Últimamente he visto que hay varias interpretaciones cuando hablamos de Masa Crítica, y ante la posibilidad de confusión, he decidido explicar de qué se trata este porcentaje tan deseado, y cuál es la verdadera interpretación de este concepto. Primeramente tendremos que hacer una pequeña investigación sobre algunos postulados de la física y la sociología para comprender luego el desarrollo del artículo.
“En física, la masa crítica es la cantidad mínima de material necesaria para que se mantenga una reacción nuclear en cadena…” Wiki
“Masa crítica es en sociología una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar. Así, el fenómeno adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer. Esta teoría es un paralelismo con el mismo concepto en física.
Un ejemplo simple puede ser, pongamos, en una gran ciudad. Cuando una persona se para en la calle y mira hacia el cielo, no pasará nada. La gente continuará su camino ignorándolo. Cuando tres personas se paran y miran al cielo, quizá algunas personas se den la vuelta para a continuación seguir andando. Pero sólo se necesita un pequeño número (que depende de la cultura, la hora, el ancho de la calle y otros factores) de personas necesarias —digamos, 5 o 7— para hacer que los otros se paren y miren hacia el cielo también. Este número se llama masa crítica“. Wiki
Conociendo de qué estamos hablando tanto en física como en sociología, veamos ahora cómo funciona la masa crítica a nivel planetario, conocida también como “el efecto del centésimo mono”. Hemos dicho que el porcentaje necesario para que esto se trasforme en una reacción en cadena es del 33%, pero ¿33% de qué? ¿Consciencia individual, colectiva, planetaria? Bien, comencemos analizando por puntos. La humanidad está compuesta por un colectivo de aproximadamente 7500 millones de habitantes, por lo tanto el 33% de esa cantidad serían 2475 millones de Seres. Un número que difícilmente podamos alcanzar en las condiciones actuales. Lograr que semejante cantidad de humanos alcancen la expansión de la consciencia con la cantidad de manipulación mediática y de toda índole, es casi pedirle peras al olmo. Ni con toda la ayuda de los Mundos Superiores lograríamos alcanzar la masa crítica en esta existencia. Quizás hace 12000 años atrás, con una población de no más de 1 millón de habitantes, se podría llegar a rozar la masa crítica necesaria. Por tal motivo no se trata de cantidad sino de calidad de consciencia/energía, o sea energía consciente de sí misma.
Como toda especie tiene un inconsciente colectivo formado por el paradigma mental de la masa o colectivo de sujetos/objetos que la forman, el planeta como Ser consciente, también tiene su inconsciente o morfología psíquica planetaria, formada por el consciente colectivo de la humanidad que la habita. Este consciente colectivo está formado por un “egregor de energía consciente” de los Seres que alcanzaron a cristalizar su esfera de consciencia luego de una expansión cuyo volumen es el doble del inicial, cubriendo una octava completa de expansión desde la consciencia del Ser y no desde la consciencia artificial de la personalidad virtual, logrando que la energía producida por esta consciencia sea de un octanaje no inferior a un hidrógeno 24 (H24), superando el estándar del hombre común (inconsciente) que trabaja con un H48 o inferior. Este H24 es con el que trabaja un hombre 4 o Humano, un hidrógeno de cuarta generación u octava depurada, luego tendríamos tres depuraciones más y un “salto generacional”, que se darán en posteriores “evoluciones” de la humanidad, pasando a H12 Viryas (hombres 5), H6 Luxferos (hombres 6), H3 Dragones (hombres 7) y finalmente H1 Formatierras (creadores 1).
Actualmente hay mucha consciencia en la humanidad, pero es consciencia formada por energía inconsciente, consciencia que fluctúa con cualquier exo y endo energía generada, esta consciencia en formación, aún no se puede considerar como “energía consciente”, sino como energía remanente, como ejemplo pongamos una bombilla eléctrica, de la energía utilizada para prender y alumbrar, sólo un pequeño porcentaje, alrededor del 15% es irradiado como luz, el resto, el 85% es irradiado como calor, por consiguiente tiene un 85% de pérdida energética (inconsciencia) ante un 15% de utilidad o ganancia energética (consciencia). De la misma manera la “consciencia inconsciente” pierde más de lo que gana. Cuando la consciencia se cristaliza en una octava de expansión, esta pasa a utilizar un porcentaje superior de ganancia y uno inferior de pérdida, sumando consciencia colectiva para el egregor en formación que utilizará el planeta para crear su inconsciente. Cuando el porcentaje de energía consciente sobre energía remanente alcanza el 33%, se genera una masa crítica de H24 que comienza a reaccionar con el H48 de la masa restante, produciendo un Nitrógeno (Nx) de mejor calidad que será consumido por el resto del colectivo, produciendo que su H48 comience a depurarse hasta un hidrógeno intermedio llamado “Hidrógeno de reacción” Hr36, sumamente “inestable” hacia H24. De esta manera la reacción en cadena produce el efecto del centésimo mono (humano) y la humanidad toda entra en reacción hacia la consciencia H48àHr36àH24
Creo suficiente esta explicación para saber que cuando hablamos de Masa Crítica no es de consciencias individuales, sino de consciencia colectiva generada. Para terminar y como Bonus Track, les dejo el post de Ángel Hidalgo que no tiene desperdicio y explica muy claramente lo expuesto en este artículo. Nmc, ncndlqd, iycaum .º.
CON LAS MANOS EN LA MASA
Siendo tan importante alcanzar una masa crítica que catapulte a la Humanidad hacia una nueva realidad, se hace necesario comprender en qué consiste esa masa crítica y cómo se formarían. No creo que sea preciso explicar qué es una masa crítica, pero quizás sea bueno puntualizar para saber de lo que hablamos: – Una masa crítica es la cantidad mínima necesaria, en este caso de consciencia, para que se mantenga una reacción en cadena. – El término “crítica” se refiere al estado de equilibrio dinámico que produce la mencionada reacción en cadena. – En sociología, masa crítica es una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar. De manera que el fenómeno adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer. – El efecto del centésimo mono es un fenómeno en el que se supone que un comportamiento aprendido se propaga rápidamente desde un grupo de monos hasta todos los monos, una vez que se alcanza un número crítico de iniciados. Por generalización, se refiere a un fenómeno por el cual, una vez que una cierta parte de una población ha oído hablar de una nueva idea o aprendido una nueva habilidad, la difusión de dicha idea o habilidad entre el resto de la población se produce en forma instantánea. Lo anterior podríamos decir que son los principios básicos de funcionamiento de una masa crítica desencadenante de un cambio. Ahora bien, en el caso que nos ocupa estamos hablando de energía consciente, o al menos, un nivel de consciencia generado que permita a la humanidad dar un salto de su actual estado de inconsciencia hacia una realidad superior, derrumbando los sistemas de control y esclavitud que durante tanto tiempo nos han sometido para crear una nueva realidad entre todos, más libre y más justa. Esto se traduce en que un porcentaje mínimo de la energía que genera la humanidad alcance ese equilibrio dinámico “crítico” que produzca la reacción en cadena para cambiar la energía global. Lo que quiere decir que no estamos hablando específicamente de número de personas, sino de energía generada. Es cierto que, siendo todos proyectores de energías y conformadores de la realidad que nos rodea, el número de personas que proyecten en la misma sintonía tiene una incidencia directa sobre la cantidad de energía resultante. Sin embargo, a nadie se le escapa que convivimos muchos tipos de personas con diferentes niveles de consciencia, desde los más inconscientes y groseros hasta los más conscientes y sutiles, desde los que vibran en el miedo y la indolencia hasta los que lo hacen en el Amor, en la consideración al prójimo y en la acción consciente. La cuestión de si es el número de personas necesarias o la calidad de la energía consciente deja entonces de tener un valor exclusivo, no hay que escoger entre cantidad y calidad, sino que las dos tendrán su incidencia. La primera porque suma a la cantidad de energía en crecimiento, la segunda porque además de sumar sube el techo consciente. Tenemos que mirar esta cuestión en términos globales, como Humanidad; pues estamos hablando de sumatorias de energías más o menos conscientes, influyendo en este caso tanto la cantidad de personas que apuestan por un cambio, como la calidad destilada de esa energía proyectada. Así se comprende el motivo de que se generen tantos acontecimientos negativos por aquellos que tratan de evitar esa masa crítica desencadenante de una reacción en cadena, y de que le den tanta cobertura a través de los medios, pues con ello tratan de conseguir bajar cuantitativa y cualitativamente la energía del consciente colectivo, retrasando lo que será inevitable. Darse cuenta de las manipulaciones a las que estamos expuestos y conseguir ver detrás de lo aparente se hace necesario para conocer al enemigo, pero el propósito final sigue siendo fomentar la auto-consciencia, para que ésta se convierta en la energía que se abra paso por el inconsciente, individual y colectivo, y forme parte de la necesaria masa crítica consciente. Ángel