
Antes de comenzar me gustaría que leyeran un artículo de Javier F. Ferrero que me compartieron, para luego poder desarrollar el tema tratado. Separar sujeto y objeto es indispensable para comprender los metadatos de la nota. No conozco al autor (sujeto), me centré en el contenido (objeto) que me pareció acertado y muy cierto.
Han visto lo difícil que es separar sujeto y objeto, pues los objetos están impregnados por las ideas, preconceptos y energía de los sujetos, sean notas de opinión, inteligencia artificial, comentarios o artículos como este o cualquier otro de DDLA, cuyo objeto está imbuido por la energía del sujeto, en este caso, la mía. No es mi intención hablar o debatir el objeto de la nota, ya todos conocen lo dicho, tampoco hablar del sujeto que la escribió, pues no me interesa si es de izquierda o de derecha, es ir un paso más allá contándoles la trastienda del algoritmo del infierno. Comencemos por el principio y recordemos el articulo Facebook y su historia, pues partiremos desde ahí para conocer cómo, quién, porqué y para qué se creó, pues ya tendrían que saber que nada es como parece y que detrás de lo aparente está parte de la verdad que no nos cuentan ni les interesa que conozcamos.
Visto los comentarios luego de la última actualización del artículo, creo que ya comprendieron de que va el algoritmo y creo que ya no es necesario hacer una larga exposición, así que pasemos directamente al resumen del tema. Los que están detrás del algoritmo son los mismos que diseñaron Facebook. El algoritmo del infierno es la sexta fase de diez del GPM (Genetic Psico-Mental), pero en este caso, no para recopilar perfiles mentales y psicológicos, sino para recopilar patrones energéticos individuales y generales, la huella energética de cada individuo. Esta información alimenta a la IA, que fue creada con ese propósito y que conociendo su patrón energético, le dé a cada uno lo que desea manteniendo al individuo en un estado de satisfacción/insatisfacción continuo, creando una adicción mucho más peligrosa que cualquier otra conocida, la adicción al infierno de la inconciencia y la cómoda apatía del clic hipnótico continuo, produciendo una embolia mental que corta toda lógica instintiva de cuajo transformando a la sociedad occidental en PdR autómatas al servicio del sistema.
Hay otro algoritmo con una intención y propósito muy diferente, pero de este hablaremos en otro momento, por ahora solo decir que los puntos de identificación FEMA ya están marcados, pero no como antes, sino en cada huella energética dejada cada vez que consumen alguno de sus productos de forma compulsiva e inconsciente, sea Facebook, YouTube, Instagram o el que sea. TikTok, merece un capítulo aparte, pues es chino y su algoritmo tiene una intención y propósito muy diferente en oriente que en el mundo occidental, su objetivo es conocer energéticamente al colectivo pero para darle lo que necesita y no lo que desea, esto solo sucede en oriente, en occidente tiene otro propósito inimaginable pues está por medio la TIAC que es la que recopila las “metaenergías” para el kernel de la fuente, pero eso es otra historia que quizás, algún día si me autorizan, pueda contar.
Ahora, conociendo esto, la pregunta correcta sería: ¿Sacrificarían el algoritmo del infierno para pasar un día en el paraíso?