Gracias Vilma por una clase magnifica, tuve que verla varias veces, porque la cantidad de información era tal, que necesitaba procesarla y orientarla para que mi comentario sea útil y práctico (puede que sirva a alguien). Al terminar de analizar la información, comprendí que hace muchos años no llegaba ni a Pedro el incoherente, con las justas llegaba a Fulano y encima zombi. Recordé que en el estado de adicción en el que me encontraba, había llegado a un punto que los recuerdos de todo un día eran un fotograma, y luego se cortaba, recordaba otro fotograma, literalmente, ni siquiera era como una película, eran flashes de recuerdos. Era el estado de embriaguez y de inconsciencia en el que existí durante años. Es mi propia disección de la personalidad virtual que tenía. En los momentos de la poca lucidez que tenía, sentía que tenía que liberarme de esa adicción. Esa sensación de libertad, era mi faro. Dentro de mi sabía que podía hacerlo. ¿Pero cómo, cuál era la fórmula? Una de las energías que pudo sostenerme es el amor de mi madre, que a pesar de todos mis errores me apoyo. Pero paradójicamente, fue ella quién me dio una lección, que jamás olvidaría. Me dio lo que necesitaba y no lo que deseaba.

Un día después de una parranda, me dijo que quería hablar conmigo. Lo hizo de una manera tranquila, pero firme, en todo momento sentí el amor que me tenía. Pero lo que me dijo me dejo helado. Mi padre siempre me votaba de la casa, y era algo normal para mi escuchar eso. Que me fuera. Ese día mi mamá me dijo, Hijo mío, te amo, siempre lo voy a hacer. Pero llegaste a un punto en que ya no puedo ayudarte, él único que puede, eres tú, con la ayuda de Dios. Estoy enferma, tengo que vivir por tus hermanas, tomaste tus decisiones y ahora estas cosechando lo que sembraste, es tu responsabilidad, así que te pido que te vayas de la casa, y cumplas lo que dices. Dices que quieres cambiar, pues hazlo y se honesto contigo mismo. En ese momento me sentí dolido, traicionado, porque nunca pensé escuchar eso de ella. Pero en el fondo de mi corazón, ella tenía razón. Le pedí perdón y no le dije más nada. Y me fui lejos, en mi mente solo había dos caminos o volver algún día libre, o morir en la adicción. Solo existía esa encrucijada.

Al estar solo me enfrente con mis demonios, con lo peor de mí. Fueron meses extremos, al cabo de un año, en una ciudad lejana a mi lugar de nacimiento. Sin familia, sin amigos, solo conocidos. Tome la decisión y la acción de vivir (existir conscientemente) a partir de ese día, cada día era una batalla interna para alejarme del alcohol. Deje de escuchar la música que me traía recuerdos negativos, deje hacer cosas que me traían recuerdos negativos. Fueron años que aprendía para aprehender, es decir tenia que convertir en acciones lo que aprendía y se convertían en hábitos saludables (a nivel mental, emocional y físico), de otro modo era volver a recaer. Es cierto, reconozco que tuve recaídas, pero ahora siento que todo valió la pena. Vilma decía que la UdC. va formando capas de cebolla que lo alejan de la consciencia del Ser. Al igual que un átomo de oxígeno tiene ocho capas. Para formar agua se necesita un enlace covalente con el hidrógeno, es decir para que exista el agua se necesita de empatía y simpatía. Cuando ese enlace covalente se forma, es el inicio de la vida, es difícil expresar en palabras algo tan complejo, pero es lo que siento cuando leo el articulo SG 5832 (III). Comprendo y siento que, durante muchas existencias, me equivoqué, hasta llegar a un punto, donde, o tomaba consciencia o era la destrucción. Eso es lo que siento. Ahora hay tanto por hacer, en lo cotidiano. El propósito principal, el A.M.O.R.  Agradezco a mi madrecita, que me dio lo que necesitaba y no lo que deseaba. Y recuerdo con cariño que quien te ama, no el amor como emoción, sino como energía, toma acciones duras, pero firmes y lo hace por A.M.O.R. Gracias por toda la energía y consciencia que ponen todos en este espacio sagrado de DDLA.