Gravedad cero
Según define el diccionario de la lengua española, en su segunda acepción, la gravedad es la fuerza que sobre todos los cuerpos ejerce la Tierra hacia su centro.
Wikipedia va más allá de esa simple definición, de modo que la define como una de las cuatro interacciones fundamentales observadas en la naturaleza. La interacción gravitatoria, origina los movimientos a gran escala que se observan en el universo: la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, las órbitas de los planetas alrededor del Sol, etcétera. A escala cosmológica parece ser la interacción dominante, pues gobierna la mayoría de los fenómenos a gran escala. Tambien origina la aceleración que experimenta un cuerpo físico en las cercanías de un objeto astronómico.
Si un cuerpo pesado está situado en las proximidades de un planeta, un observador a una distancia fija del planeta medirá una aceleración del objeto dirigida hacia la zona central de dicho planeta. En la superficie de la Tierra, la aceleración originada por la gravedad es 9,80665 m/s², aproximadamente.”
Galileo hizo una completa descripción de los efectos de la gravedad en la Tierra y Kepler describió por primera vez el movimiento planetario. Para ese momento se creía que ambos fenómenos eran distantes, hasta que Isaac Newton en su Principia de 1678 los describió bajo el mismo concepto, la fuerza gravitatoria. Einstein, sin embargo, en la teoría de la relatividad general, hace un análisis diferente de la interacción gravitatoria. De acuerdo con esta teoría, la gravedad puede entenderse como un efecto geométrico de la materia sobre el espacio-tiempo. Cuando cierta cantidad de materia ocupa una región del espacio-tiempo, provoca que éste se deforme. Visto así, la fuerza gravitatoria no es ya una “misteriosa fuerza que atrae”, sino el efecto que produce la deformación del espacio-tiempo sobre el movimiento de los cuerpos. Según esta teoría, dado que todos los objetos se mueven en el espacio-tiempo, al deformarse éste, la trayectoria de aquellos será desviada produciendo su aceleración.
La interacción gravitatoria es la más conocida, y al mismo tiempo la que plantea mayores problemas teóricos, ya que el Modelo Estándar no alcanza a ser una teoría completa de las interacciones fundamentales, debido a que no incluye la gravedad, la cuarta interacción fundamental conocida, y debido también al número elevado de parámetros numéricos (tales como masas y constantes que se juntan) que se deben poner a mano en la teoría, en vez de derivarse a partir de primeros principios. Si bien la ciencia trata de dar explicación a esta fuerza, no logra despejar todas las incógnitas.
Quizás el problema sea que no se le esté dando el enfoque adecuado.
Si la gravedad depende de la masa de los cuerpos y la distancia que los separa, ¿cómo es posible que yo pese 72 Kg en tierra y 0 Kg en el espacio?, si la masa de la tierra es enorme, ¿no tendría que atraerme y pesar igual? La respuesta previsible sería que es así porque el peso es una consecuencia de la atracción de la gravedad, pero la masa del cuerpo es la misma, y yo me alejé considerablemente de la tierra. Si entonces no tengo peso, solo masa, ¿cuál es el parámetro para calcularla a nivel del suelo, si el 99,99999% de ella es espacio vacío? ¿No tendría entonces que depender la gravedad del vacío de la masa? ¿No será el vacío el parámetro de medición de la misma, y yo en realidad solo el 0,00001% de lo que creo ser?
Estamos acostumbrados a pensar de una manera aprendida los acontecimientos y fenómenos que nos rodean; nunca ponemos en tela de juicio cosas que son naturales porque nos las enseñaron así desde niños, y eso es el mayor error que podemos cometer, aceptar algo porque la ciencia lo dice, pero, ¿Quién es la ciencia? Un conjunto de catedráticos diplomados que entienden cosas que nosotros no entendemos, por consiguiente estamos convencidos que si lo dicen, debe ser verdad. Sin embargo, la misma ciencia contradice antiguos postulados, y acepta cuestiones que antes parecían inquisidoras. De hecho, no existen ciencias exactas desde el momento que el parámetro de observación es la realidad subjetiva y el observador forma parte de la misma.
