Me encanta el ajedrez. Hace mucho tiempo tuve un maestro que le gustaban las partidas relámpago, se trataba de mover las piezas en menos de un minuto. La partida por lo general era frenética, y el resultad, bueno el resultado era un tablero devastado que por lo general terminaba en tabla. A mi maestro le gustaba el tango, era cantor de tangos y cantaba mejor de lo que jugaba, ciertamente no era bueno en el ajedrez, por eso las partidas relámpago eran sus preferidas, para no perder ante alguien que en ese entonces tampoco era muy bueno, pero le gustaba la estrategia, ver todas las posibilidades de cada movimiento y adelantarse un par de jugadas para terminar con un inesperado jaque mate.  

Aprendí a jugar ajedrez muy pequeño, a los cinco o seis años ya sabía cómo se movía cada pieza sobre el tablero a cuadros. Luego fui aprendiendo más por intuición que por técnica. Pasé largas horas frente al tablero en interminables partidas, esa fue la época de estrategia, no podía mover pieza hasta cubrir todas las posibilidades, y eso era tremendamente cansino para mis contrincantes, tan cansino que a veces ganaba por abandono. Una de las cosas que aprendí de mi maestro cantor de tangos, fue que el ajedrez era como la vida, el disfrute no estaba en ganar la partida, sino en saborear las jugadas, pues, al fin y al cabo, no era más que un juego de mesa en un tablero con 64 casillas y 32 piezas de madera.

Según pasaron los años dejé de jugarlo, pues pasé del ajedrez de mesa al ajedrez real, al juego de estrategia donde una jugada puede significar la victoria o la derrota de una partida mucho más interesante, donde el tablero es la realidad y las piezas los sujetos de un juego de espejos donde nada es lo que parece y quizás un simple peón, resulta ser un alfil, un caballo o una reina. Cada movimiento en el tablero (acción) produce un movimiento contrario de nuestro contrincante (reacción), por consiguiente, el ajedrecista tiene que prever que reacción provocará su acción y cuáles serán los movimiento sucesivos para lograr su objetivo. El ajedrecista sabe que debe hacer una jugada a la vez, pues luego le toca mover a su contrincante y ver si este mueve como se esperaba o no, recién entonces hace su siguiente jugada ajustado a su estrategia o adaptándola al nuevo escenario que presenta la jugada de su oponente. Para esto, el ajedrecista debe dejar de lado su centro emocional, y tener un mental muy centrado y limpio, pues subjetivizar el objeto en este caso puede llevarlo a perder la partida al traicionarlo su emocional con exo y endo energías o confundirlo su mental con pensamientos que no son suyos. 

Uno de mis personajes preferidos por ser un buen ajedrecista y cumplir con estos requisitos, es Raymond Reddington de la serie “The Blacklist”, pues más allá del guión y lo “cruel” que puedan parecer sus métodos, el personaje hace lo que debe hacer para conseguir lo que necesita y proteger a los que ama, aun sacrificando virtudes por miserias. Hay partidas que uno no quisiera jugar, pero debe hacerlo, pues sabe que es parte del juego mayor y cuando este nos presenta un desafío, no queda más que participar. En estos casos, pues se intenta terminar la partida lo más rápido posible para evitar daños colaterales, aunque esto implique perdida de fichas importantes como en las partidas relámpago con mi maestro de ajedrez cantor de tangos. Otras veces, las partidas deben seguir el ritmo de los acontecimientos y son largas e interminables como las del entrenamiento en estrategias, pero si se juega bien y se tiene una buena táctica, finalmente se ganarán con el mínimo costo posible de bajas de ambas partes.  

Estamos inmersos en un gran juego de ajedrez y los tiempos son los que son, no se pueden apurar las jugadas, ni las octavas, ni cambiar las reglas a nuestro antojo. Aquel que cree que las cosas se hacen fuera de las reglas del ajedrez, pues perderá el juego, porque las cosas suceden como tienen que suceder y las reglas son las que son y no las que nos gustaría que sean. Los peones caminan lento, los caballos saltan por encima de las figuras, los alfiles siguen diagonales, las torres caminan muy rectas, la reina va para donde quiere y el rey, pues el rey como sabio que es solo intenta no exponerse, pues sabe que él es el objetivo del enemigo y el trofeo de la partida, y una vez finalizado el juego con un Jaque Mate, “a otra cosa mariposa” como diría mi abuela. Buen camino tengan y gracias por la…”partida”.     

