La ciencia se debate entre dos teorías sobre la vida, una evolucionista y la otra creacionista, una respaldada por la biología y la otra por la teología, una cuyo mayor defensor es el paradigma científico, y otra cuyo mayor defensor es el paradigma religioso. El evolucionismo es una “teoría” científica que sostiene que las formas más complejas de vida provienen de formas menos complejas y que la materia orgánica proviene de la inorgánica, postulando que la vida humana proviene de la vida animal, concretamente que el ser humano desciende del mono. La palabra creacionismo proviene de crear, que significa sacar algo de la nada, es decir que lo creado proviene de una realidad que no existía antes, de tal forma que el creacionismo postula que Dios es el único Ser que puede crear de la nada, por lo tanto, la creación sólo puede venir de Dios. Según la “teoría” creacionista pura, Dios creó directamente el universo y todo lo que éste contiene, incluyendo los seres humanos. Concluiremos esta presentación del evolucionismo y el creacionismo diciendo que tanto una como otra son “TEORIAS”. Para una mayor y mejor comprensión de esta información antes de proseguir recomiendo la lectura de Génesis 64 y el campo mórfico.
Comencemos este desarrollo recordando algunos conceptos fundamentales:
“…Una octava de diseño es aquella octava cuya intención inicial y propósito final es delinear los patrones que se utilizarán en una octava de creación. Estas octavas a diferencia de las ya conocidas, están formadas por clúster de información consciente sobre un EM de base cúbica llamado OmC (Omnipresencia Cúbica)…Estos OmC están formados por una serie de “supra-paradigmas” o “modelos de diseño” que engloban la totalidad de un sistema específico dentro de un sector acotado de la creación, por consiguiente hay múltiples OmC según qué tipo de creación se necesite en un lugar específico de la octava descendente de creación. La proyección 4×4 de estas OmC son cubos, porque su reflejo está limitado a cuatro dimensiones físicas. En EM inferiores o superiores estas figuras geométricas varían según las dimensiones que disponga ese EM, o sea que no tienen por qué ser cubos aunque sean algoritmos cúbicos en diseño. Por ejemplo, en un EM3x3 la figura proyectada será distinta a un EM4x4 o 5×5…En el caso de nuestro sistema Solar dodecaédrico ese OmC está compuesto por un cubo de 5832 clúster de información consciente. La cantidad de combinaciones posibles de estos clúster es casi infinita e imposible de calcular por medios tradicionales, pues tendríamos que elevar 5832 a la 5832 potencia. Esto cubre toda forma de creación y sus grados jerárquicos del sistema solar y quizás de la galaxia. De estos 5832 clúster se tomaron 64 para terraformar Gea, GÉNESIS 64, Sistemas Genéticos compuesto por un Om de 4³=64. Un cubo formado por 64 clúster de información consciente cuyas infinitas combinaciones, aproximadamente en numeración científica (5,47140… ͤ +32), dan origen a toda la vida orgánica e inorgánica del planeta, desde una molécula de H2O, hasta las formas de vida más complejas que se puedan encontrar. Con esto vemos que no sólo la vida como la conocemos está dentro del diseño, sino también los elementos que la componen y sus posibles combinaciones…”
Ahora veremos cómo esto se lleva a la práctica para crear la vida. Tomemos para explicar esto la OmC utilizada en nuestro planeta, un cubo formado por 64 clúster de información consciente o modelos de diseño. Para poder entender esta información de forma correcta, debemos salir de la tridimensionalidad del cubo y entrar en la bidimensionalidad del plano. Visualicemos, un cubo formado por 16 cubos más pequeños (clúster) por cara, o sea que cada cara consta de un cuadrado 4×4 formado por 16 cubos, y este patrón se repite cuatro veces cubriendo todo su volumen, 16×4 = 64 = 43. Como trabajar visualmente con un cubo es bastante engorroso, lo llevaremos al plano, visualizando en vez de un cubo de 64 clúster, un tablero de ajedrez formado por 64 cuadrados más pequeños (clúster), un plano de 8×8, cada clúster (casilla del tablero) es un depositario de información que “contiene” una serie de instrucciones (algoritmos) de diseño. Visualizando el tablero de frente, la primera casilla de arriba a la izquierda es el clúster 1, y la última casilla de abajo a la derecha es el clúster 64. Las instrucciones son exponenciales, o sea una secuencia geométrica formada por una progresión matemática de base 2.
