«Hay dos tipos de comprensión, la subjetiva y la general. La primera corresponde a las palabras, cuyo significado es interpretado según la asociación y conveniencia del ego de la consciencia artificial del “yo” en curso, de ese momento. La segunda le corresponde al silencio, donde no existen las palabras como tales, sino como energías disparadoras de profundos recuerdos del Ser. En ese silencio es donde se comprende verdaderamente aquello que de otra forma sería imposible de asimilar por los medios tradicionales, donde toda palabra e idea quedaría encapsulada en un entorno literal y filosófico inalcanzable, donde todo sonaría muy lindo, profundo y poético para el ego, que entonces se refugiaría en el tibio regazo de su falsa y segura comprensión. Hace tiempo que me cansé de las palabras vacías de significado, que nunca daban una respuesta clara a los acontecimientos de la vida, porque en realidad no la tenían, y dejaban, el amargo gusto del peso de la ignorancia y la confusión de la comprensión o la engañosa ilusión de la profundidad de la sabiduría del iluminado. Sin embargo hace tiempo que comprendí que las palabras también eran necesarias para transmitir el conocimiento, o la idea de un concepto, verdad o pensamiento, aún a riesgo de cometer el mismo error que condenaba. Por eso decidí decir sin decir, utilizar el lenguaje para activar sus recuerdos, y que su Ser fuera el que les enseñara el idioma de la comprensión. El único idioma que puede comprender lo incomprensible, y transformar las palabras en energías que le transmitan el verdadero significado, es el silencio, el lenguaje de los pájaros.» LA PARADOJA 13 HZ
EL SILENCIO SANA
- Morféo de Gea
- 21/06/2024
- 17:17
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