Sektorl

✅COLABORAR CON DDLA

¡COLABORA, COMPARTE, HAGAMOS HISTORIA!

BUSCADOR

¡COLABORA, COMPARTE, HAGAMOS HISTORIA!

35 respuestas

  1. No sé jugar al ajedrez, pero sí estoy aprendiendo a jugar al mejor juego, LA VIDA. La partida empezó cuando fui concebida. Tuve unos maestros que me enseñaron a jugar según sus creencias.
    En mi caso no ha sido fácil, pues la enseñanza de mis maestros fue complicada; eso sí, les estoy agradecida por ello, haya sido mejor o peor.
    He ido haciendo movimientos según el avance del juego, a veces gratificante, otras frustrante, tenso, doloroso… perdiendo muchas fichas por el camino.
    A veces se hacen movimientos sin pensar y sufres las consecuencias; todo ello me llevó a reflexionar y buscar cómo hacer mejores jugadas. Quizá si hubiera tenido el conocimiento de cómo funciona el juego, me hubiera ahorrado esa frustración, ese dolor, pero no hubiera podido aprender de la experiencia, positiva o negativa, da igual, lo que queda es el aprendizaje.
    La partida está un poco avanzada, y estoy analizando qué movimientos realizar, con la ventaja de que ahora tengo un poco más de conocimiento. Aunque pinte mal la situación de la partida, pienso disfrutar gane o no gane.

  2. Por afanamos en matar al rey contrario, nos olvidamos de proteger al propio; antes de ocuparnos en ganar, debemos ocuparnos en no perder. Todo a su tiempo y siguiendo las reglas del juego. Es ilegal que un peón se mueva como una reina. Por lo tanto, si queremos accionar, movámonos de acuerdo a nuestras posibilidades. Si somos peones, caudrito a cuadrito entonces. Así son las cosas, y hay que aceptarlas si queremos ganar. La victoria se construye pacientemente, invirtiendo mucho tiempo en ello, y la derrota sucede en un solo instante, con un solo mal movimiento. El propósito final es ganar el juego. Ahora bien: ¿la intención inicial de pegarle una patada al tablero y comenzar nuestro propio juego con nuestras propias reglas es la apropiada? Sería buena si nuestro propósito final fuera ganar cualquier juego, pero muy mala si queremos ganar el único juego que importa.

  3. “Jaque mate es una posición del ajedrez en la que el rey se encuentra amenazado (en jaque) y esta situación no puede cambiarse mediante ninguna jugada legal. El jugador que consiga poner en jaque mate al rey adversario, será el ganador de la partida.” Gracias Morféo, excelente estrategia. Queda mucho por aprender.

  4. Saludos.
    Eh tenido muy pocas ocasiones de jugar el ajedrez por alguna razón no a llegado quien juegue al ajedrez conmigo pero las pocas veces e comprobado que se necesita estar muy consciente de cada jugada y movimiento, lo sé porque e resultado perder, en una ocasión confundí al rey con la reina y bueno lo deje al descubierto perdí el juego, creo que primero debo ubicar las piezas y a su vez las forma en que se juegan

  5. Que interesante que este artículo se publique justo despues del AVISO IMPORTANTE. Nada en este blog ocurre al azar. “donde el tablero(blog) es la realidad y las piezas los sujetos de un juego de espejos donde nada es lo que parece y quizás un simple peón, resulta ser un alfil, un caballo o una reina” o también viceversa.

