, a la primera cepa implantada en este o cualquier otro planeta, también Génesis. La cadena evolutiva de las formas de vida inteligentes en la tierra, sería la siguiente: Génesis → Manus → Lhulus → Lhumanus si son cruza Lhulu-Manu, o Pasús para la generalidad de cualquier cruza desde el Génesis, incluyendo a los humanos → Humanos → Viryas.
Humano y Virya. El humano es una máquina orgánica inteligente auto replicante por concepción genética de base de carbono, creada como tantas otras en el universo, a partir del Génesis original, para ser el “Avatar” del Ser. Su base de carbono es acorde a la base de vida del planeta o bio-esfera de implantación. No todas las formas de vida inteligentes del universo son de base de carbono, pero todas son Avatares conscientes o inconscientes del Ser. Las unidades de carbono pre-adámicas no eran humanas propiamente dichas, por ejemplo, el Manu tenía genética reptiliana y el Lhulu genética desconocida, aparte de la base reptiliana del Manu, aunque imagino que mamífera por nuestra ascendencia. El humano nace de la cruza del Lhulu con el Manu y es relativamente joven con respecto a las demás especies inteligentes del planeta como los que habitan en su interior, hiperbóreos originales. El humano es un Pasú o creación genéticamente modificada del Génesis, por evolución o manipulación. No todo Pasú es un Virya, el Ser cautivo en el Pasú con el espíritu cristalizado, ni todo Virya es Humano. Hay Humanos que son Viryas y humanos que no lo son. El humano con minúscula es solo un Pasú, el Humano con mayúscula puede ser un Virya. Si puede formar y cristalizar el espíritu y el Ser, logrará ser un Humano y Virya, sino seguirá siendo un humano y Pasú dentro de la gran manada de la creación. Los Viryas son humanos genéticamente modificados por la voluntad del espíritu en la búsqueda de su origen, a través de la fe como frecuencia energética, siguiendo la cadena de trabajo de forma correcta.
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