El ejemplo más claro para comprender de forma simple la información consciente, es el ADN. El ácido desoxirribonucleico, es un ácido nucleico formado por grandes polímeros en el núcleo de las células, que contiene instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos. El papel principal de la molécula de ADN es el almacenamiento a largo plazo de información. En sentido general, la información es un conjunto organizado de datos procesados, que componen un mensaje que cambia el estado de conocimiento del sujeto o sistema que recibe dicho mensaje. Resumiendo, el ADN es información consciente concentrada en una molécula o bit biológico.
Este párrafo resume el reflejo físico de la información consciente, pero para comprender de forma correcta este postulado, tenemos que ver el concepto en su totalidad, o por lo menos hasta donde nuestra consciencia puede abarcar. Para eso la mejor forma de hacerlo es dejando de pensar en conceptos tridimensionales y comenzar a ver las cosas en planos multidimensionales. El lunes por la noche, charlando con unos buenos amigos, se tocó el tema de las ciencias exactas tradicionales y las ciencias exactas no convencionales, más precisamente de la matemática pitagórica y la geometría euclidiana, en contra parte de la matemática y geometría multidimensional o ciencias de horizonte (ciho) de las cuales están basadas las ecuaciones utilizadas para los viajes en el tiempo, los portales de salto y muchas tecnologías no convencionales. Estas ciho se basan en algo muy simple, en considerar la multidimensionalidad de la materia y la energía en la ecuación. Si la consideración de otros espacios matriciales es incluida en las ciencias exactas, los límites impuestos por la física tradicional son destruidos y el universo se expande de forma exponencial. La velocidad de la luz deja de ser una barrera infranqueable impuesta para limitarnos y la física se transforma en una herramienta útil y no en un fin inquisidor.
La forma de explicar esto también es muy simple, la ciencia tradicional se basa en constantes, por ejemplo, en física, se denomina constante a aquella magnitud cuyo valor no varía en el tiempo. En matemáticas, una constante es un valor fijo, aunque a veces no determinado, como una función constante que siempre devuelve un mismo valor. En álgebra, una constante son los coeficientes de un monomio (cálculo de un solo término) u otra fórmula. La velocidad de la luz 299.792,458 Km*s es una constante, el valor de π (pi) 3,1416 es una constante, el valor de G (gravedad) 9,81 m/s2 [6,6742(10) × 10-11 N·m2/kg2] es una constante, e infinidad de valores más son constantes usadas para “equilibrar” el sistema y que los números coincidan con la realidad de los eventos observados. Estas constantes limitan a las ciencias dentro de un entorno acotado a tres dimensiones y un horizonte visible en lo macro y en lo micro, pero en cuanto se llega al “límite” de lo observado, la constante pierde toda propiedad equilibrante. Las ciho reemplazan las constantes por variables según se traspasen los límites del horizonte de eventos (más allá de lo calculado) flexibilizando la constante y adaptándola al nuevo universo. Por ejemplo, para calcular el área de una esfera de radio cero, es imposible utilizar el valor constante π 3,1416, pues el cero es el valor limitante u horizonte de evento que restringe la operación, entonces esa constante tiene que ser reemplazada por una variable que corrija la limitación del cero, y aquí entra la información consciente, pues es sabido que cualquier número multiplicado por cero es igual a cero. Entonces más allá de los límites seguros tridimensionales, el caos reina el horizonte de eventos, y la constante tiene que transformarse, en este caso, en una variable no numérica, por ejemplo una variable algebraica (rama de la matemática que estudia la combinación de elementos de estructuras abstractas acorde a ciertas reglas) siendo (π = A) donde (A * 0 = A o B), para que el caos vuelva a tener orden y lógica. Resumiendo, la información consciente es coherente, lógica y ordenada mientras se encuentre dentro de los límites seguros de nuestra consciencia, pero en cuanto estos límites son rotos o superados, la información consciente se transforma en caos hasta que la constante que utilizamos para ordenarlo, se transforme en una variable que podamos manejar.
Hay dos puntos fundamentales en esta nueva etapa de “información consciente” que estamos transitando, el primer punto es el caos que produce el cruzar la línea, cuando se ingresa, el caos es normal pues en su interior el torbellino de información moviéndose caóticamente es muy fuerte y produce cierto mareo y una extraña sensación de confusión y vértigo, el segundo punto es el sistema decodificador de esa información, que para darle orden al caos reinante necesita sustituir la constante por una variable acorde, para que este decodificador pueda reprogramarse y negociar una nueva “clave de acceso”. Esta nueva negociación se produce cuando la consciencia vuelve a abarcar lo que ahora no logra contener, pues está fuera de los parámetros del entorno 3D que la contiene, y las constantes que antes utilizábamos para equilibrar la ecuación, ya no sirven. Todo lo que usted suponía que creía se viene abajo, y las paradojas y contradicciones están a la orden del día. En estas condiciones la información consciente del ADN es imposible de decodificar y se limita a un pequeño porcentaje del mismo, aquel porcentaje que abarca nuestra acotada tridimensionalidad, quedando un 95% en el límite del horizonte de eventos de la cadena nucleica y fuera de nuestra comprensión. De la misma manera, ahora el 95% de la información consciente sigue siendo una particularidad que no logramos abarcar, porque aún no encontramos la variable que la transforme en probabilidad que nuestra consciencia pueda aceptar como algo lógico y probable dentro de nuestra particular ecuación de elección. Por mi parte uso dos axiomas que me ayudan a ordenar el caos de la información consciente, “todo es posible hasta que se demuestre lo contrario” y “nada es lo que parece”, quizás estas sentencias les ayuden a ordenar el caos del artículo anterior, generado por la información consciente donde Ashtar Sherán y la confederación galáctica no existe, pero que la hay, la hay.
Nota:
Las fórmulas y matemáticas usadas en este artículo son para ejemplificar una información consciente abstracta y no representan más que lo que intentan demostrar y representar, así que cualquier corrección de las mismas está de más.
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