El espejo
Según extraemos de Wikipedia, en el folclore popular, el espejo ocupa un lugar importante en la mitología y las supersticiones de muchos pueblos. La imagen que en él se refleja se identifica a menudo con el alma o espíritu de la persona: de ahí por ejemplo que los vampiros, cuerpos sin alma, no se reflejen en él. Cuando un moribundo está a punto de dejar este mundo, es común que se cubran los espejos, por temor a que el alma del agonizante quede encerrada en ellos.
El espejo se concibe, así, como ventana al mundo de los espíritus. La leyenda urbana de Verónica aprovecha ejemplarmente esta visión. Viceversa, el mundo de los espíritus tiende a imaginarse como una contrapartida especular del de los vivos. Lewis Carroll desarrolla magistralmente la idea del espejo como entrada a un mundo inverso, en la segunda parte de las aventuras de Alicia.
El espejo es también objeto frecuente de consulta: se le juzga capaz de mostrar sucesos y objetos distantes en el tiempo o el espacio. En el cuento de Blancanieves, el espejo tiene la facultad de hablar y responde a las preguntas que le formula la madrastra. J. R. R. Tolkien retoma con su célebre «espejo de Galadriel» la tradición del espejo capaz de mostrar el futuro. En la novela Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling, aparece el espejo de Oesed (Deseo leído a la inversa), que no refleja la imagen de quien lo contempla, sino sus deseos más profundos. También es notable el Espejo de la Sabiduría (en el que se refleja «todas las cosas del cielo y de la tierra excepto el rostro de quien se mira en él»), descrito por Oscar Wilde en el cuento «El pescador y su alma».
Atendiendo a la física de los espejos para comprender qué es lo que la ciencia postula sobre sus características y funcionamiento, vemos que un espejo es una superficie pulida que puede reflejar la luz que le llega a éste con una capacidad reflectora del 95% o superior. Cuando la luz llega a la superficie de un cuerpo, parte de la luz se refleja y parte es absorbida por el mismo. La cantidad de luz reflejada por un cuerpo depende de:
- La naturaleza de la superficie, estructura, densidad, color, etc.
- La textura de la superficie, rugosa, regular, irregular, opaca, pulida, etc.
- La longitud de onda de la luz, y de si está o no polarizada.
- El ángulo de incidencia de la luz sobre la superficie.
Un espejo supuestamente refleja un porcentaje mayor al 95% de la luz recibida, produciendo por las leyes de la reflexión, una imagen virtual del objeto reflejado. La formación de imágenes en los espejos tiene su explicación en dichas leyes de reflexión. En general los rayos se reflejan hacia el ojo como si procedieran de detrás del espejo, pero realmente son los rayos que provienen del objeto y que se reflejan en el espejo. La imagen formada en el espejo tiene las siguientes características:
- La imagen formada es virtual.
- La imagen formada está a la misma distancia que el objeto del espejo.
- La imagen experimenta una inversión izquierda a derecha o viceversa.
- La imagen es de igual tamaño que el objeto.
Conociendo de una forma general la mecánica de cómo funciona un espejo para la ciencia ¿sabían que los espejos también reflejan la oscuridad? En una habitación oscura, un espejo refleja dicha habitación oscura y todos los objetos que en ella se encuentren sin la necesidad de luz visible alguna. Pueden comprobarlo fácilmente con algún dispositivo de visión nocturna que le permita “ver” en la oscuridad. Un espejo no refleja la luz, un espejo muestra el universo de la esfera de consciencia antes de ser revertida, pues cuando ésta se revirtió, también se revirtió nuestro universo. ¿Cómo es esto? Pues sencillo, usted está al revés de como debiera estar. Los espejos trabajan no con la luz, sino con la proyección de nuestra consciencia, por eso fueron, son, y serán utilizados entre otras cosas para abrir portales dimensionales, ver el futuro, distintas líneas temporales, sucesos posibles, espacios matriciales, dimensiones mentales, etéricas, físicas, etc, etc, etc.
La física conocida de los espejos es lo que se ve, lo que el espejo refleja en este EM4x4 para que nosotros creamos comprender su funcionamiento, pero no es la realidad, es el reflejo de nuestros deseos proyectados por nuestra consciencia. Un espejo toma la proyección del que lo mira, y “arma” para el observador lo que éste quiere ver; por eso dicen que los espejos desvirtúan la imagen de aquellos que se ven gordos “anoréxicos”, o aquellos que se ven flacos “bulímicos”, o de los que se ven lindos “narcisistas”, o los que se ven feos “depresivos”, etc. La imagen de un espejo es la imagen de nuestra consciencia, la interpretación que tenemos nosotros de nuestra realidad subjetiva y de nosotros mismos.
Nos vemos jóvenes o viejos, lindos o feos, apagados o relucientes, abatidos o vigorosos según nuestro estado interior, según nuestras capas mentales, pero también los espejos pueden mostrar la realidad que verdaderamente es, la realidad objetiva que nos ocultan, pues refleja (proyecta) el universo de las energías del supraconsciente; por tal motivo, por lo general no encontrarán espejos en las iglesias, porque mostrarían quienes realmente están detrás de los púlpitos. Los espejos son los “ojos de dios” (Do) observando su Creación. Con tres espejos ubicados de cierta manera se puede abrir un portal dimensional modificando el éter, pero también se puede ver mientras se afeita o se maquilla porque su consciencia está situada en su acicalamiento personal.
De la misma manera usted puede ver quién lo acosa o protege, quién lo piensa u olvida, o qué pasará mañana o dentro de doscientos años en determinada línea temporal. Como por su alta peligrosidad podría ocasionar daños irreparables en su mente, no profundizaremos en estas cualidades del espejo, pero sí cómo sucede lo que sucede. Cuando nuestra consciencia se proyecta “fuera de nuestra esfera”, pongámosle por medio del deseo, lo hace por el EM mental, más precisamente por el mental superior, ésta energía crea lo deseado, que queda habitando en ese EM mental, el espejo recupera la creación y la refleja nuevamente a la consciencia, pues como es el universo de la esfera de consciencia antes de ser revertida, posee un atributo perdido, el de la autobservación desde el centro de la esfera, de todos los yoes (miradas) que la componen, o sea, la unificación desde la observación de la multiobservación (el ojo que todo lo ve) de la esfera completa. Cuando usted se mira al espejo, el espejo lo mira a usted y la imagen reflejada no es la de esta realidad, sino la del universo de su consciencia. La mecánica de este proceso es larga y complicada como para desarrollarla, pero podemos decir que “la mecánica de un espejo es similar a la mecánica de nuestra esfera de consciencia reflejada en nuestra particular realidad subjetiva”.
Quizás no fue comprensible en profundidad esta exposición. Aunque fuera el caso, la próxima vez que se mire en un espejo, ya no verá lo mismo, pues mirará con otros ojos.