  6. Complementando un poco la exposición de Nor Let sobre la historia del ajedrez, les expongo una visión sobre el simbolismo esotérico del ajedrez.
    En el simbolismo esotérico del ajedrez, se nos presenta al contrario, como alguien necesario para nuestro desarrollo. El ajedrez plantea, a grande rasgos, la lucha del bien y del mal. El color blanco y el color negro juegan como espejos que se unen y se separan. Se complementan como el símbolo del ying y el yang. Así mientras la batalla por ganar se da entre dos jugadores, las piezas tratan de hacernos ver que la partida es imposible si uno de los colores falta. Cada jugador debe tomar decisiones buenas que le lleven a terminar con éxito la partida. Igual que en la vida. Esas buenas acciones, no son buenas por sí mismas, sino porque derrotan al mal, representado por el color contrario.
    En este sentido, no se trata de un juego de azar, por el contrario requiere de concentración y paz mental. En el simbolismo esotérico del ajedrez, el enemigo no debe ser visto como un adversario, sino como alguien necesario para nuestro propio desarrollo. Así, aunque sea un juego de competición, a un nivel más profundo, también es un deporte de equipo.
    CURIOSIDADES ESOTÉRICAS DEL AJEDREZ
    Las 64 casillas blancas y negras, a un nivel profundo se relacionan con el ying y el yang. Además de los colores, el número 64 se puede descomponer 6+4=10, 1+0=1. La dualidad ,por tanto no existe, todos somos uno y en la vida luchamos contra nosotros mismos.
    SIMBOLOGÍA DE LAS FIGURAS DEL AJEDREZ
    Son piezas difíciles de manejar, y simbolizan la importancia de dejar que la energía fluya porque está más allá de nuestro control.
    PEONES: Representan el trabajo en equipo, sirven para avanzar y proteger a las figuras
    En el significado profundo del simbolismo esotérico del ajedrez, tienen relación con a reencarnación. Esto es así porque cuando los peones llegan a la línea enemiga, renacen convertidos en reinas.
    TORRES: Son el elemento más humano del tablero. Son construcciones del hombre que delimitan el lugar donde se da la contienda. Representan los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego) y los cuatro puntos cardinales. Las torres hacen que el tablero sirva como metáfora de todo el planeta.
    CABALLOS: Representan la intuición y la espiritualidad. Son capaces de saltar entre un color y otro. O entre un plano y otro de la contienda. Piezas difíciles de manejar y simbolizan la importancia de dejar que la energía fluya porque está más allá de nuestro control.
    ALFILES: Implican rigidez y rectitud. El alfil simboliza a la persona que siempre transita los caminos marcados sin percatarse que hay elementos ocultos. Son dos.Y en cada jugador de ajedrez existe la posibilidad de jugar de forma más cerebral o intuitiva.
    REYES Y REINAS: Las dos figuras más importantes de la partida. Cada una con sus fortalezas y debilidades. Todo el juego está enfocado a mantener con vida al rey que simboliza la parte más terrenal. La reina domina las corrientes subterráneas y las energías sumergidas.

  7. Una máxima que tienen estos sionistas HDP es ” SOMOS IMVENCIBLES POR QUE SOMOS INVISIBLES” JA JA JA en la realidad general cada vez mas descarada se van viendo figuras del tablero que antes no se movían y se posicionan y se mueven financiando y ejecutando en el tablero, ya les da igual hacerlo descarado, tienen prisa tienen mucha prisa se les ha acabado el tiempo, y quizás veremos que se van a machacar entre ellos, entre sus figuras por poder, QUIZAS YA ESTEN SOLOS, EL DEMIURGO SE HA MARCHADO, por tiempo y por que ya no quiera mas alimento.

    Como dijo MAYO68 en la otra historia 2015 era el relevo de DEMIURGO desde 1945, 70 años le daba para cambiar de DEMIURGO, quizás estén solos programadores, ejecutores y demás HDP que están encima de tablero sin alguien que les dirija, y se coman unos a otros por poder, eso si, sin antes hacernos un destrozo a la HUMANIDAD.

    POR OTRAS FUENTES ME HA LLEGADO QUE ESTAN SOLOS, EL DEMIURGO YA NO ESTA.
    Jugar bien la partida a veces rápida, a veces lenta, y estar atentos a las casualidades, y causalidades de vuestro entorno, por que vamos a flipar, NO VAN A GANAR LA PARTIDA, NO LOS VAMOS A DEJAR,

    un saludo

  8. Mi abuela decía: Que el ajedrez es un juego, como la vida misma, estaba en lo cierto.

    Buscando un poco acerca del tablero de 64 casillas, recordando “Los Patrones Básicos” donde “las runas están dispuestas en un entramado de 8×8, como un tablero de ajedrez, donde se van grabando y descargando información cada 7 años.” encontré la teoría más difundida es que el ajedrez nació y se inventó en la India, durante el Imperio Gupta, allá por el siglo VI. Esta teoría se apoya en la primera literatura persa, así como por la etimología de las palabras utilizadas en el juego. Y en concreto parece provenir del chaturanga, -un antiguo juego de la India.

    *Chaturanga: No se conocen las reglas exactas del juego, aunque algunos historiadores del ajedrez creen que eran las mismas o muy similares a las del shatranj. Existe incertidumbre respecto del movimiento del elefante, el precursor del alfil del ajedrez moderno.