Ejemplifico: En la casilla 1 hay una instrucción, en la 2 dos, en la 3 cuatro, en la 4 ocho,20 + 21 + 22 + 23… etc, etc. y así sucesivamente. Para cuando llegamos a la casilla (clúster) 64, éste tendrá un algoritmo de 263 con 18.446.744.073.709.551.615 trillones de instrucciones. Ahora veamos cómo estas instrucciones trabajan para formar los campos mórficos que luego darán paso a las formas de las formas. Tomemos como ejemplo una molécula de agua H2O, formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno
El algoritmo para crear el campo mórfico del agua está formado por dos instrucciones tomadas del segundo clúster, (21 = 2)
Primera instrucción: tomar dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
Segunda instrucción: ligar los átomos.
Ahora veamos una molécula de petróleo, específicamente el benceno C6H6
Primera instrucción: tomar seis átomos de carbono y seis de hidrógeno.
Segunda instrucción: ligar los átomos.
Como pueden apreciar tanto el agua como el benceno necesitan nada más que dos instrucciones para formarse y las dos están en el segundo clúster del tablero (cubo 3D), la mayoría de las moléculas conocidas están creadas con dos instrucciones base, “tomar y ligar” que se encuentran en los primeros clúster del cubo, específicamente del clúster uno al clúster cuatro, con la diferencia que el agua se forma naturalmente y el benceno no, pero el campo mórfico de este ya está preparado, pues sino, sería imposible producir el benceno.
Ahora veamos algo más complejo, por ejemplo un árbol. Contrario a lo que se puede pensar, las formas de vida más complejas no se diseñan en su totalidad, sino que las instrucciones son dadas para que la forma misma sepa formarse, me explico, las instrucciones de un árbol en su totalidad están en la semilla, y las instrucciones de la semilla en su ADN, por consiguiente las instrucciones comienzan en una matriz 2×2, la del ADN, un algoritmo con cuatro instrucciones base para indefinidas y complejas instrucciones secundarias, color, forma, flores, fruto, etc, que están dadas en los clúster restantes, del cinco en adelante, a los cuales estas cuatro instrucciones hacen alusión para ejecutar los algoritmos en el desarrollo del árbol, algoritmos que se encuentran implícitos en el mismo ADN.
El tercer clúster contiene un algoritmo con cuatro instrucciones de base dos, 22=4, las correspondientes al ADN del árbol o de cualquier otro ADN, luego esas instrucciones hacen las llamadas correspondientes a todas las demás, por ejemplo, transformando a la semilla del árbol en un roble, o al cigoto en un ser humano.
Las instrucciones de los clúster convocados forman “campos mórficos” y estos forman formas. Volviendo al ejemplo del agua, las dos instrucciones base para formar la molécula de agua traen en su “información consciente” la forma misma de la molécula, desde la instrucción de utilizar hidrógeno y oxígeno y no carbono e hidrógeno como en el caso del benceno, hasta la manera de ligar los átomos y la forma de la misma molécula de agua, forma que está dada por un parámetro o “formagénesis” que contiene la información consciente necesaria para crear la forma. Esta formagénesis tiene un patrón base, una medida común que marca la orientación de los vaet del objeto para que la forma tome la forma correcta, por ejemplo la hoja de un olmo sea como es y no otra, ese patrón base es el “vad” (vector angular dimensional) que le da la orientación espacial y temporal al vaet (vector angular espacio temporal), para que las formas se mantengan en todo lo creado. Podríamos definir entonces al vad, como “el patrón base utilizado en las instrucciones de los algoritmos del proceso de formagénesis”.
La formagénesis tiene una paradoja, una paradoja realmente extraña, pues desde una matriz cubica o OmC de 43 se diseñan las formas que se crean desde una matriz más pequeña de 22, una matriz 2×2 unidimensional que contiene a una OmC de 43 multidimensional, o sea que es uno de los ejemplos más cercanos que tenemos en la creación del infinito dentro de lo finito, el universo entero dentro de un átomo.
Terminando con esta acotada exposición, diré que ninguna de las teorías expuestas al principio de este artículo es correcta, el evolucionismo es erróneo y el creacionismo es limitado, pues la creación es mucho más sorprendente que la evolución de un mono que se cree hombre, o la de un Dios creando a un hombre que actúa como mono. Nmc, ncndlqd, iycaum .º.