El jueves charlando con unos buenos amigos sobre algunos temas del próximo libro, observé que quizás había cometido un error en la forma de transmitir y utilizar el concepto de vaet, pues podía ser motivo de confusión y de mala interpretación de conceptos tratados posteriormente, y donde incluí al vaet para desarrollarlos. Por tal motivo decidí darle el debido espacio a tan importante componente de esta realidad y ampliar la explicación del concepto de vaet, para intentar que no queden dudas o puntos flojos que lleven al error, y así pueda seguir utilizando al vaet como un parámetro de desarrollo de posteriores temas. Pasemos pues a la exposición extendida del concepto.
El vaet es una “partícula” de estado multidimensional que la ciencia tradicional conoce con el nombre genérico de “partícula virtual” o “partícula elemental”, es una partícula que pareciera que existe durante un tiempo muy corto, y que debido al principio de indeterminación de Heisenberg, no es posible medir sus propiedades de forma exacta. Algunos autores nombran a estas partículas como “swivels” (giratorios) por su capacidad de girar y reubicar su vector, estando relacionados con la llamada “Teoría de las Supercuerdas” (Universo con infinitas dimensiones). Para evitar cualquier asociación a arquetipos existentes y que considero erróneos o equivocados, utilizo el termino vaet (vector angular espacio temporal) ya que describe y sintetiza perfectamente las capacidades de la partícula, de poder reorientar su vector a voluntad o de forma inducida (no tomar el termino “voluntad” literalmente).
La mejor forma de comprender éstos conceptos es mediante las matemáticas matriciales y vorticiales, pero como no deseo que éste artículo se convierta en una clase de matemática avanzada, me limitaré a lo más sencillo de la misma, el álgebra, para explicar qué es y cómo funciona un vaet. Nos limitaremos primero a un espacio tridimensional compuesto por tres dimensiones, largo, ancho y alto. Un espacio acotado de esta forma que cumple estas condiciones es denominado en DDLA como espacio matricial 4×4 (EM4*4). En álgebra podemos graficar visualmente a este EM4*4 como una matriz compuesta por 4 columnas y 4 filas formando un entramado de 16 sectores cuadrados, que tridimensionalmente podemos definir como cubos. Tomemos ahora un cubo como “sector espacial definido y acotado” y posicionémonos en un punto (x) dentro de ese cubo; a ese punto lo llamaremos (Alpha). Para ubicar ese punto espacialmente, necesitamos tres factores o coordenadas espaciales, una coordenada por el largo, una por el ancho, y otra por el alto, (x,y,z). Una vez ubicado el punto P(x,y,z) podemos trazar su orientación o movimiento mediante un vector o traza desde un punto de origen Alpha (α) a un punto de destino Omega (Ω). Este vector en el gráfico es la orientación que tendría un vaet, pero como estamos hablando de consciencias y energías, tendremos ahora que suplantar ese vector espacial, por un vector espacio/temporal donde el propio vector representa la dimensión hacia donde está orientada la consciencia de la partícula.
Teniendo ahora una idea tridimensional del vaet, pasemos a su característica principal, la de orientación de su vector hacia distintos espacios matriciales temporales. Para comprender esta facultad de la partícula, tienen que rehacer todo lo conocido hasta ahora sobre las teorías relativistas, sobre todo la de Albert Einstein. La teoría de la relatividad general es el error más grande cometido voluntariamente para acotar la realidad y por consiguiente nuestra consciencia. Si bien el principio es correcto, el desarrollo es completamente erróneo, comenzando con el acotamiento de la velocidad de la luz y la imposibilidad de superar su límite de velocidad. Si esto fuera así, la creación misma seria acotada y por consiguiente limitante, cosa imposible si consideramos lo infinito dentro de lo finito como una característica fundamental de la creación. Albert Einstein en su teoría relativista hablaba de la curvatura del espacio/tiempo sin conocer realmente éstos conceptos, siendo éste su segundo error tomando al espacio/tiempo como un conjunto inseparable. Un vaet trabaja separando estos conceptos, siendo el espacio el lugar donde se encuentra, el punto Alpha (α), y el tiempo la orientación donde se tendría que encontrar, el punto Omega (Ω).