Pensemos esta vez de un modo distinto. Imagine un cuerpo tridimensional, un cubo frente a usted, solo podrá observar una cara del mismo, un cuadrado, si lo mira desde un vértice verá tres caras y seis aristas, pero entonces ya no es un cuadrado, sino un hexágono, el cubo lo arma el cerebro en base a la información preestablecida del mismo, completando las caras que no se ven, porque usted ya sabe que está mirando un cubo. Desde una dimensión superior usted estaría viendo el cubo en su totalidad, las seis caras a la vez, y el cerebro no tendría que armar el resto que le falta para completar la imagen del mismo. Como conclusión, podemos deducir que percibimos en dos dimensiones y vemos en tres.
En el caso de la gravedad, la percepción de la misma es igual, percibimos una dimensión menos de la que vemos, por lo tanto para percibirla correctamente tenemos que elevarnos por lo menos un nivel de observación. Vemos que las cosas caen hacia el suelo por la atracción gravitacional del planeta, pero también observamos que flotan cuando son más livianas que el aire. Si usted llena un vaso de agua, lo tapa con un papel y lo da vuelta, ésta y el papel se mantiene dentro del vaso sin caer. La explicación tradicional es que como no entra aire al sistema, este no desplaza el líquido que contiene. ¿Cómo es la cosa? ¿No tendría la gravedad que atraer al papel y al agua sin importar la presión ejercida por el aire? La respuesta a esta pregunta está en el vacío, porque la gravedad y el peso de un cuerpo no dependen de la masa sino del empuje de éste. Usted no es atraído hacia la tierra, sino empujado por las energías vacuas hacia ésta. Como si la atmósfera terrestre fuera un líquido y usted se hunde por su peso específico en él. Para entender la gravedad de forma correcta se tendría que tratar como la mecánica de los fluidos más que como mecánica newtoniana. El vacío de la masa de un cuerpo es superior en densidad al vacío de la masa de la atmósfera, por consiguiente se hunde. No hablo de vacío espacial, hablo de vacío energético, de espacio subatómico cuántico. Cuando un cuerpo está en el espacio, todas las fuerzas vacuas son iguales, y el cuerpo no tiene peso, su masa es insignificante, 0,00001% y su vacío es enorme, 99,9999% por lo tanto se hunde en un punto inmóvil de su masa. La gravedad es igual a cero, cuando las energías vacuas que lo rodean dimensionalmente son iguales en fuerza entre sí, y su sumatoria en un punto es infinita. Cuando un cuerpo ingresa a la atmósfera, su masa lo sumerge en ella, y las fuerzas vacuas lo empujan hacia el fondo del fluido atmosférico dándole la sensación de peso. Este principio de vacuidad, ya fue estudiado por Nicola Tesla y actualmente por John Hutchison. Esta energía vacua es conocida como energía de punto cero, y es la responsable de las levitaciones de los santos y monjes a lo largo de la historia, es la que fue utilizada para la construcción de las pirámides y otros monumentos, es la que usan los vehículos extraterrestres.
Es la tercera energía empleada correctamente por la física en esta realidad subjetiva. La gravedad y la masa no deforma al espacio, sino que las energías vacuas del espacio vacío cuántico deforman a la masa y la gravedad, produciendo una interacción cuántica de sus vacíos, y manteniendo el equilibrio de los astros en el universo. El universo mismo está cayendo en su propio vacío, expandiéndose en su propia vacuidad, gracias a la gravedad cero de su masa cuántica. Si esto no fuera así, colapsaría ante su propio peso volviendo a contraerse hasta la singularidad inicial, cuya masa y fuerza gravitacional sería infinita.