    “Leyenda del ajedrez”

    Según ella en un reino de la antigua India había un poderoso rey, Rai Bhalit, tan rico y rodeado de todos los placeres que de ninguno de ellos gozaba. Así que ordenó a uno de sus sirvientes, Lahur Sissa, que creara un juego capaz de entretenerle. Pasado un tiempo Sissa presentó a su señor un juego que emulaba a la guerra y que se jugaba en un tablero con 64 casillas blancas y negras (8 x 8). Del juego poco más se sabe…

    Lo que sí cuenta la leyenda es que el rey indio quedó tan encantado con el juego que le permitió a su sirviente elegir la recompensa.

    << ¡Oh, gran rajá! Dame tantos granos de trigo como quepan en las 64 casillas del tablero, de tal manera que se ponga un grano en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro en la tercera, ocho para la cuarta y que siga duplicándose hasta la casilla 64. >>
    El rey encantado por la “modesta” petición de Sissa no tardó en aceptar su petición. Aunque su alegría duraría poco cuando se dio cuenta de que ni con todo el trigo de su país alcanzaría dicha cifra:

    18.446.744.073.709.551.615 granos …
    o lo que es lo mismo 18,4 trillones de granos de trigo.

    Sissa tenía un hijo llamado Shah, y de ahí parece que se derivó el nombre del juego: shak o axedrez, ajedrez.

  9. Honestamente. Nunca aprendí a jugar al ajedrez y espero que no sea una condición necesaria para poder sobrevivir a estos tiempos de cólera engaño y confusión. Además es un juego este en el que siempre pierde uno y gana el otro. Como casi todos los deportes a los que estamos acostumbrados. Pero en fin eso tampoco me debería de servir de excusa supongo, para entrenar la Mente.

    1. Es un juego de estrategía, sirve para aprender a planificar y administrar tus recursos. Creo que tiene un aspecto muy util, solo es cosa de que lo veas de ese modo. Saludos.

  10. Saber mover las fichas en su sitio correspondiente para tomar en cuenta el movimiento del resto, y sus posiciones jerárquicas, para no tener un jaque mate al momento, es necesario, sino dedícate a otra cosa. Lo mismo en la vida real, si no quieres perder hasta la cabeza, procura mantenerte en pie y lúcido, así sabrás los frentes con los que tienes que lidiar y el primer paso a dar. Para simplificar o reducir nuestros riesgos siempre es necesario medir la fuerza del adversario con la tuya, no sea que de pronto recibas un empujón y no te vuelvas a levantar más. Creo que cualquier persona en su sano juicio no se pondría delante de un toro bravo, de un león salvaje, o delante de un coche a velocidad porque vería el riesgo nada más verlo. Pues eso, a buen entendedor con pocas palabras basta, pero parece ser que ha fallado el buen entendedor y de ahi estos lodos.

  11. Un juego la vida , darse cuenta y permanecer en pié. Todos moriremos, mejor erguidos y dando gracias.
    Hay una canción muy bonita pero no se subirla 🙄
    Se llama Gracias a la vida

  12. “nada es lo que parece y quizás un simple peón, resulta ser un alfil, un caballo o una reina …” ¡ que bien! ¡menos mal! ¡ah dios gracias! jajaja…me hace sonreir.

  13. Esto del ajedrez me recuerda a mis ratos de entrenamiento en el poco manejo de energías que conozco. No soy de los que me sienta satisfecho en mi ignorancia y para poder entrenarme en algo práctico, me gusta meterme a la boca del lobo para ir a conocer mis debilidades y/o fortalezas que he ganado. Es común para mí meterme en grupos virtuales manejados completamente por el sistema cabalístico que sigue su agenda al pie de la letra, y allí en ese nido de lobos desatar una tormenta de egos posicionando verdades.

    Una sola jugada puede significar la derrota o la continuación en el juego, porque por ser virtual no hay Victorias que perduren. ¿Seré capaz de proyectar la verdad que defiendo? ¿Seré un ignorante que se cree mago encontrandome aún en los páramos de la ignorancia, las mesetas de la apatía y en las cumbres de la soberbia?

    Cómo ser los que iniciamos el fuego si nos da miedo defender lo aprendido. Y ni siquiera tenemos nuestros ratos de entrenamiento prefiriendo quedarse en la cueva donde leer un artículo de un alto mago te hace sentirte manejador de la magia que este posee

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *