Comencemos esta tercera entrega con un repaso de las anteriores, así que recomiendo antes de continuar, la lectura de los artículos ENERGÍAS (I) y ENERGÍAS (II). Este acotado resumen de un tema tanto o más extenso que las octavas, es una guía en lo general de las normas superlativas en lo particular, y no puede ser tomado como la totalidad del conocimiento y manejo de las energías, sino sólo como un referente de sus formas y leyes para comprender su funcionamiento básico en esta realidad. Nada en la creación conocida está exento de estas NS, y debe tenerse en cuenta en todo proceso energético generado en esta realidad.
Hasta el momento vimos tres normas superlativas y sus leyes básicas en el espacio matricial 4×4 de esta realidad, que son:
1) Equilibrio: Toda energía tiende al equilibrio.
2) Movimiento: Toda energía tiende a proyectarse.
3) Ahorro: Toda energía tiende a la economía.
Hoy veremos la cuarta norma superlativa y sus leyes, la norma superlativa de “Vacuidad”, pero para comprender esta norma primero debemos comprender que es el vacío. Para ello comencemos releyendo los artículos “gravedad cero” y “el centro de gravedad”. Ya recordados los conceptos principales, pasemos ahora al desarrollo de la idea de vacío.
Según wiki:
“El vacío (del latín vacīvus) es la ausencia total de material en los elementos (materia) en un determinado espacio o lugar, o la falta de contenido en el interior de un recipiente. Por extensión, se denomina también vacío a la condición de una región donde la densidad de partículas es muy baja, como por ejemplo el espacio interestelar; o la de una cavidad cerrada donde la presión del aire u otros gases es menor que la atmosférica…”.
Podríamos seguir estudiando el vacío desde la física, pero no es esta la idea ni es necesario para este artículo, más que el contenido del recorte citado. Si bien esta definición se aproxima a la idea, no es completamente fiel a la naturaleza real del vacío, pues sólo considera la visión desde nuestra realidad subjetiva de lo que es el vacío para un observador parcial. Pero ampliemos nuestra interpretación y situémonos por encima de lo observado, desde esta perspectiva transversal podemos considerar al vacío como un sector espacial ausente de materia de cualquier tipo de las conocidas, pero no ausente de energía, pues el mismo vacío tiene existencia física (observable) gracias a esta energía que lo forma. Me explico, si a un sector espacial acotado le extraemos toda la materia en cualquiera de sus estados, ese sector espacial aún tiene contenido formado por el éter que le da forma para que tenga “consistencia existencial” en esta realidad, o sea que exista, entonces podemos definir también al vacío como un estado de la misma materia formado exclusivamente de éter. Ese estado es el estado de vacuidad (vacío). Según este nuevo concepto la materia puede ser, sólida, líquida, gaseosa o vacua. Este estado de vacuidad sería el estado por excelencia de la energía, y por lo tanto el representativo de nuevos estados de la materia reconocidos por la ciencia, como el estado plasmático, que es un estado más cercano a la energía que cualquier otro. Conociendo ahora el significado de vacío veamos las leyes de la norma superlativa de la vacuidad en esta realidad:
1) Todo faltante tiende a ser cubierto
2) Todo vacío tiende a ser llenado
3) Todo espacio vacío puede ser un recipiente energético
4) Las energías tienden a tomar la forma del recipiente
5) Las energías siempre fluyen de lo lleno a lo vacío
6) Un recipiente lleno no admite más energías
7) El vacío es el estado de mayor concentración de energías vacuas
8) La mayor vacuidad absorbe a la menor vacuidad
La norma superlativa de la Vacuidad está íntimamente relacionada con la del Equilibrio, pues asegura que todo esté en su perfecto nivel de energías, llenando el faltante y vaciando el sobrante, pero como la energía en estado superlativo no distingue polaridades, no es conveniente para nosotros que la vacuidad se ocupe de llenar nuestros faltantes, sino que debemos ser conscientes de ello y equilibrar los faltantes antes que la creación se ocupe, pues quizás no nos guste como fueron cubiertos esos vacíos particulares con energías generales, sean en forma de sucesos, emociones, sentimientos, pensamientos o cualquier otra manifestación de energía superlativa existente. Vacíen la copa sabiendo que no existe copa vacía, sino cántaro lleno, y será llenada con las energías limpias que necesitan, y no con las que desean, que sólo enturbian el vaso y ensucian su contenido.
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