Cuarenta días con sus noches le llevó a José Jesus Cristo unificar 40 existencias. El relato bíblico conocido como “La tentación de Jesus” no es más que una alegoría de ese proceso de
unificación interno y sus luchas. Hoy comenzaremos a ver su verdadero significado y su verdadero propósito, pues conocer la verdad del mismo es primordial para comprender el por qué JJC no acepto la tentadora oferta, que más que una tentación, fue un acto de piedad de alguien que conocía el escenario completo y sus posteriores consecuencias. Antes de proseguir les recomiendo la lectura del artículo “
Tentación“.
El número 40 aparece más de cien veces en la Biblia. Como muestra basta un pequeño listado que encontre por la web:
-Cuando Dios envió el diluvio, cuarenta días y cuarenta noches estuvo lloviendo sobre la tierra (Génesis 7,12)
-Isaac tenía 40 años cuando se casó con Rebeca (Génesis 25,20). También Esaú cuando contrajo matrimonio con Judit (Gén 26, 34)
-Moisés guio al pueblo de Israel durante 40 años por el desierto hasta la tierra prometida y pasó 40 días de oración en el monte Sinaí antes de recibir las Tablas de la Ley (Deuteronomio 9, 9-11). De Moisés reza la Biblia que vivió 120 años (Dt 34,7): 40 años en Egipto, 40 como pastor en la tierra de Madián y 40 años de travesía por el desierto.
-Los 12 espías de Israel exploraron la tierra de Canaán durante 40 días (Num 13, 25)
-Goliat desafió a los israelitas hasta que fue vencido por David, por espacio de 40 días (1 Sam 17,16)
-David reinó 40 años (1Re 2,11), igual que su antecesor Saúl (Hch 13, 21) y su sucesor Salomón (1Rey 11, 42)
-El profeta Elías pasó 40 días en ayunas en el desierto hasta encontrarse con Dios en el monte Horeb (1Re 19,8)
-Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (Jon 3,4)
-Jesús fue presentado en el Templo a los 40 días de su nacimiento (Lc 2, 22)
-Cuarenta días pasó Jesús en el desierto (Mt 4,2) y tras su crucifixión, el tiempo en el que se apareció a sus discípulos fue precisamente de 40 días (Hch 1,3) antes de la Transfiguración.
Comencemos primero viendo el significado del número 40 tantas veces nombrado en el antiguo y nuevo testamento. El significado arquetípico pueden encontrarlo en la web fácilmente. Algunos de ellos ya fueron expuestos muy bien en los comentarios de este artículo. Me centrare solo al paradigmático y oculto que es el que nos interesa para comprender por qué y para qué es cuarenta. Para ello tenemos que diseccionar el símbolo mismo, o los números que lo representa. El 40 está formado por dos símbolos ancestrales, el 4 y el 0. Estos y otros símbolos que ahora representan números antes fueron diferentes y representaban también tiempo, o sea, movimiento del espacio exterior e interior. Para comprender su significado nos trasladaremos a la época de JJC. En ese tiempo y lugar había por lo menos tres símbolos para el 4, el egipcio (IIII), el romano (IV) y el hebreo. De los tres solo el hebreo se representa con una letra (Dalet), pues el hebreo no tiene símbolos particulares (arquetípicos) para los números, sino que cada letra de su alfabeto se relaciona con un número en particular, logrando de esta manera, mantener relativamente limpio el paradigma del símbolo. Aunque en el alfabeto hebreo el 40 tiene su letra correspondiente que es “Mem”, no es el caso de este análisis, pues estaríamos tomando solo la parte arquetípica del símbolo.
El número 4 en la Biblia romana básicamente simboliza el cosmos, la creación y lo terrenal, pero en la Torá hebrea es diferente. Dalet viene de un símbolo muy antiguo llamado “dalt”, que representa una puerta en una tienda. El propósito de una puerta es cerrar o tener acceso a un espacio diferente al que nos encontramos. Si no existieran “puertas” estaríamos atrapados en un mismo espacio, sería siempre todo igual, no existirían cambios, estaríamos atrapados en una eterna recurrencia como algunos ahora lo están. Pasando por puertas estamos entrando a espacios con leyes diferentes. Si traspasamos alguna puerta nos tenemos que ajustar a las nuevas leyes existentes en ese nuevo espacio, ese ajuste es el tiempo de aprendizaje y crecimiento que se necesita para adaptarse, es el movimiento del espacio exterior mediante el entrenamiento y del espacio interior mediante la expansión de la consciencia. Los números arábigos a partir del siglo XV en adelante, que son los que conocemos actualmente, contemplan el cero como ausencia de número o como valor nulo. El cero antiguamente era representado por un círculo y este simbolizaba el vacío, la totalidad, la eternidad, el universo. Entonces en el caso del 40, tendríamos una puerta que nos conduce a un espacio vacío donde la eternidad construye un nuevo espacio acorde a nuestro movimiento interior o expansión de la consciencia. El movimiento del universo adaptándose a la esfera.Cuarenta días en el desierto donde JJC unifico sus yoes y juntó sus existencias, se enfrentó con sus miserias, con sus dudas, con sus miedos, con los tremendos designios que se avecinaban y que aceptó. Jesús traspasó la puerta hacia un nuevo espacio donde al final del recorrido le esperaba la crucifixión, acto necesario para su posterior y mayor cruzada y misión. JJC no estuvo solo en el desierto, lo acompaño alguien que conocía la totalidad de la ecuación y se la mostró para asegurarse que cumpliera su propósito, pero eso es tema para otra historia, para otro momento cuando cada uno de ustedes tenga sus particulares 40 días y traspasen la puerta hacia su único y particular vacío interior.
BONUS TRACK (la charla de JJC con Judas)
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