Debo reconocer que ya estoy cansado de lidiar con estos sujetos durante tanto tiempo. Sesenta y seis meses limpiando el navío de polizones que se suben en cada puerto en el que atracamos a reabastecer la nave, y lo peor de todo esto son las tretas que utilizan para ganar nuestra confianza y que les permitamos subir a bordo. He observado que hay todo tipo de sujetos, hay agentes del sistema, hay idiotas de siempre, hay fanáticos de toda índole, hay consumidores de ayahuasca, peyote, hongos, cannabis y otras yerbas, hay psicóticos, psicópatas y toda variedad de desvariados y alucinados “psicos”, hay pasus, fronterizos, menteplanistas y frentoides, hay fundamentalistas de todas las creencias, desde la sabiduría hiperbórea del Felipe o del Adolfo, hasta los terraplanistas y otros euclidianos del plano y las formas, sin olvidar a los nuevaeristas del porro de colores y las mil y una terapias alternativas, también a los fantasiosos, cariñositos y amorositos, y para ser justos en esta lista de polizones, también los evangelistas, católicos, judíos, testigos de Jehová y toda clase de fanáticos religiosos machacando la cubierta en cuanto tienen ocasión. Por suerte la tripulación del DDLA esta preparada y entrenada para detectar a tiempo estos intentos de sabotear el navío, y se ocupa sin mi intervención, de mandar a estos sujetos nuevamente a sus respectivos botes para enviarlos de regreso de donde vinieron.
BITÁCORA
- Morféo de Gea
- 20/08/2016
- 13:00
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