Debido a su naturaleza de estado multidimensional, el vaet existe en todos los EM y se adapta al espacio en que se encuentra. De esta manera un vaet en un EM5*5 tendrá que orientarse utilizando cuatro coordenadas en vez de tres y su vector será el que le dará su “estabilidad” espacio/temporal en ese espacio matricial. Igualmente sucederá con un vaet en un EM6*6 donde existirán cinco coordenadas, o en uno 7*7 donde existirán seis o 2*2 donde tendrá una sola coordenada. Ahora bien, ubiquémonos en un vaet del EM4*4, y veamos qué sucede cuando su vector cambia de orientación. Para ello tenemos que reformular totalmente nuestro concepto de “dirección” como la trayectoria que siguen los cuerpos en movimiento, en éste caso la dirección u orientación del vector sería “la atención de la consciencia de la información del vaet, hacia un punto Omega (Ω) que puede estar ubicado dentro o fuera del EM que contiene al vaet“, de esta manera podemos considerar al vaet como una singularidad que se contiene a sí misma, y a su orientación espacio/temporal con cargas positivas, negativas o neutras, según sea el caso, como la dirección que su consciencia toma hacia dentro o hacia fuera de ella misma. Esta singularidad tiene para el observador común una sensación o percepción de inestabilidad, dando la impresión de que la partícula existe por corto tiempo, o que se desintegra o cambia de estado, cuando lo que está sucediendo es que está orientando su vector hacia otro EM, tiempo, carga, dimensión, etc. logrando que el observador deje de percibir la partícula en el momento donde el punto Omega (Ω) se concreta como “presente” y se convierte en el nuevo punto Alpha (α) en otro EM.
El vaet tiene múltiples aplicaciones y usos, desde definir una orientación matricial específica como en el caso de las octavas (1/7), hasta la recuperación de recuerdos pasados o futuros en el caso de la consciencia vaet (0-) pasado y vaet (0+) futuro. Formar materia o energía según el resultado de sus productos. Si la suma de los vaet (0-) de los mercabas primordiales es par, el resultado del producto es la materia, y si la suma de los vaet (0-) es impar, el resultado del producto es la energía, o sea, (0-)*(0-)=(0+)=materia, y (0-)*(0-)=(0+)=>(0+)*(0-)=(0-)=energía. También son utilizados para viajes en el tiempo, entre dimensiones o para transportación cuántica entre puntos del espacio, saltos entre realidades, lineas temporales o futuros alternativos. Tenemos que considerar al vaet no como una constante sino como una variable del sistema entero, que se adapta perfectamente a la realidad donde se encuentra ubicado, de ésta manera podemos utilizar su capacidad multidimensional para una cantidad de usos diferentes sin que por ello sea limitante a su definición.
Por último tocaré el tema que lo relaciona al concepto relativista erróneo del límite de la velocidad de la luz. La luz según el relativismo es una constante inmodificable e infranqueable cuya velocidad ronda los 300.000 km por segundo. Esta velocidad no deja de tener un vector de movimiento de Alpha (α) a Omega (Ω) que es la supuesta constante “c”. Si tomamos esta constante desde la visión anteriormente expuesta del vaet como una singularidad, podríamos decir que la luz mantiene una “constante virtual” para el observador externo, pero una “variable real” para un observador interno ubicado sobre un “fotón”, siendo la orientación de los vaet que lo componen lo que determinan su velocidad relativa dentro del sistema. ¿Qué quiero decir con esto? Que la velocidad de la luz no es un límite, sino la “marca” del punto Omega (Ω) antes del salto del vaet, y por consiguiente de la materia y todos sus componentes. Este tema da para mucho más, para desarrollar las relaciones con el éter, para mostrar las asociaciones con los cuerpos del hombre o con las runas de los patrones básicos y con cientos de usos mas done los vaet están implicados, pero creo que por ahora es suficiente y queda claro que el vaet no se limita solo a lo físico, sino que trasciende las fronteras de lo conocido para sumergirse en el terreno desconocido de la consciencia y la energía de la creación.
NOTA:
Este artículo no contiene hipervinculos para no complicar su lectura, pueden buscar los temas que les interese profundizar o recordar con la caja de búsqueda de la página, en la columna lateral de la misma.