Continuando con el artículo anterior veremos cómo las instrucciones del ADN del árbol forman el árbol. Pero primero decirles que conocer esto no hace la diferencia entre fruto y semilla, quiero decir que lo mismo da saber esto o no saberlo si lo toman como simple información y no lo transforman en profundo conocimiento. De información están llenas las bibliotecas, pero el conocimiento lo encontrarán sólo dentro de ustedes cuando hayan hecho el trabajo con la información recibida, porque la información experimentada en actos se transforma en conocimiento, y éste -expresado en obras- en sabiduría adquirida. Pasemos ahora al tema en cuestión.
En el artículo anterior dijimos que las instrucciones de un árbol en su totalidad están en la semilla, y las instrucciones de la semilla en su ADN, por consiguiente las instrucciones comienzan en la matriz 2×2 del ADN, un algoritmo con cuatro instrucciones base, para indefinidas y complejas instrucciones secundarias, color, forma, flores, fruto, etc, que están dadas en los clúster restantes, del cinco en adelante, a los cuales estas cuatro instrucciones hacen alusión para ejecutar los algoritmos en el desarrollo del árbol, algoritmos que se encuentran implícitos en el mismo ADN. Estas cuatro instrucciones son simples llamadas a la información contenida en los clúster del 5 al 64 y sus posibles combinaciones. Dijimos que los primeros cuatro clúster tienen las instrucciones de todas las moléculas existentes, así que a partir del clúster 5 las instrucciones de “tomar y ligar” no van asociadas a átomos sino a moléculas para formar compuestos. Del clúster 1 al 64, hay 18 que son especialmente importantes en el conjunto G64 de formagénesis. Estos clúster son el conjunto: [2-3-5-7-11-13-17-19-23-29-31-37-41-43-47-53-59-61] Como pueden observar, todos son números primos, y no se tiene en cuenta el 1, no me extenderé en esto, pues ya desarrollé en su momento la importancia de los números primos, sólo diré que en esos clúster están las instrucciones de replicar las octavas correspondiente a una fractalización o proceso creativo, por ejemplo, la división celular que da comienzo a la germinación de la semilla o a la gestación del cigoto.
Veamos un ejemplo de instrucciones generales, para intentar entender un proceso creativo replicante sea cual fuere.
- 1ª Instrucción: Ejecutar instrucciones clúster 10
- 2ª Instrucción: Ejecutar instrucciones clúster 7 (replica determinadas instrucciones clúster 10).
- 3ª Instrucción: Ejecutar instrucción (x..) clúster 10 (finaliza proceso clúster 7)
- 4ª Instrucción: Ejecutar instrucción clúster 11 (esta última instrucción replica el proceso de la instrucción (x..) dada por el clúster 10, a todo el conjunto si fuera necesario).
Esto es un ejemplo muy acotado de las 4 instrucciones base del ADN en general. No quiere decir que se usen específicamente estos clúster (7-10-11), pues todo depende de la forma de vida que se necesite crear, utilizando así cualquiera de los 64 clúster que sea acorde a las necesidades del caso, desde una molécula de agua, hasta las formas de vida más complejas. Casi la totalidad del proceso de formagénesis está dado por triadas de clúster, compuestas por un determinado clúster del cubo y los clúster de los números primos anteriores y posteriores a este clúster madre o raíz. Si por ejemplo en el proceso se alude al clúster 6, la triada podría ser según el caso (5-6-7) o (2-6-17) o cualquier otra combinación posible según las necesidades del proceso.
Pueden ver que el clúster 10 tiene un algoritmo de 1011 con cien mil millones de instrucciones (100.000.000.000), más que suficiente para replicar un árbol y quizás toda la flora del planeta. El clúster 7 toma parte de esas instrucciones y las replica para formar las células vegetales necesarias, tallo, hoja, flores, fruto, etc, de por ejemplo un olmo. Luego la instrucción 3 finaliza el proceso y la 4 lo réplica a todo el algoritmo si fuera necesario, ejemplo: finaliza el proceso de creación del fruto hasta el ciclo siguiente. Igual sucede con el cigoto pasando de una célula fecundada, a millones de células que forman la totalidad del cuerpo humano, desde una uña de la mano, hasta las neuronas del cerebro. La falta de instrucción de detener un proceso, es por ejemplo, causal de tumores, al seguir replicando células continuamente sin ninguna necesidad (intención y propósito).
Finalicemos por ahora esta información exponiendo la triada completa del agua, elemento fundamental para la vida como la conocemos. La triada del agua es la siguiente: (1-2-3). Ahí lo dejo para que ustedes estudien, asocien y saquen sus propias conclusiones. En futuros artículos entraremos más profundo en los detalles y misterios de la formagénesis, y seguramente se sorprenderán aún más de cómo funciona la creación. Nmc, ncndlqd, iycaum .º.